Calladitas estábamos más monas

Y digo estábamos porque el silencio se ha acabado. En las I Jornadas Internacionales Feministas organizadas por el semanario digital CTXT que se han celebrado los dias 8 y 9 de noviembre en Zaragoza, si algo ha quedado claro es que no hay quien nos pare, ni nos calle. El primer día comenzó con la presentación del  barómetro realizado por 40dB y dirigido por la prestigiosa ex-CIS Belén Barreiro bajo el título El Feminismo en España, ¿realidad o burbuja? y que lanza porcentajes tan potentes como que el 58,6% de las mujeres se sienten feministas aunque solo milita el 1,2% de la población; que una de cada cuatro mujeres afirma haber sido agredida, pero solo el 8% lo denunció y diversos temas interesantes y relevantes al respecto que os invito a consultar.

Pero esto sólo fue el principio, no habiamos hecho nada más que sentarnos y empezaron a participar en distintas mesas y debates hasta 40 mujeres de diferentes países: diversas, politólogas, periodistas, escritoras, indigenas, gitanas, activistas, sociólogas, políticas, de color, trans… y todas con un sólo objetivo: cambiar la sociedad desde el Feminismo. Hasta 700 mujeres estuvimos allí escuchando, aplaudiendo, emocionándonos, y sobre todo disfrutando de momentos e intervenciones valiosas pero sobre todo muy inspiradoras.

Me voy a dejar muchas de las que componían el programa en el tintero. Disculpas. No puedo sin embargo, dejar de nombrar a la inmensa Cristina Fallarás explicando como nunca se nos ha creído cuando denunciabamos la violencia machista (o exagerábamos o mentíamos) simplemente porque nos han estado robando  el espacio para construir una memoria colectiva a través de nuestras narraciones en primera persona. Ella lo consiguió poniendo en marcha su #Cuentalo (en el que yo misma participé con mi experiencia personal). Puso voz a las mujeres contando sus relatos de violencia machista y así, el silencio se acabó. Ni monas, ni calladitas vamos a estar porque ahora, ya por fin somos imparables.

Quiero nombrar a Marina Sáenz, que estudió la carrera en Bilbao, por cierto. Profesora de Derecho en la Universidad de Valladolid y activista transexual, por su asertivo y enriquecedor testimonio.

A Rosa María Calaf con la que tuvimos la suerte de compartir desayuno y que hizo estallar al auditorio en aplausos cuando afirmó que «las niñas tienen que dejar de querer meter su pie en un zapato de cristal y romper a patadas el techo de cristal». Una mujer con una vitalidad que impresiona.

A la incisiva Pepa Bueno cuando los aplausos volvieron a retumbar al resumir en dos líneas (como gran periodista que es) cómo hablamos nosotras en público y como hablan ellos.

A Rosa Martínez Diputada de Unidos Podemos en su brillante análisis entre Economía y Feminismo.

A Lolita Chávez por su siempre generoso y estremecedor relato y a la que agradezco esa frase que me entusiasma y que ella tanto utiliza: «las mujeres tenemos que acuerparnos«.

A Cristina Narbona por su excelente discurso, a Rokhaya Diallo hablando sobre el yihab y el empoderamiento de las personas racialiazadas desde su condición de mujer negra y musulmana y a Almudena Grandes haciendo honor a su apellido cuando rotunda afirmó «hay que dejar de aceptar que nuestra literatura es minoritaria y que la masculina es universal». También a la incansable Andrea Momoitio con su mochila llena de Pikaras, y sobre todo, a Ada Colau por su brillantez, su capacidad para empatizar con todas desde el minuto uno, y su sinceridad.

Han sido dos días emocionantes. Dos días sonriendo y aprendiendo. Han sido dos días para transformar el mundo a través del Feminismo. Ese Feminismo que como dice la Fallarás es Solidario, Internacional y sobre todo Revolucionario. Por eso estamos muy, muy #OrgullosasdeSerFeministas. Y por eso, ya  #NoHayMarchaAtrás. 

Nota: algunas fotos son personales y otras están capturadas directamente de www.ctxt.es

 

 

El clítoris es político

“Conocer el clítoris es profundamente político y estratégico”. Con esta afirmación la activista y luchadora guatemalteca Lolita Chávez, dejaba impactado al auditorio de la sala Petra Kelly del Parlamento Europeoen el 25 aniversario del descubrimiento de su asesinato por violencia machista, el jueves 19 de octubre  en la conferencia “Justicia Climática: La Transición Energética con Perspectiva de Género” en Bruselas, con una sala al completo y que hasta a sus propios organizadores y organizadoras sorprendió el interés suscitado.

Lolita Chávez está nominada al Premio Sajarov de los Derechos Humanos que concede el Parlamento Europeo, y por ello  fue invitada para abrir la conferencia  y dar su opinión con respecto al tema que se iba a tratar. Y empezó a hablar, y nadie, absolutamente nadie, pudo abstraerse de las palabras de esta mujer que se pasea por el mundo vistiendo como indígena que es, como forma de reclamar la identidad que le quieren arrebatar, y a la que unos momentos antes de que empezara la conferencia tuve el honor de saludar: daba gusto ver cómo se movía  por la cantina del Parlamento Europeo entre trajes, corbatas y tacones. Todo un ejemplo de dignidad.

Había conocido a Lolita el día 8 de este mismo mes en el acto político, Reconocer la Verdad de las Mujeres celebrado en Bilbao,  para reflexionar desde las experiencias de diferentes tipos de violencia machista en los últimos 50 años, qué y cómo pueden aportar al proceso de Paz, organizado por el Foro Social/Foro Soziala. Escuchamos a diversas mujeres con testimonios muy duros, violación, torturas policiales, lesbofobia, racismo… pero cuando Lolita cogió el micrófono fue cuando se nos encogió el corazón, con su sabiduría, con su dulzura, con su rabia, con su acumulación de sufrimiento por haber y seguir sufriendo la violencia en su carne por ser luchadora, por ser indígena, y sobre todo por ser mujer. Lloramos en silencio, sufrimos con ella y nos correspondió con una lección de tenacidad en la lucha, de no dejarse vencer, en  pocas palabras,  con una lección de esperanza. #NikSinistenDizut

Pregúntense qué tiene que ver el clítoris con la Justicia Climática, pero si la hubieran escuchado lo hubieran entendido. Lolita habla de las mujeres como motor del cambio y para ello defiende el empoderamiento de las mismas. Empoderamiento que no puede darse si no hay una lucha continua contra el patriarcado y sin una “revolución” desde lo íntimo a lo público. Y es ahí, cuando las mujeres son capaces de romper la barrera invisible entre ambos espacios, cuando se vuelven poderosas, pero también peligrosas. Nos contó que ella no supo lo que era el clítoris hasta estuvo en la universidad, y al decirlo se le notaba la rabia contra quienes ocultan y privan a las mujeres de armas poderosas para su lucha: el conocimiento y control de su cuerpo. Nada nuevo dirán, y esto lo aporta la autora de este post, nada que no deja de pasar. En la derecha es sabido pero en la izquierda, el machismo y el patriarcado se cuelan por  todas las rendijas para privarnos de lo que nos da poder.

Este pequeño análisis con el que comenzó la conferencia tiñó de morado y verde toda la tarde en Bruselas. Se habló de muchas cosas, y se puso en evidencia a través de las ponentes, la mayoría mujeres como no podía ser de otra manera, que las mujeres y las niñas son las que más sufren a causa del cambio climático y sus consecuencias, no sólo económicas porque de partida son más pobres, también a causa de las violencias machistas después de todos los desastres.

Las conclusiones a las que se llegaron fueron importantes, como la transcendencia de definir y visibilizar el rol que las mujeres juegan en la Transición Energética hacia energías limpias, y en la mitigación del cambio climático, porque ello beneficiaría a las mismas en primer lugar.

Sin duda, una de las ideas centrales es que para llevar a cabo esta transición hay que poner en el centro los cuidados de la vida: creo que ya nadie discute que somos interdependientes y ecodependientes, o lo que es lo mismo, todas las personas necesitan cuidarse entre ellas (sin que esto sea responsabilidad de las mujeres únicamente) y cuidar del planeta. Un planeta al que como dijo Nerea Ramírez de Ecologistas en Acción en vez de cuidarlo, le hemos declarado la guerra y no dejamos de hacerle daño.

Es por tanto prioritario, como conclusión final, reconocer que las mujeres son agentes imprescindibles en la Transición Energética y ahí las políticas locales juegan un papel importantísimo. Queda mucho por hacer, y la clave es saber cómo se van a implementar dichas políticas en todos los programas a nivel europeo, estatal, autonómico y local. Es difícil, pero es cierto que conferencias como estas ponen el debate en la agenda política y de paso se cuela el clítoris en la misma. No me quejo: me parece un triunfo.

Nota: La Conferencia estaba organizada por los Verdes/Ale del Parlamento Europeo. Gracias a Florent Marcellesi y Linnéa Engstrom por organizar debates en torno a la necesidad de la participación de las Mujeres en temas de gran calado político.

Hay política #MásAlládeCatalunya