Quesada crujiente con pera caramelizada, un postre maravilloso que os va a encantar, aquí la acabamos de sacar del horno y ya estamos a sus pies, con objetos cortantes que amenazan un fileteado profesional, un relamido apoteósico y luego ese segundo mágico de remordimiento de conciencia y ya está…, atacando a por el segundo trozo. Nos ha encantado la receta y promete ser una de esas que se queda en el archivo para nuestros momentos dulces.
Si os apetece disfrutar de este pastel, espero a que os pongáis a la faena, el delantal colocado, el horno precalentando y empezamos.
INGREDIENTES: 2 huevos, 1 yogur natural, 200 g de azúcar (100 g para la pera y 100 g para la quesada), 140 g de harina de repostería, 130 g de mantequilla (a temperatura ambiente), 500 gr de leche (en casa, siempre desnatada), la ralladura de un limón, 1 pera conferencia grande 1 lámina de hojaldre.
ELABORACION
ELABORACION
Precalentamos el horno a 180º.
Incorporamos todos los ingrediente en el vaso de la batidora.
Batimos hasta conseguir que esté perfectamente integrado.
Reservamos.
Extendemos la lámina de hojaldre y la dejamos extendida durante 5 minutos.
Cubrimos el bol que vamos a utilizar con papel de horno y sobre el mismo extendemos la lámina de hojaldre.
La adaptamos y la pinchamos con un tenedor.
Vertemos la mezcla que tenemos reservada y reservamos.
Preparamos las peras caramelizadas
Pelamos la pera, la cortamos por la mitad y la descorazonamos.
En una sartén bien caliente, echamos un trocito de mantequilla y seguido la pera.
Bajamos a temperatura media, vamos echando la mitad del azúcar sobre la pera y la vamos rehogando durante unos 10 minutos.
Sacamos la pera y la metemos en el molde.
La salsa de caramelo que nos queda en la sartén también la vertemos sobre las peras y la crema.
Horneamos durante 50 minutos aproximadamente.
Sacamos y desmoldamos tirando hacia arriba del papel del horno.
Colocamos la quesada en una bandeja hasta que se atempere un poco.
Enseguida la vais a probar y espero que os guste.
Madre mia! Me parece que no voy a tardar mucho en probarla.