Zas en toda la boca: ¡MinistrAs!

Esta vez sí: 11 mujeres y 6 hombres en el Gobierno del estado español. Yo que me revelo como una compulsiva contadora del número de mujeres y hombres cuando se trata de comprobar cómo están compuestos los gobiernos, las tertulias televisivas, los consejos de dirección de las empresas y un largo, largo etcétera, esta vez no ha hecho falta. El ya de facto gobierno de España será mayoritariamente femenino y me atrevo a decir que feminista. Independientemente de mis diferencias con el PSOE, hay que reconocer que desde hace décadaas las mujeres de este partido han hecho mucho por el feminismo y el avance en los derechos de las mujeres. Y eso hay que ponerlo en valor. No me escucharán nunca quitárselo a todas aquellas mujeres que tanto en las instituciones como en la calle, hayan luchado por ello.

Creo sinceramente que la decisión de Pedro Sánchez por apostar por un gobierno no ya en paridad ( y menos en ese ridículo equilibrio 60/40 que alguien se inventó hace tiempo) sino con una clara apuesta por la mayoría de mujeres, es merecedora de reconocimiento. Ningún gobierno lo ha hecho hasta ahora y nadie había sido tan audaz . Y esto, pienso que va a marcar una nueva era. También es posible que alguna de estas mujeres nos defrauden… pero miren, estoy hasta allí de que me defrauden los hombres, así que no tengo duda de que peor no lo van a hacer. Estoy segura.

Una era que no es que comenzara el 8 de Marzo con millones de mujeres en las calles, sino que empezó mucho tiempo antes y ese 8M sólo fue la cristalización de tantos y tantos años de lucha, tantos y tantos años de discriminación, tantos años de asesinatos y violencias machistas… en definitiva, tantos y tantos años hartas de ser ciudadanas de segunda.

No se crean que soy una ilusa que piensa que el mundo va a cambiar de un día para otro. Pero permíntanme recordar a los negacionistas que esto ya no hay quien lo pare. Y lo mismo que sentí una gran felicidad el día que echamos a Rajoy, hoy siento un placer inmenso por darle un zasca en toda la boca a todos aquellos que no  se cansan de decir que no hay mujeres suficientes, que las mujeres a la hora de la verdad no dan un paso al frente, o como me dijo aquel director que tuve hace ya tiempo: «es que las mujeres no valen para ser directivas porque en el momento que son madres lo dejan todo por sus hijos». Solo tuve una respuesta: «tienes una hija y a ver qué dices cuando su jefe le diga un día lo que tú me estás diciendo a mi»… No me replicó.

Así que machirulos del mundo hagánselo mirar porque ya no vale esta mierda de excusas machistas y retrógradas. Hay mujeres más que suficientes y eficientes (muchas madres, por cierto) para gobernar, para llevar ministerios de peso, para dirigir, para tener poder y para todo aquello que nos de la gana decidir. Dejen ya de ponernos a cada paso el techo de cristal por encima de nuestros méritos y valor.

Ahora solo falta y ya va siendo hora, que la próxima presidenta, la proxima lehendakari y las principales figuras de los partidos politicos sean mujeres. Hagamos historia cada cual a su nivel. Demuéstrenlo con hechos, porque de otra manera todo será postureo. Yo mientras tanto, voy a disfrutar de este momento temiendo también que las críticas serán feroces para todas estas mujeres que le dieron un puñetazo al cristal y lo hicieron añicos. Para eso lamentablemente tenemos que estar preparadas pero nunca, nunca calladas.

Escotes a tutiplén!

Oír a estas alturas que hay mujeres que consiguen trabajo porque enseñan su escote, se acuestan con su jefe u otras perversidades fruto de los estereotipos que perduran en nuestra sociedad, me parece como poco, bastante frívolo en el contexto actual de paro, rescate y recesión que estamos viviendo

Llevo escuchando este tipo de argumentos durante toda mi vida, bueno, ese y otros, como que hay mujeres que mantienen sexo con sus jefes para ser ascendidas(disculpen por ser tan recatada, porque evidentemente cuando alguien se refiere a este tema, otros verbos más sonoros y explícitos son los que se usan ), o que las mujeres entre ellas se despellejan cuando trabajan juntas… En fin, una sarta de gilipolleces que sólo responden al machismo imperante que desafortunadamente también cala en el género femenino.

Así que me llevo las manos a la cabeza cuando leo estos días a una súper triunfadora diciendo que tenemos que ser reinas que no encuentren problemas en afrontar cualquier tipo de barrera que les impida triunfar en la vida. Lo de reina omito comentar, porque además de ser republicana no me gusta, y el resto de la frase la doy por supuesto. Señoras/es triunfadoras, eso lo hacemos millones de mujeres todos los días, no para triunfar, sino para simplemente vivir que no es poco en estos tiempos de penuria teñidos de desigualdad y falta de solidaridad. Además, lo de triunfar me chirría un poco. Hay mujeres que quieren vivir y trabajar y eso ya es un triunfo, y no necesariamente lo que los conservadores liberales denominan triunfar, que se refiere sobre todo a escalar en puestos de trabajo y que está escandalosamente estereotipado.

Sino que se lo pregunten a las Mujeres que están en paro en Euskadi que son el 51,17% de la población total. Y a la precariedad en la que viven en el mundo laboral: firman menos contratos indefinidos que los hombres y entre las mujeres la mitad de los contratos firmados son a tiempo parcial, mientras que entre los hombres el porcentaje es del 23,5%. Y ya no es por la formación: las mujeres tienen el más alto nivel de formación que se ha tenido nunca, vamos en mayor porcentaje que ellos a la Universidad y sacamos mejores notas. Desgraciadamente son tan malos tiempos que según los últimos datos, es entre la población universitaria donde más ha aumentado el paro. Decir malos tiempos es poco… come on baby and rescue me!

Así que si una mujer se pone un escote, dejemos de juzgarla en base a esos estereotipos y como somos inteligentes y con capacidad de discernimiento no lo enfoquemos como que está utilizando las malinterpretadas “armas de mujer”. Lo lleva porque le da la gana, que es algo que a muchos hombres les cuesta entender porque huele a independencia y libertad.

Eso sí, cabestros y cabestras  hay en todos los sitios. Uno me llegó a decir una vez que las mujeres mejor que fuéramos tapaditas a  trabajar, porque sino él no podía concentrarse. La respuesta era clara: el problema lo tienes tú y no ellas. Quieres que dejen de hacer lo que desean para evitar algo que tú no puedes controlar. Eso algunos musulmanes lo resuelven mejor: te ponen un burka y asunto zanjado. Al final es lo de siempre, como de alguna manera se transige con los derechos masculinos al dar por supuesto que prevalecen sobre los femeninos, a las mujeres nos toca siempre renunciar a algo.

Así que lo de los titulares de la noticia del escote en un periódico de derechas es sólo un síntoma de lo que está pasando y del retroceso que puede producirse en el terreno de la Igualdad como no nos movilicemos y estemos en estado perpetuo de vigilancia. Yo de todas formas, prefiero que me pille con escote, eso sí, que se tape quien le de la gana.