Al menos en mi casa las croquetas hasta hace bien “poco”…¡pasan los años a tal velocidad!, se dividían entre las que se comían a diario, elaboradas con el zancarrón del caldo o las de los domingos y fiestas de guardar con jamoncito serrano que en aquellos años aún no me habían presentado al cerdo ibérico. … bueno, cuando el caldo era de pollo o de gallina, pues de su carne tocaban las croquetas y en las especiales no me quiero olvidar de las de jamón york y huevo y … hasta ahí el aroma de mis recuerdos me deja alcanzar.
Pero en estos últimos años la croqueta como todo en la cocina ha hecho su largo recorrido y ha sido capaz de retozarse con innumerables mejunjes exquisitos, haciendo las delicias de los adeptos a este sabroso bocado, sencillo pero que si no tienes esa mano maestra que consigue que quede crujiente por fuera y muy fluida casi líquida en el interior, distarás mucho de presentar la croqueta perfecta.
Así que tremendo reto, aún sin querer llegar tan lejos vamos a proponer al ranking de las muy ricas ¡ qué no es poco ! unas croquetas que a primera vista parecen trufas (de las de chocolate), pero dentro esconden un bocado exquisito cuyos ingredientes ya podéis empezar a tomar nota.
Subimos el telón y proponemos unos tigres que ya tenemos en nuestros fogones, … nadie me discutirá que estoy hecha una valiente, pero una es así. He conseguido reducir los mejillones a golpe de cazuela con agua hasta arriba y un chorrete de vino blanco para que llegasen un tanto mareados y no pusieran tantas pegas al baño de vapor. Aparte, nos ponemos a ligar una salsa con un tomatito casero que tenía embotado, cebollita picada, ajo, un toque de pimentón de la Vera y guindillas* al gusto y con todo ello tenemos unos tigres que según prueben esta salsa no descartéis que rugirán desde la cazuela.
(*Truquito de mi amiga Maria: pasamos con un hilo largo las guindillas o cayenas que vayamos a poner en la cazuela y cuando estas picaronas finiquiten su cometido, tiramos del hilo que habremos dejado colgado de la olla y las sacamos a todas. Así evitamos que alguna se nos quede en la fiesta de la salsa y consiga llegar en un bocado a un comensal y tengamos entre el público más que un gatillazo de picor, un bombazo) .
Cubrimos con el film la farsa y pasamos a hacer una bechamel para acabar de ligar todo.
Ahora silencio, repasamos y tener listas las muñecas (me refiero a las que dirigen vuestras manos), pues enseguida vamos a ponernos a jugar con ellas.
Empezamos.
INGREDIENTES:
Rellenos de tigres con tinta de calamar:
1 Kg de Mejillones
1 Chorrillo de vino blanco
cayenas (al gusto)
1 bote de tomate casero (muy espeso, preparado con tomate, pimiento verde, cebolla y ajo)
Aceite oliva virgen extra.
1 cucharadita de tinte de calamar
Ingredientes masa de croquetas:
15 gr de aceite de oliva virgen extra (en la elaboración tradicional sólo mantequilla)
75 gr de mantequilla
75 gr de harina de repostería
15 gr de maicena
400 gr de leche entera
1 cucharadita de sal
(en la elaboración thermomix, las cantidades son exactas, cuando la bechamel la hacemos de forma tradicional puede variar dependiendo mucho de nuestros movimientos y la textura que alcancemos. Hay que tener en cuenta que la masa tiene que quedar lo suficientemente espesa para poder luego trabajar con ella, pero que una vez que mezclamos la bechamel con los ingredientes la masa deberá enfriar y espesará más todavía)
Ingredientes para rebozar:
Harina
2 Huevos
Pan rallado
Aceite de oliva virgen extra (para freír)
ELABORACION:
Preparamos los mejillones:
Primero ponemos en una cazuela los mejillones previamente pasados bien por agua y limpios, cubrimos con agua y echamos un chorrete de vino blanco a fuego muy alto.
Cuando arranque a hervir, apagamos y dejamos puesta una tapa durante 5 minutos para que reposen.
Retiramos las cáscaras y quitamos las barbas de cada mejillón.
Cortamos en trocitos pequeños y reservamos.
Preparamos el tomate:
En una sartén con un chorrete pequeño de aceite ponemos a pochar tomate, cebolla, pimiento verde y un diente de ajo todo bien cortado.
Sazonamos y le ponemos ½ cucharilla de azúcar y pimenta negra o de popurrí de pimientas, unos toques.
Dejamos que se vaya haciendo poco a poco.
Cuando la verdura esté pochada, pasamos por la batidora o el chino.
Al mejillón lo convertimos en tigre:
Al tomate le añadimos los mejillones que teníamos reservados.
Mezclamos bien todo el relleno e incorporamos una cucharadita de tinte de calamar, removemos bien y reservamos.
PREPARACION DE LAS CROQUETAS
Bechamel tradicional:
Fundimos la mantequilla en una sartén anti-adherente a fuego suave.
Añadir la harina y removemos bien con una cuchara de madera.
Freímos la harina hasta que pierda el sabor a crudo, hay que probarla muchas veces.
Agregamos unas cucharadas de tigres y revolvemos bien para que la harina se impregne del sabor de su sabor.
Añadimos la leche poco a poco, según lo vaya pidiendo la masa, de tal forma que mantengamos la bechamel fluida durante toda la cocción, según empieza a secarse se añade más leche tantas veces como sea necesario, hasta terminarla.
Evitar los grumos removiendo mucho siempre en la misma dirección, antes de concluir la cocción echar toda la mezcla.
Comprobar el punto de sal y rectificar.
Extendemos la masa en una bandeja y dejamos enfriar.
Una vez reposada y fría , formamos las croquetas, las pasamos por pan rallado, huevo batido y pan rallado y las echamos en abundante aceite caliente.
Sacamos a un colador grande para que escurran bien y luego las posamos en papel de cocina antes de que suban en el vagón de la bandeja y salgan disparadas rumbo a la mesa.
Bechamel thermomix:
Ponemos el aceite en el vaso y añadimos la mantequilla, programamos 3 minutos temperatura varoma, velocidad 4.
Abrimos la tapa y añadimos la harina (vertimos alrededor de las cuchillas), rehogamos programando 3 minutos, 100ª, velocidad 2.
Añadimos la maicena, la leche y la sal. Mezclamos programando 10 segundos y velocidad 7.
Programamos 25 minutos, 100º, velocidad 4.
Añadimos la mezcla y revolvemos con la espátula. Programamos 3 minutos, 100ª, velocidad 2.
Extendemos la masa en una bandeja y dejamos enfriar.
Una vez reposada y fría , formamos las croquetas, las pasamos por pan rallado, huevo batido y pan rallado y las echamos en abundante aceite caliente.
Sacamos a un colador grande para que escurran bien y luego las posamos en papel de cocina antes de que suban en el vagón de la bandeja y salgan disparadas rumbo a la mesa.
GALERIAS DE IMAGENES:
Se ven deliciosas, tienen muy buena pinta…