Una vez acabado el almacenamiento de los granos de maíz, la granja está volcada en la cosecha de otoño. Acelgas, manzanas, calabazas, coles de bruselas, … y también la recogida de castañas, con la que al final ha habido tal kakareo que ha tenido que intervenir «Poulette», nuestra ponedora favorita. Y es que los pollos montaron un ídem por considerar en su particular visión de diversificar trabajos, que ésta era notoriamente una tarea para las gallinas por ser fruta de connotaciones claramente femeninas.
Kokina para atajar la rebelión, apoyada muy de cerca por «Poulette», se encaró con los pollos presentando como argumento que la acepción de la castaña también pudiera estar asociado con los cachetes y si no se ponían a recoger los frutos de los castaños, algunos las iban a probar sin necesidad de pelar.
Y es que estos pollos siempre andan a la gresca y las gallinas ya hartas de tanta pelea, empiezan por aguantar cada día menos y exigir que se dejen de hacer tanto el «gallito» y se impliquen en los trabajos de la granja.
Nos acercan un estupendo par de huevos y nos animan a presentar una tortilla divertida.
Proponemos en nuestra sección TORTILLAS CON ENCANTO, una cuadrada como gesto ante los pollos que asi los tienen, aunque es un decir, porque los huevos los siguen poniendo ellas.
Incorporamos nuestros tomatitos secos especiados que están de chuparse las plumas y coronamos con txapela de morcillla, que sabe muy rica y estamos en temporada.
Ingredientes
2 huevos
1/2 morcilla
4 tomates secos
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Elaboración
Ponemos la morcilla a la plancha y que se vaya asando.
Cuando esté hecha a nuestro gusto, retiramos y reservamos.
Batimos los huevos bien, echamos una pizca de sal e incorporamos los tomates cortaditos.
En un molde cuadrado untamos de aceite, vertemos la mezcla y metemos un minuto al microondas
Colocamos la morcilla y servimos.
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