Uno de los rincones más bonitos de nuestra costa, Ondarroa. En las imágenes podemos ver como era esta hermosa villa marinera en los años 80.



Las mañanas de los domingos tenían bastante de ritual, tras “cumplir” con las obligaciones religiosas, el paseo era todo un clásico. Un punto de encuentro era La Casilla, allí se juntaba mucha gente para ver a los “charlatanes” y ya de paso comprar alguna de sus increíbles y maravillosas ofertas.
Recuerdo la frase: “ni cinco, ni cuatro, ni tres, ni dos, ahora le damos una maravillosa máquina de escribir, último modelo, por una peseta”. El público miraba entusiasmado aquella generosa oferta, en el fondo sabían que les estaban dando “gato por liebre”, pero quien se podía resistir a tan “suculento” negocio. Una máquina de escribir por una peseta, ¡¡ NADA MÁS!! Pues sí, había más, el charlatán era hombre generoso, si eras de las cinco primeras personas que adquirías el producto, te regalaba un peine, unas pinzas y una redecilla para el pelo, y si encima le caías bien te daba unas cuchillas de afeitar, vamos, que tiraba el negocio por la ventana. La gente picaba, y de pronto se formaba un corro junto al “artista”. Le quitaban de las manos -a cambio de una peseta, eso sí- el preciado artículo. Un bolígrafo era la tan cacareada máquina de escribir, tampoco les había engañado tanto, lo único que no les había dicho, es que era con “tracción animal”.
El “charlatán” tenía sus ayudantes, eran personas que se colocaban entre el público y empezaban a “desear” con ahínco los productos, y así, por mimetismo, iban contagiando al personal las ganas de adquirir tan buena oferta. Ese sistema ha funcionado siempre, solo había que ponerse en una calle céntrica mirando para arriba y gritando ¡¡no se tire, no se tire!! para que a los pocos momentos hubiese un nutrido grupo de personas haciendo y diciendo lo mismo. Es que hay que ver como somos….
De allí, y con la “máquina de escribir” a cuestas se iban los mayores a tomar un blanco, los niños un mosto, eso sí, con aceituna, que como dice mi amigo Rafa “no perdamos las buenas costumbres”, después y si no habíamos dado mucha guerra, nos compraban unos cromos y a comer, por la tarde al cine de la parroquia y se acabó el domingo. Mañana más y mejor.
Agur

Domingo por la mañana, las calles recién regadas. La Gran Vía era un remanso de paz. El edificio del Banco de Bilbao haciendo guardia.

Plaza elíptica, a la izquierda de la imagen podemos ver la grua en la obra del edificio Sota en su conversión a sede de la Hacienda Foral.
Iberduero, Iberdrola, el próximo será Florenduero?. Aquí se cambian mucho los nombres pero la electricidad cada dia más cara. Al paso que vamos habrá que volver al imán en el contador……

Iban como locos, el olor a gasolina quemada impregnaba toda la zona y del ruido ni hablamos. Me imagino a nuestro alcalde acompañado de sus concejales y con el talonario en la mano, como se iban a poner… aunque ahora con los radares no necesitan moverse del sillón para recaudar lo mismo, o más.
Al poco tiempo de inaugurar los túneles de Begoña y la carretera “nueva” –así le llamábamos- se celebraron varias carreras de motos. El recorrido iba desde Begoña hasta el cruce de Ibarsusi, justo donde estaba el fielato, allí daban la vuelta y otra vez para arriba, y así hasta acabar la prueba.
Recuerdo que más o menos coincidió con una visita que hizo “Patxi” a Bilbao para conmemorar los famosos “25 años de paz”. En el exterior del túnel de Begoña –mirando hacia Santutxu- pusieron unos carteles enormes que indicaban el motivo de la visita.
Esta carretera sirvió para descongestionar la muy saturada subida a Miraflores, permitiendo la entrada y salida de Bilbao por otra zona que no fuese el Casco Viejo.
Pasado el tiempo seguimos teniendo saturación en todas las salidas de Bilbao, eso sí, saturados pero a 50 por hora, que no se diga que no somos de Bilbao….
Agur

Todos los inicios son duros y el de una televisión más. Aqui podemos ver una de las primeras unidades móviles con la que contaba ETB. No podemos dudar de la profesionalidad del público asistente….

Juraría que esta «chica» estaba «embarazada» por la mañana… serán cosas del tiempo

En aquellos años ya empezaban a proliferar las «tribus» urbanas