UNA BUENA ASAMBLEA GENERAL AUNQUE CON AUSENCIAS

Domingo 14 de febrero de 2016

Puño rompiendo las cadenasHace 39 años no teníamos casi nada. Habían permitido tan solo la ikurriña. Juan de Ajuriaguerra se había presentado en Madrid con el Equipo Demócrata Cristiano en enero y el Lehendakari Leizaola y su gobierno seguían en el exilio. Pero el grito ensordecedor, junto al de ¡¡Libertad, Amnistía y Estatuto de Autonomía!! era el de ¡¡Nafarroa, Euzkadi da!!, si, con Z. Ese nombre imaginado por Sabino Arana con esa caligrafía tenía ya noventa años de rodadura.

Y se eligió Iruña, para culminar un trabajo de hormiga y discusión que había comenzado en junio de 1976.

El PNV era en marzo de 1977 una incógnita. Decían que un recuerdo del pasado. Pero, tras aprobarse las cuatro ponencias, se le eligió al navarro Carlos Garaikoetxea como presidente del EBB. Fue una apuesta estratégica. El puesto le correspondía por historia a Juan de Ajuriaguerra, pero se quiso apostar por Navarra. Y  además se le trajo a Don Manuel de Irujo del exilio de Paris por todo lo alto, en avión, y siendo el centro de aquella magna Asamblea. Eran tiempos emocionantes, y también de ingenio.

Y de allí surgió todo. Un buen diagnóstico y mejores decisiones tras mucha discusión. Y de hacer mucho caso a los que tenían experiencia: centrar la batalla en otro estatuto similar al del 36, recuperar el Concierto Económico para Gipuzkoa y Bizkaia, poner a Europa como centro y horizonte, apostar por Navarra en serio (no lo desarrollamos), recuperar el euskera, pactar con todo quisqui para  ir logrando subir las escaleras, hacer política en Madrid y conjugar en las directivas veteranía y juventud.

En 1977 HB, apoyaba a ETA y no quería hacer política. El PSOE se desgajó en PSE y PSN, y se cargaron a Navarra. La derecha parió a UPN. Los republicanos habían desaparecido junto al carlismo. AP seguía las indicaciones obsesivas de Jaime Ignacio del Burgo. Y la UCD se desgajaba en luchas internas. Solo el PNV aguantó el tipo y tuvo las ideas claras.

Treinta y nueve años después, el país está irreconocible. Nada que ver con aquel desierto institucional de 1977. Hemos ganado en todo, aunque hemos bajado en emoción. No es fácil mantener esa constante. Pero el nacionalismo es emoción. Y su mejor gasolina. Es lo que mueve a la gente. Los partidos de cuadros gestionan, los que tienen 121 años, gestionan, movilizan y emocionan. Por eso duran.

Las primeras palabras leídas por Andoni Ortuzar, tras ser elegido, y empezar su disertación pública el domingo las escribió en 1977 Alberto Elosegui. Y la imagen que utilizó Alberto y la que repitió Andoni con acierto era muy buena. En 1977 el puño estaba cerrado, ahora abierto. Ese puño lo había dibujado Koldo Ruiz de Aguirre en Caracas. Yo se lo había encargado sacando la idea de una revista argelina donde un puño le pegaba a un alambre de púas. Luego nos lo quitó EIA y Mario Onaindia. Pero es nuestro. Y me encanta que se haya recuperado.

El slogan, lo fabricamos entre Alberto y quien ésto escribe. Y que 39 años después siga vigente a uno le satisface y le remacha en la idea de que es mejor oir a la gente, que seguir a pies juntillas lo que una agencia de publicidad dicta. Si, eso está ben, pero ese slogan lo hicimos dos aficionados sabiendo lo que era y había sido el PNV  y, ¡mira por donde!, perdura.

Si me hubieran preguntado cómo se organizó aquella Asamblea de salida en estampida para que fuera nombrado les hubiera dicho que no se olvidaran de Joseba Goikoetxea asesinado por ETA. Fue el gran organizador logístico  de aquel tinglado con Emilio Mardaras  y varios más. Incluso tuvieron un altercado con la extrema derecha que por aquellos años pululaba por Iruña. Salíamos del “biotopo bizkaino” como con  acierto  lo ha nombrado Ortuzar.

Y he recordado en El Baluarte a la ingente cantidad de personas fallecidas. Demasiados. Toda la generación de la guerra, que había sobrevivido al franquismo ya no está, no  queda ni uno, y muchos más.

Ni Estornés Lasa, Ormaza, Solaun, Arredondo, Elorriaga, Clavería, García Falces, Pello Irujo, Azurza, Zubiri, Elustondo, Castañares, Robles, Unzueta, Verdes, Lauroba, Timoteo Plaza, Inza,…….Ya no están con nosotros y con su fe del carbonero en relación con el jelkidismo.

Pero no hubiera estado nada mal que se hubiera invitado a los responsables de las cuatro ponencias: Política, Organización, Socioeconómica y Cultura. Trabajaron mucho y bien. Y con mucho debate. El propio Arzalluz lo reconocía en Deia el pasado sábado a cuenta del Jel, pero también lo hubo en la ponencia socioeconómica, con el euskera y con qué tipo de euskera, en si teníamos o no que tener un secretario general, en el peso de las extraterritoriales, en las incompatibilidades, en….Pero lo que se aprobó en Iruña  fue a Misa. Y a los dos meses nos registramos en Madrid. Nos llamaron traidores, pero ahora ellos van encantados  a la Villa y Corte e incluso negocian con la Fiscalía reconocimientos varios que redunde en las penas.

¡Cuánto tiempo perdido por no hacer caso al PNV!.

La Asamblea del domingo ha estado muy bien. Buen slogan buena presentación icónica y de escenario, buen sonido, buen lugar, invitados adecuados, buen discurso omnicomprensivo de Ortuzar, palo y zanahoria, prudencia y osadía, con la acertada imagen del caminante, hilo central de su disertación.

Solo he echado en falta la presencia de ex presidente del EBB, Xabier Arzalluz y Josu Jon Imaz, del Lehendakari Ibarretxe, y de la veteranía en un acto que debía haber sido, además de orgánico, familiar. Bien es verdad que se han proyectado las imágenes de todos los presidentes del EBB incluida la de Garaikoetxea, todo un acierto y un culto a la historia necesario, pero han faltado los ponentes, los consejeros de todos los gobiernos que hemos tenido, las viudas y familiares, los alcaldes y diputados generales, los parlamentarios vascos, diputados como Marcos Vizcaya  que estuvo en aquella asamblea como fotógrafo, ponentes constitucionales como Mitxel Unzueta, redactores de las ponencias como Iñigo Aguirre, Josu Bergara, Kepa Sodupe, y la mayor parte posible  de la gente que estuvo en aquella Asamblea, asi como la familia Irujo.

No sé por qué se es tan remiso en invitar a los protagonistas de esta historia de 39 años con lo que a la gente le gusta no verse solo en funerales. Y no lo digo yo solo. Lo hemos comentado Xabier Aguirre y Pilar García de Salazar, que somos los tres últimos mohicanos de aquella histórica asamblea, recordando como  tuvimos especial empeño, por indicación de Ajuriaguerra, en que Manu Robles Arangiz, Julio Jauregui, Pedro Basaldua, Doña Concha Azaola, Mikel Isasi, las viudas de Lasarte, Aguirre  y de otras personalidades tuvieran su palco de honor. Habían estado a las duras y la Asamblea les debía el reconocimiento de cuando se atisbaban las maduras. Pues no han estado. Y lo siento por ellos y por la historia del propio PNV. Decía Landaburu que el PNV era una gran familia. Pues en esta celebración ha faltado muchos familiares, mucha gente, a pesar de que se haya llenado el gran local.

Salvo ésto, todo perfecto y espero sea el del domingo motor del mismo impulso que lo fue hace 39 años. Puedo decir con orgullo que estuve allí, como burukide del BBB y he estado hoy, representando a la extraterritorial de Venezuela y depositando los dos votos en la urna.

Nosotros, y los organizadores de esta Asamblea pasaremos y los actuales pasarán, pero tiene toda la pinta que el EAJ-PNV, perdurará. Ahí está el detalle.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *