morcilla – Mantel Bleu

Cocido de lentejas con sus sacramentos

Empezamos la semana con unas ricas legumbres, … unas lentejas muy bien acompañadas con un pastelito preparado con los sacramentos, … las he cocinado en la olla express en un santiamén y nos las hemos comido con mucho gusto, además con todo el acompañamiento bien desengrado y repartido.
Que bien entra un buen plato de lentejas según llega el otoño. Si os animáis vamos primero con el pastel y dejemos a remojo las lentejas.
Nos ponemos el delantal y empezamos.

INGREDIENTES (para 6 raciones)
Para el pastel: 1Kg de costilla, 2 chorizos, 2 morcillas, 2 patas, agua, sal, 1 hoja de laurel y pimienta recién molida.
Para las lentejas: ½ Kg de lentejas, ½ cebolleta, 1 chorrete de aceite de oliva, sal y caldo (de la costillas y el chorizo).

ELABORACIONPreparamos los sacramentos
Ponemos las lentejas a remojo el día anterior (unas 12 horas)
En la olla incorporamos la costilla, los chorizos, cubrimos bien de agua, tapamos, calentamos a temperatura alta y cuando la olla empiece a silbar bajamos la temperatura y dejamos durante unos 25/30 minutos.
Sacamos, esperamos unos minutos, abrimos la olla y sacamos las cotillas y el chorizo.
El caldo lo reservamos y cuando atempere un poco las costillas, quitamos los palos de la carne y cortamos en trocitos, con el chorizo cortamos también y reservamos todo.

Preparamos la morcilla
La morcilla la cubrimos con papel de aluminio y la metemos en el horno a temperatura muy alta unos 15 minutos, sacamos retiramos la piel y reservamos.

Preparamos las patas
Las patas las limpiamos bien y a la olla.
Las cubrimos de agua, las sazonamos, 1 toque de pimienta, 1 hoja de laurel y a la olla.
Calentamos a temperatura alta y cuando empiece a silbar bajamos y dejamos al 2 unos 45 minutos.
Sacamos, colamos el caldo y lo guardamos.
Las patas, según se enfríen las quitamos la carne, las cortamos en trocitos y la guardamos.

Montamos el pastel
En un bol colocamos en el fondo la morcilla bien extendida, seguido el chorizo fileteado, ahora la carne de la pata en trocitos y por último la costilla cortada también.
Echamos por encima el caldo de las patas para que gelatinice el pastel.
Pinchamos con el cuchillo para que el caldo se extienda y guardamos hasta que se enfríe bien. Reservamos.

Preparamos las lentejas
En la olla, echamos un chorrete de aceite y añadimos la cebolleta bien cortadita.
Espolvoreamos pimienta recién cortada y dejamos que poco a poco se poche la cebolla.
Rehogamos todo bien e incorporamos las lentejas.
Cubrimos con el caldo de las costillas a la que habremos retirado la capa de grasa que se queda al enfriar.
Las lentejas tienen que quedar bien cubiertas con el caldo y cuando estén así añadimos otro vasito más.
Si no nos llega con el caldo, añadimos agua.
Sazonamos bien, cerramos la olla y cuando empiece a silbar, bajamos la temperatura al 2 y dejamos hacer 10 minutos.

Servimos
Cortamos los trozos de pastel los ponemos 2 minutos en el microondas y los situamos en la mitad del plato, echamos las lentejas y a disfrutar.
Impresionantes, que buenas están.

Espero que os gusten.

Crujientes de morcilla con sésamo. ¡Aupa Athletic!

Crujiente de morcilla con sésamo. Esta es la semana de esforzarse en ideas originales, facilonas y sobre todo deliciosas para preparar un sorprendente picoteo y contar con unas recetas a mano con las que asombrar a los que se sientan a nuestra mesa. Para estos crujientes lo más importante es conseguir esa morcilla que nos encanta, una láminas de hojaldre, 1 huevo batido para que nos queden bonitos estos bocaditos exquisitos y por supuesto el sésamo o ajonjolí que aporta el toque de gracia.
El objetivo que nos debe guiar es preparar una merendola inolvidable, así que necesitamos hacer acopio de los ingredientes, nos colocamos el delantal y empezamos.

INGREDIENTES (para 12 crujientes): 1 morcilla, 1 lámina de hojaldre, 1 huevo y 2 cucharadas de sésamo (ajonjolí).

ELABORACION:
Cortamos en rodajas finas la morcilla. Reservamos.
Cortamos la lámina en cuadrados. Reservamos.
Batimos el huevo. Reservamos.
Colocamos la morcilla en la mitad del cuadro de hojaldre.
Cubrimos con otra lámina, pegamos las esquinas presionando con los dedos y vamos pegando las dos masas estirando un poquito si es necesario para que nos quede bien encajada.
Con un tenedor vamos marcando todo el cuadrado.
Pintamos el pastelito con el huevo batido, colocamos encima unas semillas de sésamo y al horno (previamente precalentado a 180º) durante unos 12/15 minutos.
Controlamos que estén doraditos, sacamos y en dos minutos ya podemos disfrutar de esto crujientes.
Espero que os gusten.

Tortita de maiz con morcilla y fundido de queso

Maravilloso desayuno. Una tortita que si bien nos ha levantado el ánimo desde primeras horas de la mañana, vale para una deliciosa comida una inolvidable merienda o para que andarnos con tonterías una sabrosa cena. Se hace en un momentito y se rellena con lo que más nos guste o lo que tengamos a mano. Esta tortita la he preparado con harina de maíz a la que he añadido media cucharada de harina de trigo, también sal, un toque de pimienta, un chorrito de agua para hacer la masa y a la sartén.

Se hace muy rápido y mientras sale el café ahí tienes una tortita bien calentita.

Riquísima. Estoy dispuesta para preparar la segunda, espero que os vayáis poniendo el delantal y empezamos.

INGREDIENTES: Para la tortita: 1 1/2 cucharada de harina de maiz, 1/2 cucharada de harina de trigo, 1 toque de sal, 1 toque de pimienta y 5 cucharadas de agua. Para el relleno: 2 lonchas de queso Havarti y 1/2 morcilla.

ELABORACION:

Incorporamos todos los ingredientes de la tortita y los mezclamos con la batidora.

Calentamos una sartén y la pintamos con aceite de oliva.

Echamos la masa y movemos la sartén para extenderla bien por toda la superficie.

Dejamos a temperatura bien alta hasta que los bordes empiecen a levantarse.

Con una lengua, vamos pasando por alrededor de la masa ahuecándola hasta tenerla entera suelta.

Bajamos la temperatura a la mitad y removemos la sartén para que se vaya haciendo la tortita y no se nos pegue.

Cuando esté echa, damos la vuelta a la tortita y colocamos los ingredientes del relleno, en este caso la loncha del queso Havarti y la morcilla que previamente la habremos frito en una sartén.

Con la ayuda de la lengua o un tenedor, vamos doblando la tortita como si fuera un tortilla y en dos minutos la tenemos fuera.

Al plato y silencio, esta tortilla se come caliente.

Espero que os guste.

Sopa de tomate con crujiente de morcilla

Me vais a permitir presentar una deliciosa sopa de tomate con crujiente de morcilla.
Aunque por mi parte sea un poco presuntuoso, no descarto que inspirase al Señor Stendhal (Monsieur porque era francés) en la redacción de su novela fetiche «Rojo y Negro».
Una sopa por tanto con ínfulas literarias, realizada con el tomate más pija de la huerta (la variedad pera) y siempre con el caldo de un buen pollo que si es posible haya conocido corral.
Servida en mesa e inspiradas por el autor que nos sugería el delicioso caldo, comentábamos el «síndrome de Stendhal» esa enfermedad psicosomática que eleva de una forma desorbitada el ritmo cardiaco e incluso puede originar vértigos, confusión y hasta alucinaciones y que este buen hombre parece que sufría ante la contemplación de obras de arte.
Mi madre ha zanjado enseguida este diagnóstico y sostiene que a ella lo que le da la impresión es que lo que tenía era hambre, porque si eso que cuentan era verdad, si hubiese tenido la dicha de olfatear nuestra deliciosa sopa de la emoción ahí se nos queda.
Así somos…, con el tema del cuchareo: unas fanáticas, pero generosamente entregadas a participar de esta propuesta a tod@s que se atrevan a preparar esta delicia.
El delantal bien atado, empezamos.

INGREDIENTES (para 6 personas): Para el caldo de pollo: 1,5 l de agua y 1 esqueleto de pollo. Para la sopa: 1kg de tomate pera, 1 puerro (sólo la parte blanca), 1 cebolla blanca, 1 zanahoria, 50 gr de Aceite de oliva virgen extra, sal, pimienta molida (opcional) y 1/2 cucharita de azúcar. Para el crujiente de morcilla: 1 morcilla.

ELABORACION:
Preparamos el caldo de pollo:
En una cazuela echamos el agua, el esqueleto de un pollo y ponemos a calentar.
Cuando rompa a hervir bajamos la temperatura y dejamos cocer durante 30 minutos.
Retiramos, colamos y reservamos.

Preparamos la verdura:
Lavamos bien toda la verdura y troceamos. Reservamos.
Calentamos la sartén a fuego alto, echamos el aceite de oliva y bajamos a fuego medio.
Incorporamos el puerro, la cebolla y la zanahoria troceada para que se vaya friendo poco a poco.
Bajamos a temperatura baja y dejamos unos 15/20 minutos.
Rehogamos continuamente y salpimentamos.
Pasado este tiempo, a la verdura que ya estará pochada la incorporamos el tomate.
Volvemos a salpimentar y espolvoreamos un toque de azúcar.
Seguimos a temperatura baja unos 30 minutos más, removiendo continuamente para evitar que se pegue.
Retiramos del fuego y trituramos la verdura con una batidora o la thermomix.
Colamos por el chino para que nos quede un caldo muy suave añadiendo poco a poco el caldo de pollo.
Reservamos.

Preparamos el crujiente de morcilla:
Retiramos la piel de la morcilla y la extendemos sobre un papel de horno.
Cubrimos la mezcla con otro papel y pasamos por encima el rodillo, para dejar una lámina fina.
Colocamos sobre un plato la lámina y situamos otro encima para aplastar .
Metemos al microondas durante unos 4/5 minutos.
Sacamos y esperamos a que enfríe. Reservamos.

Servimos la sopa, colocamos el crujiente y a comer.
Está deliciosa, espero que os guste tanto como por aquí.

Caracolas de hojaldre de morcilla y pera

Sugiero un bocado exquisito con unos ingredientes muy interesantes de hecho uno de ellos el mismo Platón se ocupó de indicarnos no sólo que era de origen griego, sino que además nos señaló que Aftónitas era el padre de la criatura.
Conocido ya que la morcilla se la debemos a este hombre, que fue quien inició el relleno de la tripa en un principio con centeno y destinado a manjar de las mesas humildes, ha conseguido este embutido recorrer el Atlas y acoger en su tripa una gran variedad de ingredientes de las diversas especies vegetales de cada país.
Elegimos para nuestras caracolas el tipo de morcilla que más nos guste y lo mezclamos con las peras, maravilloso maridaje y señalar que no seré yo quien reflexione sobre el papel de las peras en el Paraíso, injustamente acusadas la manzana de todo mal pienso que si la historia fuese más justa podríamos estar hablando del Señor Adán y su especial percepción de la pera.
Todo ello y un hojaldre, enrollamos, cortamos y al horno y en 15 minutos tenemos unos crujientes deliciosos.
Estas caracolas son muy versátiles, puede rellenarlas de los ingredientes que más te guste, en salado gambas y txaka, chorizo con cebolla ponchada, jamón y queso y en dulce …. chocolate blanco, negro, crema pastelera, … lo que quieras.
Ideal para picoteos, puedes prepararlo con anterioridad y al congelador, sacar una hora antes de servir, cortar, al horno y aparecer con estas caracolas bien crujientes.
Nos ponemos el delantal, extendemos nuestra masa de hojaldre y empezamos a rellenar.

ELABORACION

Pochamos la cebolla
Cortamos la cebolleta y la ponemos en la sartén a fuego alto.
Cuando empieza a dorarse, bajamos el fuego y dejamos que se poche durante 12 o 15 minutos.
Retiramos sobre un colador para que desengrase bien y posteriormente dejamos sobre un papel de cocina. Reservar.

Preparamos la morcilla
Precalentamos el horno a 200º y cubrimos la morcilla con papel de aluminio y al horno durante 15 minutos.
Sacamos, retiramos en un plato, esperamos que se atempere y retiramos la piel.
Reservamos.

Preparamos la pera
Limpiamos la pera y la ponemos en una cazuela con agua, prácticamente cubriendo.
Cuando rompa a hervir, dejamos 2 minutos y retiramos.
Esperamos que atempere, pelamos y cortamos en trocitos.

Pasamos por la batidora, picadora o thermomix la cebolla, cuando consigamos una cremita, incorporamos la pera, batimos y seguido echamos la morcilla y dejamos todo integrado.
Extendemos la masa de hojaldre y distribuimos sobre ella el relleno, dejando uno de los bordes libre, sobre 2cm.
El borde lo pintamos de agua y comenzamos a enrollar el hojaldre como si fuera un brazo de gitano, acabando en el borde que hemos dejado.
Cortamos las rodajas (sobre 12 y 14) y las colocamos en una bandeja de horno forrada con papel de hornear. Pintamos con huevo batido y horneamos 20 minutos a 200º hasta que estén dorados.

Sacamos y en 5 minutos disfrutaremos de un bocado que nos va a encantar.