Jornada de reflexión en Ziortza-Bolibar

Sábado 27 de abril de 2019

Como todos los años por estas fechas, aniversario de la Declaración de independencia de Venezuela el 19 de abril de 1810, la comunidad vasco venezolana suele celebrar una comida de esas que se llaman de hermandad. Este año la hemos querido hacer en La Puebla de Bolívar, de donde es originario el Libertador y a tal efecto hemos comenzado la jornada con una misa marchosa de esas que se recuerdan porque si hubiera curas como Aita Patxi, un sacerdote de Segura que pasó diez años en Venezuela, las iglesias estarían llenas.

Ha simultaneado el euskera con el castellano y se ha llevado una imagen de la Virgen de Coromoto y unas maracas de los diablos de Yare donde estuvo destinado nada más llegar a Venezuela en los años sesenta haciendo una misa coloquial y participativa y agradeciendo en todo momento la acogida que Venezuela le hizo, a él y a los vascos, hasta el punto de confesar que aquel país le humanizó. Era un cura almidonado de la época, con mucho dogma y poca vida, que ante una nueva situación tuvo que adaptarse a un país distinto cargado de buenos valores.

Aita Patxi Albizu fue asimismo durante cuatro años uno de los locutores de la Radio Euzkadi, la que teníamos clandestinamente a sesenta kilómetros de Caracas y que funcionó allí durante trece años. Nos dejaba grabadas varias charlas para la semana que guardábamos en cintas a las que bautizamos como talos y que yo tenía que preparar para que él las letras haciéndolo con entonación. Fue uno de nuestros mejores locutores porque además podía venir entre semana cualquier día. Hoy, en la mesa me ha recordado nuestra presentación. ”Aquí Radio Euzkadi, la Voz de la Resistencia Vasca”, ”Hemen Euzkadi Irratia, Eusko Erresistentziako gudarien deia”.

Recuerdo también como era un cura desenfadado y que como capellán de la colectividad nos acompañó en una excursión al increíble litoral venezolano celebrando una misa en la playa y todos en traje de baño. Era cuando se hacían estas cosas. Tiene en la actualidad unos estupendos 86 años y vive en Donosti en el Seminario, arriba de la ciudad.

Tras la misa hemos estado en la plaza de Bolívar .Nos ha saludado el alcalde de la Puebla Alberto Garro, el concejal Jon Ander, el antiguo alcalde y la candidata del PNV. Un aurresku a cargo de una dantzari de Markina al son de txistu y tamboril y la ofrenda floral hecha por Nei y su marido Luis. Ella está en estado y la criatura nacerá en Euzkadi. Viven en la actualidad en Karrantza y el cura del pueblo se ha volcado con ellos. Asimismo ha estado la persona de más edad, Inés González, una cumanesa casada con un gudari de Zamanillo a quien conoció en su exilio en Venezuela. Visita al Museo Bolivar, siendo atendidos por Iratxe Ruiz de Agirre con profesionalidad y comida en el restaurante Ikestei a pocos kilómetros de Ziortza-Bolibar.

Buen servicio, buena comida y palabras finales de Gorka Álvarez, director de los Centros Vascos que ha recordado la fecha redonda de 1939 ya que este año celebramos el 80 cumpleaños, de la llegada del exilio vasco a Venezuela. Le ha hecho entrega de un Eguzkilore de plata a Inés González, así como Aitzbea Ramos, secretaria de la Asociación Tierra de Gracia ha agradecido el trabajo conjunto realizado con Amaya Zenarrutzabeitia, Presidenta de la Asociación Simón Bolívar en la preparación de los actos; Alexeidry Meneses, Tesorera de Tierra de Gracia, les han hecho entrega de un presente y un diploma en señal de reconocimiento a Josu Legarreta, ex Director del Gobierno Vasco por haber prestado con total generosidad una lonja de su propiedad para que Tierra de Gracia haya podido tener abierta estos meses una lonja de atención a los venezolanos, así como a la venezolana Egleé Torres que trabaja como una hormiga en Iruña como Presidenta de la Asociación Vasco Navarra y a Anabel AItuve, presidenta del Hogar Sonrisas y Sueños con sus organizaciones de ayuda a los niños venezolanos que llegan al país, así como los niños que viven en Venezuela. Egleé previamente nos había bailado un joropo con la música del Alma Llanera. Y, finalmente, Pedro Gil, presidente de Tierra de Gracia ha clausurado el acto.

Una fiesta entrañable que ha terminado con el Himno Nacional de Venezuela el Gloria al Bravo Pueblo entonado por todos los presentes.

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