Si tocan a una, nos tocan a todas!

Esto del sobeteo, el meterte mano, los tocamientos y otras variantes de abusos sexuales a las mujeres se producen día a día. No exagero. A veces este tipo de agresiones se disfrazan de lo que irónicamente suele denominarse normalidad e incluso hay algunos que las tacharían de «naturalidad». Quién no se ha sentido alguna vez incómoda por esa mano que se detiene un poco más de lo normal cuando pasa por tus hombros o espalda. Ya saben, cosas que se han hecho siempre porque alguien creía que estaba en su derecho… y nosotras callábamos.

Y aunque afortunadamente en Euskadi las cifras de violencia machista contra las mujeres se ha reducido en 2016 con respecto a 2015 (Mayo), en un 9,2%, no es menos cierto que  el total de actos delictivos contra ellas se cifra en 1.678: casi 5 al día, es decir 5 mujeres agredidas y por ende 1.678 agresores. Y esto dentro de las cifras oficiales. A mi sinceramente, se me ponen los pelos de punta. Tengan en cuenta que todas esas agresiones de las que hablaba al principio, serán de las menos denunciadas…

Además, debemos añadir las asesinadas. Según feminicidio.net, a día de hoy son 52 las mujeres asesinadas por violencia machista en el Estado español. El impagable trabajo que hacen las organizadoras de este proyecto (ahora por cierto en plena campaña para conseguir mecenazgo y poder continuar con su labor) cuenta entre ellas, dos asesinadas en Euskadi: Margarita en Gasteiz el pasado junio y la bebé de un año, Alicia, en Barakaldo en enero.

No es NO

Este desolador panorama se agrava, si cabe, en verano con las fiestas, las juergas, las verbenas y todos aquellos momentos en los que las actitudes machistas y agresivas campan a sus anchas. Los hechos de este año en Pamplona en Sanfermines, dejan constancia de que desgraciadamente así es. La misma madrugada del día 7, a escasas horas de empezar la fiesta, ya fueron detenidos 5 tipos por violar a una mujer. Todos. Entre el sábado y domingo, otros cuatro por tocamientos y abusos sexuales. La buena noticia es que las mujeres cada vez tienen menos miedo y denuncian, y gracias a estas denuncias, estos machistas agresores pasan a disposición judicial. Otra cosa es cómo vayan a ser castigados y cuándo estarán de nuevo en la calle. La mala es que la violencia machista no cesa.

Las fiestas o el alcohol no hacen a los hombres ni machistas ni agresores. Sólo los que lo son y viven «agazapados» encuentran su hábitat perfecto en esas circunstancias para, sin poner freno a sus peores instintos, ejercer la violencia machista en todas sus manifestaciones. Miren, el otro día en una celebración a la que acudí, un tipo al que le debí parecer muy simpática, fue a hablarme al oído y me paso la lengua por la cara. Le mandé a la mierda, pero a partir de ese instante condicionó mi forma de poder vivir la fiesta como a mi me hubiera dado la gana, y a lo que tengo pleno derecho. El alcohol no es excusa.

san fermin sin agresiones

Así que cuando digo «si tocan a una nos tocan a todas», es siempre de una u otra forma la verdad. Todas nos sentimos violadas, sobadas, tocadas y maltratadas. Y cuando son asesinadas, todas sentimos que se nos va una parte de nosotras. Esto como ven, es auténtica sororidad.  Mientras, reivindicamos nuestro derecho a ser libres, dueñas de nuestro destino y que ningún baboso, violador, ni maltratador condicione o en el peor de los casos, acabe con nuestras vidas. #NOesNO

#NosQueremosVivas

#MachismoMata