Esta tarta llega con una gran historia. Dicen las malas lenguas que por un despiste de Stéphanie Tatin o de su hermana… porque fogoneando esta tarta estaban las dos, al caramelizar más de la cuenta unas deliciosas manzanas se les ocurrió colocar la masa de hojaldre por encima para evitar desperdiciar el postre y tras ornear el invento abrieron el horno y se encontraron con que había nacido una estrella de la cocina francesa.
La tarta está de 10, con ese aspecto rústico de los de “fait à la maison”, … ideal para esos días fríos y ya no os cuento si además está lluvioso y te encuentras al llegar a casa con esta “Tarte Tatin” y dicho esto es calzarse las zapatillas y cuchillo en ristre arrear un tajazo que dado nuestro talante contenido con un poco de suerte no le rebanamos más de una ración.
Luego como pensamiento positivo siempre argumentamos que no dejan de ser manzanas y pasamos por encima del azúcar y la mantequilla con mucho sigilo, también respeto, pero sobre todo mucha discreción.
Si os apetece probar este exquisito error, enseguida vamos a disfrutar con la receta de las hermanas Tatin.
Preparamos los ingredientes, el delantal puesto y empezamos.
INGREDIENTES: 5 manzanas grandes (de la clase que os gusten),150 g de mantequilla, 150 g de azúcar, canela (opcional) y 1 lámina de hojaldre.
PROCESO DE ELABORACIÓN
Pelamos las manzanas, quitamos las pepitas y cortamos en cuartos. Reservamos.
En un recipiente de borde alto que podamos luego llevar al horno, colocamos la mantequilla y el azúcar glass.
Ponemos en el fuego y con una espátula de madera mezclamos bien hasta conseguir que se diluya toda la mezcla y empiece a tener un colorcito claro.
Incorporamos las manzanas que vamos colocando en círculos concéntricos, con la parte de las pepitas hacia dentro y espolvoreamos la canela.
Las cocinamos a fuego lento durante unos 45 minutos, revisamos si están blanditas (si es necesario podemos dejarlas unos 10 minutos más) y las retiramos
Esperamos unos minutos que se enfríe un poco y colocamos encima la lámina de hojaldre metiendo los bordes hacia dentro del recipiente.
Llevamos al horno previamente pre-calentado a 200º, durante 30 minutos.
Sacamos y esperamos 5 minutos para desmoldar la tarta.
Pasamos el cuchillo por los bordes, colocamos un plato mayor que el recipiente utilizado, damos la vuelta y a comer.
Esta delicia se sirve caliente.