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Hoy propongo esta tarta exquisita que recoge como nadie nuestras frutas de invierno y maridan de maravilla con las amarillas que nos llegan del trópico:  el mango,  que viene a ser el melocotón y el caqui,  como fruta tropical también de invierno.
Dadas las fiestas del momento y habiendo tirado la báscula por la ventana demos al cuerpo un último embate de calorías y según finalicemos esta propuesta, queda prometido empezar la cuesta de enero perdiendo todos estos excesos en cada una de las recetas que nos vayamos a llevar a la boca.
Estoy hablando del chocolate que lo preparamos con un zumo de mandarina y nos queda con un punto que a nosotras nos apasiona, diferente, especialmente dedicado para amantes del chocolate y  … nada más y nada menos que con unas mandarinas made in Muskiz, recién recogidas,  excepcionales.
Almendras, nueces, unas pasas y la pasta filo que tan bien nos  envuelve nuestras tartas rústicas.
Estos deditos ya me tiemblan porque están soplando el chocolate y ya quieren meterse de lleno en el cazo para probar si está en su punto, el delantal atado hace un rato así que ya os lo estáis poniendo, metedle un poco de calor al horno que enseguida tenemos esta tarta preparada para el remate final.
Sería razonable preparar una mesa que esté a la altura, no olvidéis que estamos ante una triste despedida antes de iniciar la entrada a la dieta sana.  Amén.
Empezamos.

INGREDIENTES:
2 Peras
2 Manzanas
1 Mango
1 Caqui
2 Kiwis
12 pasas
6 orejones
70 g almendras
70 g nueces peladas
1 mandarina
50 g mantequilla
6 hojas pasta filo
1/2 vaso de agua

ELABORACION
Preparamos las peras y las manzanas
Ponemos al fuego un cazo con 1/2 vaso de agua y dos cucharadas de azúcar.
Incorporamos la manzana y la pera descorazonadas y limpias y dejamos que junto con un palo de canela se vayan haciendo poco a poco a fuego lento.
Cuando podamos traspasar la fruta limpiamente con un cuchillo, retiramos, colamos y reservamos.
El caldo también lo reservamos.

Preparamos el chocolate
Preparamos el zumo de las mandarinas y echamos a un cazo junto con las onzas de chocolate.
El fuego alto y removemos constantemente.
Retiramos de vez en cuando y seguimos removiendo hasta que este totalmente diluido.
Retiramos y reservamos.

Preparamos la tarta.
Vamos colocando en el recipiente que irá al horno la pasta filo de una en una,  pintando de mantequilla que la tendremos diluida.
La pasta la colocaremos dejando las esquinas bien asomadas para luego cerrar la tarta y que nos quede con una especie de volantes.
Al fondo echaremos parte de los frutos secos que los tendremos machacados en el mortero, pasas y orejones.
Seguido colocamos las manzanas y las peras troceadas y escurridas.
Ahora una nueva remesa de pasas, orejones y frutos secos.
Vertemos parte de los jugos de las manzanas y las peras.
Llega el turno de los frutos tropicales que tendremos en el caso del mango ya pelado y fileteado.
El caqui igual pero nosotros en casa no le quitamos la piel.
Antes de cerrar, si el chocolate está muy espeso, le añadimos un poco de jugo si nos ha sobrado de las manzanas y las peras y removemos bien.
Echamos por encima de la tarta para que se cubra bien y se cuele por las rendijas y permita consolidar bien toda la estructura.
Cerramos, pintamos bien la pasta con la mantequilla y por último espolvoremos con los frutos secos sobrantes.
Dejamos algún agujero para que respire el pastel y sellamos las imperfecciones con el kiwi.
Horneamos durante 30 minutos a 180º.
Y ya está, preciosa y rica.