Me vais a permitir presentar una deliciosa sopa de tomate con crujiente de morcilla.
Aunque por mi parte sea un poco presuntuoso, no descarto que inspirase al Señor Stendhal (Monsieur porque era francés) en la redacción de su novela fetiche «Rojo y Negro».
Una sopa por tanto con ínfulas literarias, realizada con el tomate más pija de la huerta (la variedad pera) y siempre con el caldo de un buen pollo que si es posible haya conocido corral.
Servida en mesa e inspiradas por el autor que nos sugería el delicioso caldo, comentábamos el «síndrome de Stendhal» esa enfermedad psicosomática que eleva de una forma desorbitada el ritmo cardiaco e incluso puede originar vértigos, confusión y hasta alucinaciones y que este buen hombre parece que sufría ante la contemplación de obras de arte.
Mi madre ha zanjado enseguida este diagnóstico y sostiene que a ella lo que le da la impresión es que lo que tenía era hambre, porque si eso que cuentan era verdad, si hubiese tenido la dicha de olfatear nuestra deliciosa sopa de la emoción ahí se nos queda.
Así somos…, con el tema del cuchareo: unas fanáticas, pero generosamente entregadas a participar de esta propuesta a tod@s que se atrevan a preparar esta delicia.
El delantal bien atado, empezamos.
INGREDIENTES (para 6 personas): Para el caldo de pollo: 1,5 l de agua y 1 esqueleto de pollo. Para la sopa: 1kg de tomate pera, 1 puerro (sólo la parte blanca), 1 cebolla blanca, 1 zanahoria, 50 gr de Aceite de oliva virgen extra, sal, pimienta molida (opcional) y 1/2 cucharita de azúcar. Para el crujiente de morcilla: 1 morcilla.
ELABORACION:
Preparamos el caldo de pollo:
En una cazuela echamos el agua, el esqueleto de un pollo y ponemos a calentar.
Cuando rompa a hervir bajamos la temperatura y dejamos cocer durante 30 minutos.
Retiramos, colamos y reservamos.
Preparamos la verdura:
Lavamos bien toda la verdura y troceamos. Reservamos.
Calentamos la sartén a fuego alto, echamos el aceite de oliva y bajamos a fuego medio.
Incorporamos el puerro, la cebolla y la zanahoria troceada para que se vaya friendo poco a poco.
Bajamos a temperatura baja y dejamos unos 15/20 minutos.
Rehogamos continuamente y salpimentamos.
Pasado este tiempo, a la verdura que ya estará pochada la incorporamos el tomate.
Volvemos a salpimentar y espolvoreamos un toque de azúcar.
Seguimos a temperatura baja unos 30 minutos más, removiendo continuamente para evitar que se pegue.
Retiramos del fuego y trituramos la verdura con una batidora o la thermomix.
Colamos por el chino para que nos quede un caldo muy suave añadiendo poco a poco el caldo de pollo.
Reservamos.
Preparamos el crujiente de morcilla:
Retiramos la piel de la morcilla y la extendemos sobre un papel de horno.
Cubrimos la mezcla con otro papel y pasamos por encima el rodillo, para dejar una lámina fina.
Colocamos sobre un plato la lámina y situamos otro encima para aplastar .
Metemos al microondas durante unos 4/5 minutos.
Sacamos y esperamos a que enfríe. Reservamos.
Servimos la sopa, colocamos el crujiente y a comer.
Está deliciosa, espero que os guste tanto como por aquí.
Estimada Esmeralda,
Delicioso blog y exquisita receta para los que adoramos el tomate y la morcilla. Alguien que parece tener mucho afecto por Muskiz, debería visitar, si no lo conoce ya un establecimiento familiar centenario donde hacen una de las morcillas más sabrosas de Euskadi, que entusiasma a gourmets y entendidos de todas latitudes, como el Chef David de Jorge:
http://www.artecarne.com/blog/7-unas-morcillas-morrocotudas-por-david-de-jorge-robin-food
Cordiales saludos y siga compartiendo sus recetas con nosotros.
Agur
Tremenda morcilla, me llegó el viernes y el sábado ya estaba en la sartén.
He de decir que mis amigos de Muskiz me habían hablado mucho de vuestros productos y en muchas conversaciones ellos os ponen de ejemplo de cómo implicarse en una actividad con ganas, con entusiasmo y consiguiendo que tres generaciones sigan haciendo las cosas bien.
A los de fuera «sólo» nos queda admirar y por supuesto disfrutar con el resultado de un buen trabajo.
El adjetivo de David de Jorge «morrocotudas» define perfectamente cómo son vuestras morcillas, a mí me han recordado a las que hacía mi ama, cuando en casa se preparaba la matanza. Sacar ese sabor del recuerdo ha sido muy emocionante.
Muy agradecida de verdad por todo y me queda comentar que la morcilla además de rica nos ha salido muy fotogénica.
He preparado un plato con ella muy rico que habrá que publicar y que se sepa cómo se las gastan en Muskiz también cuando se trata de disfrutar de la buena mesa. Zorionak y seguimos con delantal puesto. Agur bat.