Tortilla paisana

kokina 1

Tremendo bajón.  Nuestra «Kokina» que desde su llegada a estas tierras coincidiendo con las fiestas de Bilbao de la mano de “Poulette” (nuestra ponedora favorita), no se ha perdido ninguna propuesta del programa festivo, anoche llegó a la granja con un gran disgusto tras asistir en el fin de fiesta a la quema de Marijaia.
Hemos tratado de explicarle que Marijaia se despide así todos los años:  a lo grande,  para renacer el año que viene con más fuerzas, … y aunque parece que con esto se ha tranquilizado un poco, es ver una cerilla y aún se le ponen las plumas como escarpias.
Jet lag, kalimotxo, juerga, diversión, … todo ello seguro que ha hecho mella en ella,  así que tras servirle un espectacular desayuno (sobre una rebanada de pan de pueblo, una exquisita tortilla paisana y un buen vaso de leche de soja calentito con unas cucharadas de miel), la hemos aconsejado descansar.
«Poulette» nos ha acercado un par de huevos para la tortilla y es la encargada de velar el sueño de «Kokina».
Nos comenta que ahora mismo, «Kokina» está roncando la mar de feliz.
¡ Arde Marijaia !  ,… que susto.

INGREDIENTES:

2 Huevos.
Espinacas.
Chorizo.
1 Patata.
1/2 Cebolla.
Mahonesa.
Aceite.
Sal.

ELABORACION:

En un bol echar los huevos y batir bien.  Echamos un chorrito de agua y batimos nuevamente. (Este truquito se puede hacer con leche también, así no comemos tanto huevo y tenemos más cantidad, que en algunos casos como este nos vendrá fenomenal, porque tenemos que hacer tres tortillas).

  • Tortilla de patata.

Pelar y cortar la patata y la cebolla.
Poner la sartén con un par de chorretadas de aceite, cuando esté caliente echar las patatas y la cebolla.
Sazonar y estar pendiente, dando la vuelta al contenido para que se vaya haciendo bien.
Cuando esté a nuestro gusto, escurrimos bien el aceite y echamos la mezcla al huevo.
Hacemos la tortilla y al plato.  La pintamos la parte de arriba de mahonesa.

  • Tortilla de chorizo.

Cortamos unas rodajas de chorizo o desmigamos un trozo quitándole previamente la piel.  Cuando tengamos la sartén caliente, echamos el chorizo, lo removemos en la sartén para que suelte la grasilla un par de vueltas o tres y echamos el huevo batido.  Damos forma a la tortilla y al plato, colocándola encima de la de patata.  Pintamos la parte de arriba de mahonesa.

  • Tortilla de espinacas.

Retiramos bien el agua de las espinacas.  Manchamos la sartén con un poco aceite y cuando esté caliente, incorporamos las espinacas y les damos un par de vueltas.  Ahora echamos al huevo batido que nos queda y vamos dando forma a la tortilla.  Cuando esté la retiramos y la colocamos encima de la anterior.  Pintamos en la superficie de mahonesa y ya está.

El orden de las tortillas no altera el gusto final.
A mí me gusta poner a los pies, la de patata, porque es la más consistente, el chorizo en medio, porque le da una nota de color y la de espinacas encima, porque me la presenta con un toque más sano y energético (que se lo digan a Olivia, como se ponía Popeye cuando se daba un chute de espinacas).

Bueno, lo dicho, espero que os salga muy rica y que la disfrutéis mucho.  Mientras aquí me quedo tutelando a las kirikis

GALERIA DE IMAGENES:

Tortilla de patata.
Tortilla de patata.
Ponemos encima la tortilla de chorizo.
Ponemos encima la tortilla de chorizo.
Y por último, la de espinacas.
Y por último, la de espinacas.
Kokina descansa tras el susto.  Poulette, a su lado.
Kokina descansa tras el susto. Poulette, a su lado.

Ensalada templada con verduras y oreja.

2013-08-23 13.15.37

Si Darwin levantase la cabeza y mirase los pasos que ha seguido su Teoría de la Evolución en el ser humano, decepcionado, se hubiese buscado un hueco, no me cabe la más mínima duda,  como restaurador en algún programa de televisión.  Y me explico, salgamos a la calle  y observemos:  primero al mono y luego al hombre (aquí no voy a mojarme donde tienes que ir a buscar al mono para hacer la comparativa, cada uno ya somos mayorcitos y tenemos nuestros recursos para buscar ese primate que necesitamos para proseguir con este experimento).  Continuemos pues:  estaréis conmigo, que si no fuese por los cortes de pelo que se llevan o por las gafas de sol que cubren media cara (y en algunos,  se agradece), pues no parece que el hombre, evolucionar, evolucionar, haya evolucionado mucho.
Sin embargo, cambiemos de tercio, sin tirar de siglos, sólo unos años atrás (no muchos, que os conozco y me duele !!!) y ese ansia investigadora la apliquemos ahora a nuestros recuerdos de cocina.  Cuando marchabas por la mañana a la escuela  y preguntabas: ¿Qué vas a poner para comer?  Tu madre,  te contestaba:  «… alubias, sopa, arroz  y seguido te decía el segundo plato…»  Y os preguntaréis, ¿y la ensalada?  Pues curiosamente la ensalada siempre estaba presente en la mesa, repantigada en un plato más grande y hondo que respondía como no podía ser de otra forma al nombre de ensaladera y que  normalmente consistía en lechuga, con cebolleta, algunas veces pepino y un tomatito. Pues bien, la citada ensalada se ponía en medio, sin importancia y tirabas de tenedor mientras comías el primer plato, … y se continuaba picando hasta con el segundo.  Había veces que ya ibas al postre y tu madre decía, » …  rebañar bien la ensalada, que no quede nada… y toda la familia (tras las lógicas recriminaciones, de yo ya he comido, tú no has comido nada que te he visto, …),  lanzábamos nuevamente el tenedor, porque si no, el postre no llegaba.
Pocos años después, la ensalada ha conseguido alcanzar un extraordinario reconocimiento social y hoy en día entra en nuestras mesas con más apellidos que los de la casa Alba.
Esta semana, vamos a procurarnos unas recetitas muy ricas, ENSALADAS muy interesantes que nos van a sorprender y que de seguro Darwin si levantase la cabeza y las viera servidas en su mesa, alzaría los dos dedos de su mano en señal de  victoria.  Así que dejemos al mono a un lado, nos ponemos el delantal limpio e inmaculado y ya estamos seleccionando de una forma natural los ingredientes que nos van ayudar a elaborar una especie nueva de ensalada evolutiva, muy rica y especial, como se merece nuestro amigo Charles, de los Darwin por supuesto.

Empezamos:

INGREDIENTES, para dos personas:

8 Espárragos
3 cucharadas soperas de Habitas
1 Cebolla
2 Pimientos rojos
4 Pencas de acelga
1/2 Calabacín
2 Orejas de cerdo
Harina (yo he utilizado de arroz)
1 Huevo (para rebozar)
Sal
Aceite
Albahaca
Pimienta negra
1 hoja de laurel
Vinagre de vino blanco

ELABORACION

Echamos en la olla a presión, las orejas bien limpias, cubiertas de agua, con sal, laurel y un chorrito de vinagre. (Aqui cada olla tiene sus tiempos).
Abrimos la olla, desechamos el caldo y esperamos a que las orejas se enfríen un poco, Reservamos.
Cortamos en rodajas el calabacín y rebozamos.  (Reservamos)
Cortamos la oreja y rebozamos. (Reservamos)
Picamos la cebolla y la ponemos en la sartén a pochar poco a poco.
Salamos y cuando la cebolla esté en su punto, pasar por el chino y reservar.
Ahora le toca el turno a los espárragos, al pimiento rojo y a las pencas, cortamos y a la ensaladera.
Incorporamos el calabacín y la oreja.
Ahora en un frasco incorporamos el aceite utilizado en pochar la cebolla y la cebolla que tenemos reservada.
Rectificamos la sal, una cucharadita de pimentón de la vera, una pizca de albahaca,  y cerramos el frasco.
Agitamos buen fuerte hasta que emulsione bien la mezcla y al emplatar, regamos con este aliño la ensalada.
ANTES DE SERVIR, LA METEMOS UN GOLPE DE CALOR EN EL MICROONDAS.

Ingredientes.
Ingredientes-
Cebolla pochada.
Cebolla pochada.
Calabacín rebozado.
Calabacín rebozado.
Pencas troceadas.
Pencas troceadas.
Oreja rebozada.
Oreja rebozada.
Templamos en el microondas y servimos.
Templamos en el microondas y servimos.

PASTEL DE CALABACIN

Aquí os presento un PASTEL DE CALABACÍN y os animo a que lo cocinéis.
Tiene la textura fina del puding  y es muy rico de comer.
Yo lo he descubierto hace bien poco, pero la verdad es que me gusta mucho.
Descubrir una receta es como  abrir una «caja de Pandora» y en mi caso significa que de inmediato este pequeño descubrimiento en principio una acción en apariencia pequeña e inofensiva, acarrea en nuestra casa  consecuencias de largo alcance. En este caso, el pastelito me ha parecido tan genial que llevamos dos semanas consumiendo pastel.
Eso sí, … con Jamón York, con gambas , con pimiento rojo, … Ahora, os toca seguir el turno.
2013-06-14 22.14.29

INGREDIENTES

600 g de calabacín limpio y troceado.
200 g de cebolla cortada en cuartos (con cebolleta, queda más suave).
70 g de aceite de oliva virgen extra.
5 huevos.
100 g de nata líquida para cocinar.
Una pizca de sal
Pimienta molida

PREPARACIÓN :

Tradicional:

Cortar la verdura en trocitos pequeños.
Poner en una sartén el aceite a calentar y poner la cebolla a fuego bajo hasta que notemos que empieza a coger ese aspecto transparente.
Añadir los calabacines hasta que esté bien hecho.
Batir los huevos e incorporar a la verdura.
Seguido echamos la nata, la sal y la pimienta y revolvemos bien.
Verter esta mezcla en el molde.
Yo aquí tengo un truco para evitar utilizar mantequilla/margarina: recorto papel de horno para forrar el molde y luego el papel lo paso por el grifo.  Escurro el papel estrujándolo como una bola, luego lo estiro y cubro con el molde.                                                                                             Introducir en el horno 30 minutos, a 190º, comprobar que haya cuajado y la superficie se dore, sino dejar un poquito más.
Dejar enfriar y desmoldar.
Girar el pastel y gratinar al horno 7 minutos a 200º en el horno.
Puede comerse caliente o frío.

Thermomix:

1. Introducir el calabacín en el vaso de THERMOMIX. Trocear 3 segundos, velocidad 4. Retirar del vaso y reservar.
2. Sin lavar el vaso, añadir la cebolla junto al aceite de oliva. Trocear 4 segundos, velocidad 4.
3. Colocar la mariposa en las cuchillas y programar 15 minutos, varoma, velocidad 1.
4. Añadir el calabacín reservado y rehogar 20 minutos, varoma velocidad 1.
5. Agregar los huevos, la nata, la sal y la pimienta. Mezclar 10 segundos, velocidad 3.
6. Verter esta mezcla en el molde.  Yo aquí tengo un truco para evitar utilizar mantequilla/margarina: recorto papel de horno para forrar el molde y luego el papel lo paso por el grifo.  Escurro el papel estrujándolo como una bola, luego lo estiro y cubro con el molde.
7. Introducir en el horno 30 minutos, a 190º, comprobar que haya cuajado y la superficie se dore, sino dejar un poquito más.
8. Dejar enfriar y desmoldar.
9. Girar el pastel y gratinar al horno 7 minutos a 200º en el horno.
10. Puede comerse caliente o frío.
En casa solemos acompañar el pastel con una salsa de queso (azul o roquefort), también está muy rico con una mahonesa ligerita  y sus piñones tostaditos, perfecto también con salsa rosa y … bueno, aquí cada «cocinillas»,  a dejar volar la imaginación.


2013-06-15 19.07.39