Berlín es una ciudad que los domingos no madruga. Fiel a su significado de “tierra deshabitada” te sitúas en el centro de la ciudad a las 7 de la mañana a dar una vuelta y los teunones están missing y de cruzarte con alguno, es de la tribu de los “after hours” que a esas horas siguen con el horario de marcha. No seré yo la que se desanime ante tales circunstancias, todo lo contrario, máquina en ristre nos dispusimos a dar una vuelta por la ciudad e inmortalizar todo monumento (hablo sólo de piedras) que se tercie en nuestro camino.
Pues difícil en estos días, porque el Sr. Klaus Wowereit (alcalde de Berlín) ha considerado el final del verano como ideal para remozar todo edificio o símbolo de la ciudad retratable, así que como no estábamos por la labor de hacer propaganda de las empresas constructoras responsable de llevar a cabo esta obras, nos hemos desgañitado bastante con las fotos para no sacar los hierros, plásticos y enseres necesarios que en estos casos se colocan para facilitar su restauración.
Otro inconveniente es que pretendas desayunar a esa hora: ¡ Ja ! todo cerrado y si alguno está abierto y triunfalmente flanqueas la puerta con unos ruidos estomacales cercanos a los que originan los obuses al contacto con el objetivo, pues de nuevo ¡ Ja ! te echan porque están limpiando, organizando … y hasta las 10 aquí no abre ni Odin.
Así que monumentos cubiertos, lugares de ingesta cerrados, … sólo nos quedó centrarnos en la elección del mejor lugar para desayunar en Berlín centro. El premio otorgado consistió en estar a la hora de apertura preparadas para ocupar nuestra mesa y disfrutar de un excelente desayuno. Elegimos muy bien.
Tras la primera decisión tomada y sin duda muy acertada, otra vez a la calle y si bien en Berlin no hay grandes monumentos, en ese sentido es muy diferente al resto de las ciudades europeas, se recorre de maravilla paseando y sus lugares más importantes están marcados por la reconstrucción tras la guerra y la separación de la ciudad por el muro. En sus placas, en sus monumentos, en sus exposiciones mantiene el recuerdo de esa historia sangrante y reciente que no deben olvidar. Nos acercamos a Alexanderplatz, al Edificio del Reichstag, al Checkpoint Charlie, a la Puerta de Branderburgo, sus parques … y luego , que no es fácil, Berlín nos brindó un sol espléndido y hemos podido tomar sus famosas cervezas en sus terrazas y luego una parada obligada para disfrutar de un currywurst, el snack de culto de la ciudad, una salchicha -con o sin piel- a la parrilla, troceada y acompañada con salsa de tomate condimentada y espolvoreada con curry.
Perdiéndote por sus calles te das cuenta que en Berlin los jóvenes se encuentran muy a gusto, una urbe llena de Historia, con actividades culturales de todo tipo y gente pintoresca, aquí parece que es imposible aburrirse. Así que tuneando a Sabina podemos describirla como una ciudad que se presenta ante nosotros con traje gris, pero a poco que te esfuerces en descubrirla, te sorprenderá cuando veas que dentro lleva una camiseta con muchos colores y que siempre está riéndose por dentro.
GALERIA DE IMAGENES:
- Torre de Berlín – Fernserhturm