Filántropos y solidarios

 

MONOS
Aunque  existan otras compañías, Internet y Google parecen sinónimos. Así que cualquier mínimo fallo de Google es realzado exponencialmente por la red. Al parecer el software de aplicación GooglePhotos diseñado para reconocimientos faciales le ha jugado una mala pasada al gigante de la red al identificar a una pareja de afroamericanos como gorilas. Los jóvenes se han quejado, la compañía muestra su pesar y consternación, pide perdón y… pelillos a la mar. Aunque el error sea repetido, porque en mayo etiquetó a dos perros como caballos o cuando escribes “rey negro” o “la casa del negro” la aplicación GoogleMaps te lleva directamente a la Casa Blanca.

Pasados tantos años desde que Darwin expusiera sus postulados sobre la evolución de los seres vivos, bien podríamos pensar que no nos confundirían a los primos de hoy con nuestros antepasados comunes de ayer, pero por lo visto que el hombre sea solo una azarosa derivación del simio (la etiqueta de Anís del Mono encierra una injuriosa caricatura de Darwin), no es óbice para seguir laminando sesgadamente la dignidad de algunos humanos. En todo caso, lo más pasmoso de este error o despiste no es el hecho mismo del fallo tecnológico de esta inteligencia que al fin y al cabo es artificial, sino el ennegrecimiento total de la nube de Internet con la cascada de comentarios de unos humanos sobre otros humanos, algunos ziriqueros como“¿inteligencia artificial de reconocimiento de cara basado en deep learning…? pues tendrán que denunciar al algoritmo” o “este software ya no podrá ser nunca concejal”, recordando al concejal Zapata; pero la mayoría en tono mucho más vitriólico, “vaya cagada, claro que no son gorilas, no se ve la selva…”, “…menuda cagada confundir gorilas con chimpancés” o “es curioso, los gorilas auténticos no se han molestado en absoluto, aunque esta comparación sea difamatoria para ellos”. ¿Evolución, dices?

El multimuchimillonario príncipe saudí Al Walid bin Talal al Saud ha anunciado que donará su fortuna (¿cuándo? ¡No se sabe!) de 35. 000 millones de dólares a organizaciones solidarias/filantrópicas y caritativas. ¡Loado sea Alá!, pero me pregunto cómo otros muchos internautas, ¿Por qué no lo utiliza en tratar como iguales a sus hombres y mujeres? ¿Por qué no pagan dignamente a pakistaníes, indonesios, malayos, filipinos trabajadores casi semiesclavos en sus productivas industrias? ¿Por qué no para evitar que las pateras repletas de africanos (mayoría musulmanes) “naufraguen” camino de Europa? ¿Por qué siguen vendiendo armas al islamismo integrista o al IS con el que ganan buena parte del dinero que ahora quieren donar? ¿Por qué…?

Acaso porque Darwin solamente hablara de evolución biológica, nunca de evolución humana.

Una mujer en el dólar

DOLAR

Recuerdo  las risitas displicentes de unos y el manifiesto desprecio de otros ante el “vascos y vascas” del lehendakari Ibarretxe. Diez años después no hay dirigente público que no utilice esta expresión de aceptación de presencia femenina en el ágora publica, unos porque se lo crean y otros quizá porque aprecien que hacer visibles a las mujeres no es mala estrategia y seguramente sí buena táctica.

En EEUU han aprobado que 119 años después figure el rostro de una mujer en un billete, concretamente en el de 10$. Proponen para rostro del billete a la abolicionista Harriet Tubman, o a Rosa Parks activista contra la segregación racial o a Eleanor Roosevelt, defensora de los derechos de mujeres, o a Jeannette Rankin la primera mujer congresista en 1916. Hasta es posible que el próximo presidente USA sea una ella, Clinton, ahora Hillary.

Entre nosotros ha habido antes bastantes políticos-mujeres, pero es remarcable que mujeres como Manuela Carmena y Ada Colau sean alcaldesas, porque no ocultan en su comportamiento público que son y actúan como mujeres al encarar los asuntos de todos y todas; para lo bueno y lo menos bueno no ocultan su feminismo manifiesto. Y mucho más la nueva flamante presidenta del parlamento navarro, que se declara abiertamente euskaldun, abertzale y feminista, con un discurso cercano y conciliador.

Anima ver que a estas dirigentes la palabra feminismo no solo no les asusta sino que militan a su favor.

Esperemos que la ley de custodia compartida que aprobará mañana el Parlamento vasco no sea una añagaza legal frente a la igualdad real. Y no está de más recalcarlo, porque a pesar de la ley de Igualdad de 2007 y de otras de defensa de la mujer, el pasado martes han asesinado en Soria a otra fémina, la 22 de la macabra serie de este año; casi 900 asesinadas desde 2001, más que las víctimas mortales de ETA desde sus orígenes. Cierto, no son las 3.000 víctimas anuales de México y no nos esclavizan como el IS, pero estas situaciones extremas no deben ser nuestro modelo. Porque aquí en 2014 se interpusieron una media de 348 denuncias diarias por malos tratos en los que a casi dos tercios se les dio la razón en contra del runrún machista y del ruido mediático que intenta situar a las maltratadas como denunciantes falsarias que buscan obtener beneficios espurios; un auténtico retruécano de la realidad, como si sufrir maltrato machista fuera cosa de chichinabo.

Porque la violencia duele, pero el desprecio destruye. Así que bienvenido sea el rostro de una mujer en el valioso dólar.

Los cambios sin cambio

"La guerra es el arte de destruir a los hombres, la política es el arte de engañarlos", sentenciaba Parménides, filósofo que también fue político
«La guerra es el arte de destruir a los hombres, la política es el arte de engañarlos», sentenciaba Parménides, filósofo que también fue político

DECÍA Heráclito que todo fluye y nada permanece, que el discurrir del agua cambiante por el cauce permanente del río no son hechos contradictorios sino partes de una entente armónica en equilibrio dinámico. Sin ser una apasionada seguidora de los vaivenes políticos, tras las recientes elecciones es evidente el cambio de caras en muchos de los grupos políticos; van cambiando las aguas generacionales, pero la duda que le surge al ciudadano/a del común es si además de los rostros cambiarán las mañas, o sea, si cambiará no quién sino cómo gobernarán. Es pronto aún para la frustración, pero los síntomas iniciales hacen fruncir el ceño; antes negociaban dos, ahora son cuatro, seis o más y aunque lo nieguen vemos que los cambalaches de sillones y chalaneos de posiciones, en teoría programáticamente inamovibles, ocupan interesadas portadas. Marx (Groucho, no el otro) parecería estar omnipresente en las negociaciones políticas. “Estos son mis principios, pero si no le gustan tengo otros…”.

A pesar del cambio de aguas los desahucios están creciendo a un ritmo acelerado mientras en las últimas encuestas los partidos del bipartidismo suben y los llamados emergentes se sumergen.

Pasaron del contenedor al Puerta a Puerta sin preguntar a nadie y ahora retornarán del Puerta a Puerta otra vez al contenedor por decisión inversa mimética, sin consultar tampoco a nadie. Debe resultar muy-muy difícil explicar a los ciudadanos los pros y contras de cada opción para darles luego la palabra-decisión, en lugar de tomarla entre cuatro en un despacho cuajado de intereses espurios. Tampoco sé si a los vecinos de Falces les han preguntado si quieren los residuos de seis comunidades autónomas, ni si les repercuten los beneficios de ser vertedero tan acogedor, no fuera a ser que unos embolsen el momio y este municipio la basura, ruidos y contaminación.

Servired es la mayor red de cajeros en el Estado y está decidida a cobrar dos comisiones por el uso de sus cajeros: una por el efectivo para el dueño de la máquina y otra para el banco emisor de la tarjeta; tres diría yo, porque todos los bancos cobran un estipendio anual por la tarjeta. Pero lo importante no es este dislate de comisiones, sino que sea legal.

Cambiar este tipo de legalidades sería realmente el cambio que espera la ciudadanía, pero no sé si el cambio irá más allá de cambios y/o lavados de caras.

“La guerra es el arte de destruir a los hombres, la política es el arte de engañarlos”, sentenciaba Parménides, filósofo que también fue político. No sé si tenían muchas deudas los griegos antiguos o no las pagaban como Syriza, pero sabiduría regalaban a raudales.

De ilusión e ilusiones

ILUSIONADA

MI querida tía María Luisa solía decir a su marido que si ella se iba primero, él podría tener confianza con otra mujer pero esperaba que no las confianzas que con ella había tenido. Aunque con pocas horas de Escuela su experiencia vital generaba estas sabias píldoras de realidad. Los plurales en castellano suelen tener múltiples salpimentados vericuetos.

Aunque el fútbol no sea mi pasión, ni futbolera mi apellido ni el árbitro mi psicoanalista dominical de insultos, cuando gana el Athletic me alegro porque no me gusta el en casa del herrero cuchillo de palo negador de la valía en casa propia. Así que cuando veía la semana pasada, y mucho antes, las banderas rojiblancas ondeando con profusión ilusionante, también a mí me producía el efecto empático de la ilusión social y popular, moderada pero ilusión al fin y al cabo; incluso se agotó DEIA para conseguir el también ilusionante pañuelo de los leones de San Mamés, es el intangible valor social añadido, una especie de inteligencia emocional compartida. Una ilusión como esperanza cuyo cumplimiento parece atractivo, que es su segunda acepción según la RAE, o incluso en su tercera como viva complacencia en personas o tareas. Pero ayer pude observar algunos retornados de Barcelona con caras largas en caminos errabundos de desilusión, espero que no sea porque entendieron su ilusionamiento como apasionamiento alucinante que les hubiera hecho entender la ilusión como imagen sin verdadera realidad, sugerida por la imaginación o causada por engaño de los sentidos, que es lo primero en el diccionario. Porque de ser así, hacerse ilusiones podría servir para vivir en un engaño permanente. Ni lo creo ni lo espero de este modo, porque ya sé de alguno que ha empezado a ahorrar para poder repetir el viaje copero. Que la ilusión no sea un cúmulo de apasionadas ilusiones futboleras.

Hace unos meses en Grecia y ahora aquí hace una semana, algunos grupos han introducido en nuestra agenda política algo de este intangible valor social añadido, una ilusión por la cosa pública como algo propio en contra del funcionamiento de ciudadanos bisiestos que reaparecen en el calendario político cada cuatro años con cada votación. Su mérito es haber removido los fondos asentados y conformistas elevando la ilusión, lo que pasa es que del singular al plural hay tan poquito trecho que puede que tengamos muchos retornos vacíos desde Barcelona; si Grecia no paga sus dudas y aquí no cumplen las expectativas que han generado sus promesas, algunos empezarán a pensar que será más fácil predicar que repartir trigo; que la ilusión empuja pero de ilusiones no se vive.

 

Fofisano

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‘Dad bod’  ¡Adiós cuadritos! Los fofisanos son la nueva top-ten tendencia masculina. A mi amigo Pedro le han hundido en la miseria, horas eternas en el gimnasio machacándose los abdominales para lograr esos “cuadraditos” que creía nos volvían loquitas y resulta que sí, que a Pedro le vemos cachas pero que donde esté un fofisano no hay color. El musculitos ya no resulta tan atractivo a ojos femeninos.

Fofisano no parece la mejor traducción de ‘dad bod’, pero me imagino que en el mundo de la imagen el término “cuerpo de padre” más que una tendencia de moda masculina sonaría a descripción de vulgar realidad cotidiana, así que fofisano se está imponiendo, aunque podríamos intentar traducciones alternativas como sanigordo, lorzalamero o gordiflaco.

Hace un par de meses Mackenzie Pearson, una estudiante de la Universidad de Clemson puso en circulación viral el término “dad bod” para describir el cuerpo que atrae al género femenino, el del tipo que va al gimnasio de vez en cuando pero luce la tripita de quien no renuncia ni a cañas ni a tapas. Al parecer, dice la Pearson, a las chicas nos gusta un cuerpo escultural, pero el “dad bod” con su saludable barriguita tiene un noséquéalgo que le hace parecer más humano, natural y atractivo, porque lo importante al decir femenino es su personalidad (del bolsillo también, aclaro). Vamos, que los chicos obsesionados con su musculatura han perdido sex-appeal, al menos en el mundo anglo, y ya se sabe que lo que llega del norte cuaja con rapidez entre nosotros/as. Y más si viene avalado por un Olimpo de fofisanos muy sexis como Leonardo DiCaprio, Ben Affleck, Javier Bardem, George Clooney, Vicen Vaughn.

Y como siempre, junto a los artículos sobre el fofisanismo en los medios aparecen los anuncios de trilipólisis, presoterapia, termoterapia y de múltiples técnicas lipolíticas y de reducción de grasas y volumen corporal. Porque la obesidad es una pandemia mundial: desde 1980 la obesidad se ha duplicado, 42millones de menores de cinco años y 1900 millones de adultos tienen sobrepeso, de ellos 600 millones obesos.

La salud está en juego, pero el fiel de la balanza entre la moda y la salud parece caprichoso. Primero fue el macho ibérico, luego el metrosexual, el hipster cooltureta, el lumbersexual, después el muppie y ahora mismo el fofisano. Pedro, amigo, no desesperes, si esperas lo suficiente tu cuerpo se pondrá otra vez de moda.

¿Y fofisanas? Ni mentar, que ahorita mismo hay operación bikini y la barriguita no es tendencia top-veraniega, que ellos las prefieren de pasarela anoréxica. Tal vez en otoño, entonces sí hablaremos de gordibuenas.