Acabamos de tomar las uvas. Es el momento de echar un mirada a este año que se nos ha ido y que en mantelbleu ha estado lleno de momentos memorables:
En junio estrenamos nueva imagen en el blog y en ese mismo mes el día 14 celebramos nuestro primer cumpleaños.
En el mes de septiembre nos emocionamos con una maravillosa sorpresa: nos otorgaron el premio Blog Revelación de Deia. www.deia.com
Hemos conseguido que nuestras recetas tengan presencia prácticamente diaria en las redes sociales: Facebook, Twiter Pinterest y Google +
Además estamos publicando en el www.deia.com, www.todareceta.com, www.paperblog.com, www.rebanando.com, www.blogosfera.com, www.blogovin.com …
Este año hemos cocinado 157 recetas y os hemos mostrado en nuestra sección de Lugares con encanto un montón de rincones muy especiales.
Hemos realizado la Route 66 (Chicago-Los Angeles) y esta aventura os la estamos contando por etapas, seguiremos relatando todos estos maravillosos recuerdos en el 2015.
Hemos empezado a diseñar nuevas etiquetas personalizando cada una de las recetas, un trabajo creativo que nos encanta y que esperamos que a la hora de echar un vistazo al blog os resulte más atractivo.
Ha sido un año que desde estas páginas hemos felicitado a nuestras boquitas cercanas más queridas.
Seguimos dando las gracias a los que seguís este blog y nos aportáis sugerencias y en muchos casos os animáis a seguir las recetas.
A los que estáis más cerca, seguiremos con las “catas”.
A tod@s una sonrisa.
Desde Mantelbleu deseamos que el 2015 lo disfrutemos con mucho sabor.
“…Traten otros del gobierno,
del mundo y sus monarquías,
mientras gobiernan mis días
mantequillas y pan tierno,
y en las mañanas de invierno
naranjada y aguardiente
y ríase la gente.” Luis de Góngora y Argote
Día 26 de julio, 28º soleado.
Nos levantamos muy pronto para lanzarnos a la carretera.
Hoy dejamos Kansas y nos dirigimos a Oklahoma.
Salimos de Baxter Springs y encontramos a Marsch Arch un puente llamado así en honor de su arquitecto Barney Marsch siendo actualmente el único puente que queda en pie de los tres que formaban parte en Kansas de la Route 66. Restaurado en 1994, ahora se ve muy bonito pintado de blanco y desde el 2010 hay un grupo de voluntarios que cuidan el buen estado del puente.
El paso por Kansas por la Route 66 es muy corto, tan sólo tenemos trece millas hasta que alcanzamos Oklahoma, pero a Kansas se le reconoce que consiguió ser el primer Estado en tener todo el tramo pavimentado.
Seguimos por la carretera hasta llegar a Oklahoma llegando a Miami donde visitamos un teatro precioso el Coleman Theatre construido en 1929 con un presupuesto impresionante, cerca de 600.000$. Está en la calle principal y merece la pena intentar entrar al interior y dar un vistazo a un antiguo órgano que aún se conserva y que se llama The Mighty Wurlitzer.
En la misma calle nos encontramos con el Waylan´s Ku-Ku Burguer una hamburguesería con un letrero de neón muy sugerente y divertido, famoso por sus hamburguesas y sus cucuruchos de helado con unas líneas muy golosas.
Pasamos por Chesea donde disfrutamos con estos bonito murales . Y nos acercamos hasta Foyil para visitar el Totem Pole Park un parque creado por el artista Ed Galloway que durante 25 años fue construyendo totems con objeto de homenajear a los indios americanos. El parque es muy interesante y sus amigos cuando falleció colocaron un cartel que recogía las palabras que daban sentido a la obra de su amigo. «Toda mi vida he hecho lo mejor que he sabido. He construido todas estas esculturas junto a la carretera para ser tu amigo» Ed Galloway.
Entrañable, el trabajo de toda una vida, un compromiso con la cultura india y que hoy en día sigue siendo visitado por miles de personas. El parque es una delicia, hacía una temperatura estupenda y estuvimos un buen rato disfrutando de este parque tan colorista.
Salimos de Foyil siguiendo la ruta y atravesando un paisaje precioso, admirando los ranchos que están a lo largo de nuestro camino, viendo al ganado pastar y los grandes fardos de hierba esperando su recogida.
Seguimos visitando librerías disfrutando del rincón siempre muy amplio que dedican a la cocina. Libros sobre gastronomía, muy cuidados y que con la pasión que tenemos por la comida siempre pasamos fisgoneando unos ratos impagables. De inmediato, tras ver unas cuantas recetas apetitosas no quedó otra que acercarnos a por provisiones.
Empezamos por las verduras, seguimos por la locura de sus salsa y cuando nos vinimos arriba, no quedó otra que hacernos con nuestro Warhol particular. Llegando a Catoosa hicimos un alto para disfrutar de un refrigerio a base de patatas fritas y unos melocotones impresionantes y nos adentramos en este rinconcito a orillas del río que parece sacado de un cuento victoriano. Pues sí, cayeron los melocotones, por supuesto desaparecieron la patatas fritas, unos buenos tragos de un manantial de Oklahoma y por supuesto algunas fotos para no olvidar. Yonkipin Lake, un paraíso. Y ahora sí llegamos a Catoosa donde Hugh Davis construyó la ballena azul en la década de 1970 como un regalo de aniversario para su esposa Zelta, que coleccionaba figuritas de ballenas. Originalmente el estanque que rodea esta enorme ballena estaba destinado sólo para el uso familiar, sin embargo, como muchos lugareños comenzaron a llegar para visitar a la “Azulona” y de paso aprovechaban para disfrutar de sus aguas, Davis preparó la zona y abrió al público un bonito parque de atracciones acuático.
El matrimonio mantuvo abierto el parque hasta 1988, más tarde ésta pareja de románticos fallecieron y la ballena quedó allí varada y abandonada hasta que los voluntarios de la Route 66 la restauraron y abrieron de nuevo y ahí está dispuesta a permitirte entrar dentro de ella y subir por una escalera hasta lo alto de la cola, desde donde hace años se podía saltar al agua. Hoy en día no está permitido el baño en la pequeña laguna, sin embargo el área de picnic está preparada y te encuentras con una coqueta «wagoneta» en el parque para disfrutar de deliciosos helados. Llegamos a Tulsa que además de ser la segunda ciudad más grande de Oklahoma, ha sido denominada la capital mundial del petróleo por jugar en esta industria un papel fundamental. Está bañada por el río Arkansas que llega hasta Catoosa siendo el puerto fluvial más interior de los Estados Unidos. Se trata de una ciudad donde podemos descubrir uno de los museos de arte mejores de Estados Unidos el Philbrook Museum en Villa Philbrook, construida en 1926 por Edward Delk Buehler (1885-1956), un arquitecto de la ciudad de Kansas, que diseñó esta villa italiana del Renacimiento en un terreno propiedad del petrolero Waite Phillips como un lugar donde sus dos hijos pudieran entretener a los amigos.
Cuando se mudaron, su hija Helen tenía dieciséis años, su hijo Elliott tenía diez años.
En 1938 Waite Phillips anunció que dedicaba esta mansión de 72 habitaciones y sus alrededores (unas 23 hectáreas de terreno) a la ciudad de Tulsa como un centro de arte, permaneciendo desde entonces intacta la residencia original y habiéndose realizado nuevas instalaciones y jardines que complementan esta clásica atracción de Tulsa.
El nacimiento de la ciudad de Tulsa (que ha sido considerada como una de las mejores ciudades de gran tamaño de los Estados Unidos para vivir), se origina en el territorio indio donde estaban reubicadas las tribus de los Choctaw, Cheroquis, Creek, Chickasaw y la Seminole.
Estas tribus se trasladaron aquí tras ser expulsados de su tierra natal y se establecieron bajo un roble que llamaron «Tallasi», que significa «ciudad vieja» en la lengua Creek, que más tarde se convirtió en «Tulsa».
En Tulsa también nos pasamos por un clásico de la Route 66, el Tallys Café un sitio muy recomendable para comer algo y donde las camareras están continuamente pasándose con la jarra de café sirviéndote.
Al salir descubrimos una tienda de antigüedades maravillosa donde nos pasamos un buen rato disfrutando de los miles de cachivaches que ofrecía, …maravillosos rincones donde encontramos algún que otro libro encantador y por su puesto esos manteles-tapete vintage para el hogar que no pudimos remediar adoptar por muy poquitos dólares. Alegres con nuestras “reliquias nos acercamos al motel y disfrutamos de una cena ligera con un aceite de California, un atún y sardinas de San Diego y luego frutas y verduras locales, acompañadas de nuestros libros de cabecera de reciente adquisición.
Ossy se hizo con la Biblia de nuevo y dormimos del tirón.
Hoy hemos recorrido 216 millas, estamos en Oklahoma y mañana … más.
SEGUIMOS en contacto.
Día 25 de julio, 27ª soleado.
Hoy es un día muy esperado, llega el momento de conocer a Gary Turner un histórico de la ruta. A primera hora nos acercamos a Ash Grove para visitar la gasolinera Gay Parita que en 1931 construyó el matrimonio Gay y Fred Manson en esta Route 66 para todos aquellos que pasaban buscando el sol, la abundancia, … California, la tierra prometida.
En esta estación de servicio SINCLAIR además de gasolina se vendían caramelos, chucherías, se cambiaba el aceite , … y repostaban aquí desde artistas, mafiosos, camioneros, turistas, …, pero en 1955 un incendio acabó con ella.
La esposa de Fred había fallecido y él decidió retirarse en la casa que se habían construido detrás de la gasolinera.
Pasaron unos cuantos años y la Route 66 ya había desaparecido cuando Gary Turner y su esposa Lena compraron la estación y la reconstruyeron. Gary había nacido y vivido en la zona y como tantos otros de muy joven emigró a California a buscarse la vida.
Pasados unos años volvió y trabajó desde aquí conduciendo un enorme camión por todo el País.
Al jubilarse, no se lo pensó dos veces compró los terrenos de la gasolinera, la casa de Gay y Fred Manson y con la ayuda de su cuñado y su hijo levantaron esta réplica de la gasolinera del dinosaurio a la que hoy en día visitan más de 6000 personas al año, con la ilusión de encontrarse a Gary sentado en el porche dispuesto a charlar sin prisas y contarte mil y una historias de la 66. www.garysgayparita.com Charlamos, nos invitó a un donuts (por cierto inmenso y delicioso) y pasamos un rato inolvidable.
Cuando llegamos estaban sentados con él nuestros amigos Iñaki y Rakel así que doble emoción.
Entrañable, más tarde llegó un autobús lleno de gente y ahí le dejamos intentando atender a todos, pero antes de irnos nos firmó una postal con su habitual dedicatoria «Friends for life» y así lo sentimos.
Seguido nos fuimos a Red Oak II un pueblo que es una creación del artista Lowell Davis. www.redoakll.com
La inspiración le llegó a este hombre tras volver a su pueblo después de muchos años y encontrarse que se había convertido en un pueblo fantasma dado que la población agrícola se habían mudado a las ciudades.
Él comenzó a comprar casas y negocios en pueblos abandonados y fue trasladándolos al nuevo pueblo y restaurándolos.
Conocido como el «Norman Rockwell del Arte Rural,» según Davis «Red Oak II es una combinación de una pintura y una escultura, y que sólo está hecho de cosas que alguien tiró a la basura.»
El pueblo es precioso, se respira una calma tremenda, este día no pudimos ver a Lowell porque había marchado a Miami (Missouri) y no llegaba hasta la noche, pero nos comentaron que él siempre recibe muy amablemente a los visitantes. Dejando atrás paisajes con unas casas muy singulares , ranchos, caballos pastando, …comimos en Carthage en un restaurante que nos había recomendado Gary Turner.
Nos despedimos de Missouri con muy buen sabor de boca y nos adentramos en Kansas.
Nuestra primera parada, por cierto inolvidable en Galena en el Four Women on the road, donde disfrutamos de una tarde memorable. http://www.kansastravel.org/4womenontheroute.htm
Este restaurante-tienda-gasolinera-bar y los jueves Karaoke, fue adquirido por cuatro mujeres que adoraban la ruta y querían formar parte de ella.
En la película Cars 2 de Disney algunos personajes se inspiran en estas mujeres así que a los coches que tienen aparcados fuera les han colocado unos dientes como el «car» de la película.
Cuando llegamos nos encontramos con un grupo que se sientan con unas cervezas y pasan la tarde tocando la guitarra y cantando. A eso de las 19:00 empieza a salir un olor de la cocina buenísimo aí que no quedó otra que sacarnos unas costillas (exquisitas e inolvidables) acompañadas por unas alubias (beans para ellos) deliciosas.
Así que cenamos y allí estuvimos cantando y viendo como poco a poco el local se llenaba.
La gente muy amable, nos cuidaron muy bien, nos dedicaron muchas canciones y desde luego nos hicieron sentir muy a gusto.
Hoy ha sido ese típico día que no quieres que se acabe, en todo caso al final el cansancio te vence y se instala en el recuerdo para seguir disfrutándolo muchos días más.
Hoy hemos recorrido 120 millas, estamos en Kansas, mañana más.
SEGUIMOS en contacto.
Día 24 de julio, 25º soleado.
Temperatura alta desde primera hora de la mañana, hoy va a hacer mucho calor.
Arrancamos y nuestra primera parada nos la reservamos para el Lewis Café en St. Clair.
El nombre de «Lewis» se refiere al explorador que junto a William Clark fueron elegidos por el Presidente Jefferson en 1903 para dirigir la expedición por el río Missouri y explorar los afluentes que comunicasen con las aguas del Océano Pacífico. El propósito de este viaje era conseguir una comunicación fluvial más directa y factible para practicar el comercio. Pernoctaron antes de la salida en St. Charles y por tal evento toda esta zona cuenta con diversos locales y lugares con sus nombre (Lewis & Clark).
Nos degustamos una buena «pie» con un cucurucho de ice-creme que me lleva a recordar que fue en Missouri, concretamente en St. Louis donde por primera vez en 1904 se sirvieron los helados de esta forma en la celebración de la Exposición Universal. La historia del cono del helado es muy curiosa pues se debió a que el inmigrante sirio Ernest Hamwi tuvo un día de muchas ventas y se quedó sin recipientes. Cerca de él estaba otro inmigrante libanés Abe Doumar vendiendo una especie de pastel-galleta y le sugirió a Hanwi la posibilidad de utilizar sus galletas haciendo con ellas un cono ya que en su tierra los pasteles se presentaban así rellenos de crema dulce o mermelada. Ernest Hamwi puso en práctica la idea y … hasta hoy.
Pues con el gusto de la tarta de «strawberries» (que así es como llaman por aquí a las fresas), pusimos rumbo a Meramec Caverns que son unas cuevas con unas estalagmitas (desde el suelo hacia arriba) y estalactitas (desde el techo hacia abajo), impresionantes. (Detallo la orientación porque a mi siempre me asalta la duda). Además estas espectaculares formaciones son famosas porque en ellas se escondieron Jesse James y su banda de forajidos y hasta aquí llegó el sheriff Mcanan intentando detenerlos. La visita es muy singular porque a lo largo del recorrido te encuentras con figuras de Jesse & Cía y el pertinaz Mcanan, armados y entre las rocas. A veces tienes la impresión de que se les va a escapar algún tiro y te lo vas a llevar puesto y … al final cuando empiezas a relajarte y te encaminas hacia la salida, en una especie de anfiteatro te presentan un espectáculo de luces y sonido con himno incluido y bandera ondeante que alucinas.
Inolvidable y no digo más.
Y tras esta visita viene uno de los momentos estelares del viaje. Llegamos a Cuba. Una ciudad bautizada con ese nombre porque los primeros que construyeron su casa aquí tenían conocimiento de la isla caribeña y echaron a suertes el nombre eligiendo entre Amanda o …., bueno, aquí ya sabéis cual salió, … y no sé decir si por el calor, el espectáculo sufrido en las cuevas, o …, la cuestión es que al llegar a este pueblo e intentar situarnos para no perdernos nada, encontramos una explanada inmensa perfectamente preparada para el aparcamiento con sus rayas en el suelo y todo y ya se sabe, que te lías y te lías con tanto espacio y aparcamos justamente en el medio. Todo ello hemos sido conscientes mucho más tarde, pero al grano, … salgo del coche y se me acerca un señor que me echa una parrafada tremenda (en inglés ¡claro!) y yo que me enteré un poquito más tarde que estaba hablando conmigo …, observo y veo que lleva un balde en la mano lleno de agua e imbuida por el convencimiento de que esta gente es súper-agradable, entendí de la misma que este hombre nos quería ayudar a limpiar el coche.
Inexplicable ¿eh?, pues juro que en ese momento yo estaba convencida y por tanto le insistí lo de gracias, muchas gracias, pero no, no, gracias, muchas gracias, hasta que se fue.
Arrancamos a buscar los tesoros de la villa y ya no sé si al pillar sombra o que te vuelve el intelecto al cuerpo, empezamos a darle vueltas y llegamos a la conclusión de que habíamos aparcado en el parking de la Iglesia Baptista, que ese hombre era el pastor, que lo que nos decía era que ese aparcamiento era de la iglesia, que teníamos que aparcar en un parking que estaba a la vuelta y que el hombre se acompañaba de un balde con agua porque estaba arreglando un jardincillo. Os podéis imaginar a partir de esta revelación el ataque de risa y desde ese momento, cada vez que alguien nos dice algo y no lo entendemos, automáticamente pensamos que nos quiere limpiar el coche. Volvimos y el señor seguía en el jardín, … ni mirarnos y eso que pitamos en plan educado a modo de despedida, … por supuesto no nos atrevimos a quedarnos al oficio religiosos.
Visitamos todos los murales de la ciudad que son muy vistosos así como el Crawford County Historical Society Museum donde nos trataron muy bien y nos regalaron hasta un mapa y por último antes de abandonar el pueblo nos acercamos al «Route 66 Outpost», una tienda muy singular donde a la entrada te encuentras con la silla más grande del mundo, o eso dicen y dentro un montón de recuerdos, curiosidades y un rincón de especialidades de la zona muy picantes, estoy hablando de la salsa Intertwined Swine BBQ Sauce que según consta en la llamativa etiqueta de sus envases «The Best Fucking Pig Sauce You Ever Tasted».
Aquí nos encontramos con Rakel e Iñaki, una pareja residente en Iruña, de Gipuzkoa él y ella de Basauri, que estaban haciendo la ruta. Imaginaos, todos vascos y con la misma guía de la ruta bajo el brazo, pasamos un buen rato de conversación, nos sacamos unas fotos y nos contamos nuestro diario de «anécdotas», … muy divertido.
Nos despedimos convencidos de que nos íbamos a volver a encontrar pronto y sucedió enseguida, pero esto pertenece a otra etapa y es entonces cuando habrá que contarlo.
Por último nos acercamos a Rolla donde todavía íbamos a dar la última campanada del día. Llegamos y nos pusimos a recorrer la ciudad y en una de éstas avistamos a la izquierda un mural maravilloso. Giro profesional instantáneo y es en ese momento que oímos, nosotras y todo Missouri la sirena del sheriff. Se nos instala el coche detrás nuestro y claro!!! paramos. Manos al volante, sin moverse (esto lo hemos visto en infinidad de pelis) y a esperar. El sheriff que no mueve ficha y nosotras desquiciadas optamos por salir del coche. Él de la misma sale y se nos acerca echándonos una parrafada mayor que la del pastor baptista, mientras nos señalaba una señal (valga la redundancia) de dirección prohibida. Era tan evidente que se nos desataron los nervios e iniciamos una verborrea en varios idiomas, perfectamente sincronizada con gestos provenientes de todas las articulaciones que en ese momento teníamos a mano. Hacía calor y este gran hombre se dio cuenta que no había nada que hacer y tras otra parrafada en la que por lo menos conseguimos callarnos, se marchó tras parar el tráfico y dejarnos aparcadas en situación correcta. Hoy es el día que no sabemos que dijo, pero intuimos que quería limpiarnos el coche. Así son, entrañables.
Tras este sucedido, partimos para el motel veloces para evitar nuevas sorpresas.
Resumiendo, 219 millas y el coche limpísimo.
Nos preparamos una cena estupenda y a dormir, … mañana será otro día .
Seguimos contacto.
Dia 23 de julio, 23º nublado.
Nos echamos muy pronto a la carretera porque hoy cruzamos el Mississippi y llegamos a Missouri.
Hemos crecido con las aventuras de los personajes de Mark Twain y queremos celebrar el inicio de esta jornada con un desayuno muy especial.
Nos agenciamos nuestra jarra de café preferida y aún realizamos un nuevo descubrimiento que ha conseguido ser uno de nuestros bocaditos dulces preferidos del viaje.
Paramos en un «breakfast» y cuando estábamos con el terrible dilema de elegir la «cookie del desayuno», observamos en un cestito una especie de buñuelos que resultaron ser los agujeros de los donuts.
¡Que fue aquello! …toda la vida preguntándonos el porqué los donuts tienen agujeros y sobre todo lo que más duele ¿quién se ha comido un trozo de mi donuts? y… por fin la vida te da esta oportunidad de hacerte justicia y poder ir reduciendo la deuda, concretamente regularizamos 12+2, estos últimos de regalo pues la señora nos vió tan emocionadas que se vino arriba y quiso poner su granito de «donuts» en nuestra fiesta.
Paquetito en mano, nos dirigimos al Old Chain of Rocks Bridge que es un puente precioso, ya en desuso pero muy cuidado que permite cruzar andando desde Illinois hasta Missouri y por supuesto sobre el Mississippi.
Momento memorable de la ruta dedicado a Tom Sawyer y Huckleberry Finn.
Tras este dulce y feliz momento, ya en Missouri que es la Puerta del Oeste nos fuimos a Saint Louis a la búsqueda del Gateway Arch, un arco impresionante que es el monumento más alto de EEUU y que precisamente representa la puerta de entrada al Oeste.
Este arco impresionante de acero inoxidable con 192 m de altura es visitado al año por unos cuatro millones de personas.
El arco cuenta con un centro de visitantes que alberga el Museo de la Expansión hacia el Oeste en el S. XIX y se puede acceder a un observatorio en la parte superior desde donde hay unas vistas impresionantes que pueden alcanzar en un día claro hasta 48 km de distancia.
Paseo por el downtown de la ciudad y visita al Missouri History Museum.
Esta última una visita muy recomendable, donde actualmente se expone los 250 años de la historia de Sant Louis y además una exposición sobre «American Spirits: The Rise and Fall de la Prohibition», con una colección muy amplia de libros del tema y por supuesto con una buena representación de libros de cocina con las recetas más especiales de St. Louis. Pasamos un rato ojeando muy divertido.
Luego visitamos el Home of Bigfoot, donde tienes unos coches con unas ruedas gigantes (llegan hasta 3 metros), con los que han ganado un montón de competiciones, … pero llegamos tarde y estaba cerrado. Al final nos conformamos con ver el letrero del taller que es muy sugerente y nos pudimos hacer idea de la envergadura de esos «bichos».
Este día lo cerramos con 177 millas, motel, cena y a descansar porque mañana nos espera otro gran día descubriendo Missouri.
Seguimos en contacto.
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