Lunes 28 de agosto de 2017
Con el apoyo a la iniciativa de sustentar la presencia de Mariano Rajoy en el pleno del Congreso para que conteste a lo hecho en Gurtel, el PNV ha irritado a dos polos opuestos.
Al PP, porque no creen procedente que tras los acuerdos presupuestarios el PNV vote con la oposición la comparecencia del presidente.
No se dan cuenta que acuerdos puntuales no son acuerdos eternos e irrestrictos. Y que no es malo que se dé cuenta de lo hecho en la sede donde hay que hacerlo.
Y, el otro polo opuesto irritado, han sido Podemos y Bildu. Querían que el PNV votara en contra de la comparecencia para alimentar ese discurso facilón y falso de la derechona vasca apoyando a la derechona española y esto les descoloca.
Pero ésto es hacer política y no hacer el indio bravo como hacen Bildu y Podemos.
Barrer para casa lograr acuerdos, saber en qué terreno prácticas el juego, explicarlo bien y no hacer caso a los ladridos de la caravana. Eso es política parlamentaria y el que no lo entienda tiene dos problemas.
Yo estoy muy contento con estos dos berrinches.