Láminas de chocolate con naranja y canela

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Tremendo tesoro es esta receta fácil y además ligera para evitar malos mayores en todas las personas incapaces de poner freno a su ingesta. Nacida de la mano de mi amiga Rosa, una artista que si bien en principio domina el arte de los pinceles también en la cocina canaliza su creatividad consiguiendo ser una maestra en la búsqueda de sucedáneos de ingredientes tradicionales,  por otros que sin resentir el sabor sean más recomendables para nuestro bienestar. Yo las he probado con café e infusiones y la verdad que estas láminas finas (de elegantes), ennoblecen los sentidos, pero incluso ahora sé que se presentan en locales gourmet que consideran a este bocado el maridaje perfecto para acompañar a un buen vino e incluso para armonizar entre distintos en una degustación.
Animaos pues y luego probar con lo que más os guste y recordad que en fogones no se trata de ser ortodoxos, sino todo lo contrario, porque ésta es la fórmula para ir enriqueciendo nuestras sugerencias.  En la cocina el objetivo final es siempre que lo que cocinemos y presentemos a la mesa esté rico y nuestras bocas cercanas estén satisfechas.  Y hay que probar y “requeteprobar” continuamente nuestros guisos, para ir sintiendo lo que nos piden las ollas,  para aprender a escuchar.
La cocina es un baile de sabores y olores y hay que aprender a seguir el ritmo atreviéndonos  a romper las normas, siguiendo nuestro instinto, equivocándonos a veces ¿por qué no?.
Preparaos para jugar un rato con chocolate y rascar esa piel de naranja nueva que ya llega de temporada, colocarse un delantal y el cacao a la cazuela, comienza el baile.
Empezamos:

Ingredientes para una propuesta muy ligera.
½ vaso de leche desnatada
2 tabletas de chocolate negro 70% cacao
2 naranjas para rallar la piel
¼ de cucharilla de chili (opcional, pero os aseguro que merece la pena probar).
Canela para espolvorear

Preparación:
Colocamos un cazo en el fuego, echamos la leche, las onzas de chocolate y el chili,
Mezclamos todo bien hasta que empiece a hervir,  retiramos y seguimos revolviendo hasta que quede completamente disuelto y con una textura ligera.

Extendemos un papel de horno sobre una superficie.
Vertemos el chocolate y con una lengua de cocina vamos extendiendo la masa, dejando unos bordes de unos 10 cm.
Limpiamos bien las naranjas y secamos.
Con un rallador empezamos a raspamos la piel encima del chocolate, cuidando que quede bien extendida.
Colocamos otro papel de horno por encima y pasamos un rodillo para que quede la pasta bien nivelada y delgadita.
Seguido enrollamos la pasta y al rollo lo aislamos en una bolsa o lo envolvemos en papel de aluminio y al congelador.
Cuando queramos probar este bocadito tan rico, abrimos desenrollando lo que necesitamos y de la misma lo guardamos.
Al pecado que nos acabamos de encontrar, un toque de canela y a gritar.

GALERIA DE IMAGENES:

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Extendemos el chocolate y rallamos la piel de naranja
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Presentamos nuestras láminas de chocolate con naranja y canela
Preparamos el café con una pizca de canela
Preparamos el café con una pizca de canela
Me gusta el café, aunque no soy tan radical
Me gusta el café, aunque no soy tan radical