Hoy según me he asomado a la ventana y he visto este persistente sirimiri , adornado con cielo gris encapotado me he puesto de inmediato a pensar en un desayuno que me ayude a sacarme el sol que llevo dentro y tras tropezar con este chorizo gallego que se me tiró (lo juro) en mi bolsa de la compra ayer tarde a la chita callando y sin rechistar, he pensado que podía hacer buenas migas con unos picatostes y juntos, tras la presentación, que para éso soy una clásica, les he dado un revolcón en la sartén con unos huevos de gallinas protegidas y gritarle a estas nubes tan tristonas que me he preparado un revuelto de enjundia y que tras el desayuno tan delicioso que me espera, me da igual que sigan tan tercas escondiendo los rayos de sol porque en mi plato me acabo de encontrar con todo un arco iris.
Buen chorizo, buenos huevos, buen pan, el delantal y empezamos.
INGREDIENTES (para 2): 1 chorizo, 1 rebanada de pan de molde y 3 huevos.
ELABORACION
Preparamos los picatostes
Precalentamos el horno y colocamos las rebanadas cortadas en cuadraditos durante 5 minutos.
Sacar y si aún no están doradas, que estén hasta 2 ó 3 minutos más.
Sacamos y que se atemperen.
Preparamos el chorizo
Cortamos el chorizo en rodajas y lo incorporamos a una sartén bien caliente.
Los removemos bien hasta que suelte su grasilla y con ella se vaya sofr¡endo.
Bajamos el fuego a temperatura media y que se nos vayan dorando.
Cuando esté sacamos sobre un papael para desengrasar.
Preparamos el revuelto
Untamos con la grasilla del chorizo la sartén, retiramos el resto e incorporamos de nuevo el chorizo, luego los picatoste, rompemos los huevos y los removemos hasta conseguir la textura que nos guste.
Sacamos al plato, embestimos con la derecha tenedor en ristre (estoy lógicamente refiriéndome a los diestros) y hasta terminar en esta mesa no se ha oído ni pasar a un ángel. Son momentos muy especiales. Tristeza al terminar como siempre, pero satisfacción por el bocado exquisito. Amén.
Las ANAS,estan todas en el baño y no salen hasta la Aste Nagusia.