Un postre de fiesta, sobre todo para las peras que las tenemos que engalanar con un vestido de hojaldre muy insinuante que nos va a permitir disfrutar de unos cuerpos relucientes e hidratados de almíbar, sin olvidar que nuestras peras se muestran acompañadas por unos piñones tostados con los que consiguen un toque más sabroso.
A estas bellezas, antes las hemos pasado por un baño con miel y azúcar, sin olvidar canela y vainilla.
Las tenemos como reinas, … en pié, preparadas para la presentación formal en sociedad.
Es cierto que las peras en principio son una fruta muy bien valorada, así que cuando éstas se presentan doraditas y coquetas, el personal entra en estado de shock y a partir de ese momento sólo se oye en mesa el sonido de los cubiertos y por supuesto los lametazos.
Mis bocas cercanas con esta receta, siempre jalean mi nombre en repetidas ocasiones, … todo ello sin dejar de comer ¡claro!
Y hasta aquí llegan mis peras conferencia, denominadas así posiblemente porque hablan mucho, así que cuando vienen a casa enseguida las enfilo, porque sino desde el frutero no paran de entretener con sus cosas.
Peras hay más de 30 variedades, desde las más cercanas que cuentan incluso con denominación de origen como son las de Rincón de Soto, las de Jumilla y las de Lérida y otras muy curiosas como un tipo de peras asiáticas, que cambian de color según la estación del año.
La verdad es que las peras en general tienen muy buena prensa no sólo para los salidos, sino también para los nutricionistas y además cuando hablamos y nos referimos a algo o alguien como que es la pera, queremos significar que es muy bueno. Curiosamente en Colombia, los indígenas Paeces llaman a la pera kuali ortayumma, que significa testículo verde (ahí queda eso, entiendo que la variedad de allí será el peruco, porque sino … qué miedo!!!).
En Gran Bretaña mucho más sosos es muy popular la perada que viene a ser una sidra de pera, también elaborada en otras regiones de Europa y en general con esta fruta se preparan en todos los lugares ricas compotas y mermeladas.
Por tanto sólo me queda afirmar que este postre es la pera, así que si os animáis nos colocamos el delantal y vamos quitando la piel a estas charlatanas.
Empezamos.
INGREDIENTES (para 4 personas):
4 peras
1/2 lámina de hojaldre
1/2 vaso grande de agua
4 cucharadas de azúcar
1 cucharada de miel
1/2 limón
1 rama de canela
1 rama de vainilla
24 piñones
1 huevo
1 cucharadita de aceite de oliva
ELABORACION:
Limpiamos bien las peras, las pelamos y las descorazonamos.
En un cazo ponemos el agua, con el azúcar, con la piel y el corazón de la pera, la miel y el limón y dejamos hasta que rompa a hervir.
Incorporamos las peras al cazo y dejamos cocer unos 30 minutos.
Sacamos, escurrimos y reservamos las peras.
Retiramos la piel y el corazón de las peras, incorporamos la canela y la vainilla y dejamos reducir el almíbar hasta que espese.
Cortamos el hojaldre en tiras, en la punta hacemos un agujero por el que metemos el rabito y a partir de ahí enrrollamos el hojaldre alrededor de la pera.
Batimos el huevo y con é, pintamos el hojaldre.
Horneamos a 180º durante 30 minutos.
En una sartén, echamos los piñones con unas gotitas de aceite. Removemos bien para que se tuesten y cuando salgan nuestras peras se los esparcimos por ellas.
Delicioso, puedes tener todo preparado y en la comida cuando presentes el entrante, las metes en el horno y para cuando llegue el postre saldrán relucientes en tu mesa.
Riquísimas….!!!
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