… monjas, putas, presas, locas y ¡endemoniadas!

Munilla, aquí una endemoniada que no puede más que reconocer que sus palabras constatan que vamos por el buen camino. Si usted dice que estamos endemoniadas es simplemente porque nos tiene miedo a todas las mujeres, a su poder, a sus avances, a su forma de organizarse y sobre todo, miedo a que a usted y todo lo que representa tengan los días contados de tanta ignominia contra nosotras.

Sí, estamos endemoniadas porque estamos empoderadas. Estamos endemoniadas porque somos feministas y encima nos sentimos orgullosas de serlo. Cuánto odio y cuánta humillación desprenden sus palabras desde su púlpito mediático, Radio María. Le imagino con un rosario en sus manos mientras su ignorancia se cuela por las ondas. Tenga lo que quiera entre sus manos, pero a nosotras sáquenos los rosarios de nuestros ovarios. Usted representa a la nueva Inquisición, la que deviene de aquella otra que durante siglos torturó y quemó a cientos de mujeres sólo por serlo, por nada más, queriendo ahuyentar con el fuego de sus hogueras, sus propios miedos. Pero no a todas, porque nosotras somos las nietas de las que no pudieron quemar los del hábito cruz en mano.

Señor Munilla, ha sido usted más que oportuno haciendo estas declaraciones a las puertas de la Huelga Feminista de este 8 de Marzo, una huelga que va a ser histórica y que a usted y a todos los suyos les van a poner los pelos de punta, no porque seamos brujas, sino porque van a poder ver, escuchar y oler muy de cerca nuestro poderío en las calles, en los trabajos, en las casas, en las universidades… por todos los lados, y no se lo van a querer creer. Puede que hasta usted diga que es un montaje mediático. Negacionistas siempre ha habido y usted tiene el perfil perfecto.

Yo, señor Munilla mientras tanto, le voy a mostrar cuál es el cartel de lo que las mujeres vamos a hacer en Bilbao, el día 8 de marzo además de la huelga. Y que le sirva de información, no vaya ser que quiera acercarse y no nos encuentre, aunque pensándolo bien también le puede servir para todo lo contrario, no vaya a ser que le entren ganas de exorcizarnos y la liemos. #EmakumeokPlanto  #YoParo8M.

Y deje de darnos clases de Feminismo. ¡Lo que nos faltaba!

Nota: el título de este artículo está parafraseado el de un libro de Marcela Lagarde “Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y locas” (1990).

¡Ni Fátima ni Mariano!

Muy a pesar de Fátima Báñez que dice lo contrario o de M. Rajoy que no quiere ni hablar del tema, la desigualdad salarial es literalmente “el mayor robo de la historia”. Así de rotunda ha sido Naciones Unidas en su afirmación al respecto de la brecha entre salarios de hombres y mujeres, en la celebración del Día de la Igualdad Salarial que se celebra anualmente cada 22 de febrero. Para más inri, la brecha salarial no es que solo sea un lacerante problema en pleno siglo XXI, es que además, lejos de desaparecer sigue aumentando. A Rajoy lo que le debe dar vergüenza es reconocer que los empresarios se ahorran 42.000 millones en nóminas por efecto de «birlibirloque», que en este caso  no es magia sino la brecha salarial.

Y es que un mismo trabajo debe tener un mismo sueldo, así de sencillo… y así de complejo. Lo contrario  es ilegal y por tanto, profundamente antidemocrático. Está prohibido y que la ley no se cumpla es responsabilidad de quienes tienen que velar por su cumplimiento y en este caso, poniendo recursos para que a través de las inspecciones se pueda sancionar de forma taxativa a las empresas que cometan dicha ilegalidad. No hay leyes que sean efectivas sino van acompañadas de sanciones por su no cumplimiento. Y para ello hace falta una decidida voluntad política.

Pero la laxitud de las leyes a este respecto y su carácter meramente declarativo, entre ellas la Ley Vasca para la Igualdad entre Mujeres y Hombres de 2005, es un claro ejemplo: buenas intenciones pero poco cumplimiento, y es que el caso que nos ocupa, ni siquiera nombra en su extenso texto, la  brecha salarial. Acaba de cumplir 13 años y como otras similares cumplieron su misión hace unos años pero esa Ley, como otras muchas, debe ser actualizada para que pueda ser efectiva y para que de verdad se cumpla. Ya es hora de que haya voluntad política de transformación y sobre todo, se pongan los medios para ello.

La proposición de la Ley de Igualdad Retributiva presentada por Unidos Podemos en el Congreso ha salido adelante con el apoyo de todos los partidos excepto el Partido Popular, porque tal y como expuso su diputada Celia Villalobos (¡portavoz de Igualdad del PP!) en el debate para aprobar su trámite “es una iniciativa voluntariosa pero carece de realidad”. Sinceramente, creo que hay mucha gente que vive  en los mundos de Yuppi. De todas formas, y muy a su pesar ha salido adelante.

En el Parlamento Vasco a petición de Elkarrekin Podemos y esta vez sí, con el acuerdo de todos los partidos del arco parlamentario, se ha aprobado una resolución para que  el Gobierno Vasco  elabore en un plazo de seis meses un plan de acción con medidas específicas para combatir la brecha salarial. El miércoles pasado se celebró una Mesa de Diálogo convocada por el Gobierno y que ya ha empezado con problemas por la negativa de algún agente social a acudir. Hay desconfianza.

Veremos qué da de sí y si de verdad hay voluntad política efectiva para que la brecha salarial desaparezca de una vez por todas,  porque es posible. Es posible evitar que el 67% de los empleos menos remunerados de Euskadi estén ocupados por mujeres… es posible porque es nuestro deber hacer lo imposible para remediarlo, con leyes, con sanciones, con recursos… porque si hay algo cierto, es que la discriminación salarial lo que provoca es que se perpetúe la desigualdad entre mujeres y hombres… ¿queremos estos para las mujeres del futuro?

Miremos en este sentido a Islandia que desde enero ha prohibido por ley la ilegalidad de las diferencias salariales decretando que un mismo trabajo debe obtener una misma remuneración sin importar el sexo, la identidad de género, el grupo étnico, la identidad sexual, la nacionalidad o la religión.

Mientras, tenemos que seguir aguantando a los negacionistas, que ponen el grito en el cielo y en tela de juicio una verdad que los datos, no hacen más que corroborar. A nivel global, las mujeres ganan de media un 23% menos que los hombres, “No hay un solo país, ni un solo sector en el que las mujeres ganen los mismos salarios que los hombres”, afirma con rotundidad la asesora de ONU Mujeres, Anuradha Seth.

En Euskadi la brecha salarial se estima en un 25%.  Las trabajadoras vascas cobraron 7.500 euros menos que los hombres. Así que las mujeres a partir de noviembre, trabajaremos gratis.

¿Razones?, una: sólo por ser Mujeres. No busquen más. No se me ocurre ningún adjetivo lo suficientemente contundente para describir tamaña inmoralidad.

Trabajemos por tanto sin descanso para contribuir a la desaparición de esta injusticia discriminatoria, que mina nuestra empleabilidad, precariza nuestros empleos, recorta nuestros derechos y esquilma nuestras pensiones.

 

 

 

 

 

 

Mujeres de Negro

Decenas de mujeres participaron el 5 de enero en la «performance» feminista que bajo el nombre de Women in Black, convoca a mujeres que vestidas de negro se tumban en el suelo como si estuvieran muertas, para condenar y rechazar de forma rotunda los asesinatos de mujeres por violencia machista. Este año que acaba de concluir, han sido más de 90. Sin olvidar que el 2018 ha comenzado con la confirmación del asesinato de Diana Quer «desaparecida» hace un año y medio. Los asesinos y el machismo, como ya he dicho muchas veces, no dan tregua.

Es lamentable y muy doloroso que con la que está cayendo, ningún medio de comunicación se hiciera ayer eco de esta acción activista. Las mujeres que desafiando la lluvia se tumbaron en el suelo, no tuvieron en hueco en ningún medio, en ningún noticiario… en ningún sitio que pudiera haber dado más visibilidad y difusión no ya a la acción en sí, sino a lo que significa. Una acción que en medio de la Gran Vía bilbaina la víspera de Reyes, causó bastante expectación.

No hacerse eco de este tipo de reivindicaciones llevadas a cabo en la calle, eso sí, sin apenas crear molestias más allá de las que apelan a la conciencia, solo tiene un nombre desde mi punto de vista: HIPOCRESÍA. Ni una foto, ni unos segundos televisivos o radiofónicos… ¿a quién le importa la vida de las mujeres más allá de lo políticamente correcto?

No soporto ver como se trata la violencia machista en los medios de comunicación y el caso de Diana Quer es paradigmático: la noticia se ha centrado más en que el cuerpo había sido descubierto por la Guardia Civil (con loas a tutiplén) en vez del asesinato de una mujer en sí. Una más. Falta crítica rotunda en los medios ante esta lacra. Falta formación para poder informar con rigurosidad y con certeza. Falta en definitiva, interés por acabar de una vez por todas con esta cicatriz que parte en añicos nuestra sociedad y que la hace más miserable, si cabe.

Mientras las mujeres salen a la calle a gritar y denunciar, a desafiar el frío y la lluvia para mostrar su más absoluto rechazo a  toda esta miseria, el frío y el silencio informativo muestran su peor cara: la indiferencia. Sólo me queda recoger uno de los gritos que una mujer vestida de negro lanzaba ayer en plena jornada consumista de regocijo y alegría: NOS ESTÁN MATANDO, FELICES FIESTAS!!

Aski da!

Nota: Women In Black Acción es una iniciativa creada por en 2013 por May Serrano y María Seco en Bilbao y ha sido puesta en marcha por mujeres en ciudades de todo el mundo. 

Algunas de las fotos son de Ecuador Etxea. 

 

Caldo machista en ebullición

Ane es una mujer joven de 25 años. Es parte de mi familia y desde hace tres, no es capaz de volver a casa sola por las noches. No sabemos qué le ha pasado porque por mucho que preguntemos para intentar ayudarla, no suelta prenda. Se nos parte el alma cada vez que llama a casa para que sus aitas bajen para acompañarla cuando ninguna de sus amigas o amigos han podido hacerlo. He hablado con ella mirándola a los ojos, para intentar convencerla de que no puede sucumbir al temor de que algo le vaya a ocurrir. Me mira con tristeza y me dice que tengo razón y que lo intenta, pero que por las noches a la hora de regresar a su casa, le invade el miedo y no puede dominarlo.

Es desgarrador comprobar como una mujer a la que hemos educado en la libertad, la igualdad y en el empoderamiento como mujer, no pueda hacer una vida normal en base a esos valores porque todos y cada uno se van al carajo cada noche. Ni que decir tiene que nos aterroriza pensar qué le ha podido ocurrir para que su vida se haya teñido de miedo y de falta de libertad.

Puede que Ane esté entre las 3.465 mujeres (un 7% más que en 2016) que han sufrido violencia machista en Euskadi entre enero y octubre de este año, según datos de Emakunde: más de once mujeres al día que han sido vejadas, violadas, humilladas… la última, ayer mismo en Barakaldo donde una menor ha denunciado haber sido agredida sexualmente por cuatro jóvenes. Ya ven, las manadas se han puesto de moda y conocemos nuevos casos cada día: es lo que tiene sentirse más machotes cuando uno se cree protegido entre colegas a cuál más machirulo. El caldo machista está en ebullición.

Pero termina el año y aunque duela hay que hacer balance. Un balance trágico en el que la violencia machista ha dejado dos mujeres asesinadas en Euskadi y  52 mujeres y nueve de sus hijas e hijos en el resto del estado español.  Sin olvidar que 26 menores se han quedado sin madre. Si llevamos esta cifra al número de feminicidios las asesinadas son 90, según aporta la red feminicidio.net. 

Vuelvo a preguntarme y les invito a que ustedes se hagan la misma pregunta, si en vez de mujeres hubiera sido otro tipo de asesinatos, ¿qué se hubiera hecho? ¿Una simple declaración institucional? ¿Un rechazo simbólico? Sólo a nivel mediático una cadena de asesinatos como la que se produce cada año en el estado español hubiera tenido una repercusión mediática exponencialmente más intensa. Recordemos, porque no hay que dejar de hacerlo, que en quince años 920 hombres han asesinado a sus parejas o exparejas. De nuevo cifras oficiales que dejan en los márgenes de las estadísticas todas aquellas que fueron asesinadas por hombres familiares, amigos…

Cifras, estadísticas, declaraciones, condenas de lo políticamente correcto… pero ¿saben? lo que necesitamos son medidas. La primera de ellas es la de dotar a la lucha contra la violencia de género de un presupuesto honesto con la gravedad de lo que está ocurriendo. Sin embargo, estamos asistiendo al arranque del Pacto de Estado contra la Violencia Machista aprobado en Julio, con importantes carencias desde mi punto de vista, y que de sus más de 200 medidas acordadas después de amargos debates, ninguna ha sido puesta en marcha a día de hoy.

Estos días hemos visto como por fin, se va a dotar al Pacto con 200 millones de euros. De ellos, 20 corresponde a los Ayuntamientos. Hagan la cuenta: unos 2.400 euros de media por cada uno. Una cantidad pírrica para hacer frente a lo que empieza a denominarse ya, terrorismo machista. Hace falta mucha, mucha voluntad política para acabar con la violencia machista, y esa evidente falta de voluntad es la que está permitiendo que las mujeres sean asesinadas, violadas, humilladas y despojadas de su dignidad. Alguien tiene que poner fin a esta lacra, y ante la pasividad de los políticos, me temo que solo las feministas vamos a poder hacerlo con mucha presión en las instituciones, sí, pero también en las calles.

Y es que el machismo campa a sus anchas y  los machirulos no dejan de insultar  a las mujeres y poner en entredicho la lucha feminista, incluso los que se tienen por más intelectuales porque oigan, si algo tiene el machismo es eso, que no distingue de condición ni de intelecto: pone a todos los machirulos al mismo nivel, es decir el del puñetero barro.

Sigamos luchando porque miles de mujeres se lo merecen y porque ya vale de simples condenas autocomplacientes. No nos cansaremos de insistir. Somos feministas y estamos acostumbradas a resistir. Soy feminista y mi compromiso es serio y contundente. Cada día mayor, cada año con más rabia, y este que acaba es solo un preludio de lo que vendrá. Si dicen que este 2017 fue el año del feminismo, ahora empieza lo bueno!

 

25N: Danza maldita de hipocresía

Ana Belén 44 años, Noelia Noemí 32 años… son las dos mujeres asesinadas este año por violencia machista en Euskadi. Pero no quiero dejar atrás a Matilde, Laura, Margaret, Mª José, Gloria, Dolores, Cristina, Aramis, Ana María, Raquel, Maria del Rosario, Eliana, Ana, Susana, Toñi, Blanca, Virginia, Carmen y así hasta 50 mujeres y 5 de sus hijas e hijos asesinadas en el Estado español en lo que va de año.¿Cuántas más? me pregunto…  Son sólo cifras oficiales. Los feminicidios más allá de la pareja o ex-pareja sobrepasan ya la cifra de 70 mujeres asesinadas. 

https://www.facebook.com/UdalBerri/videos/1995490040722836/

Si hay un acuerdo en esta materia en el que coinciden todas las personas expertas, es que cuantos más recursos se dediquen a combatir la violencia machista, menos mujeres sufrirán los efectos de esta lacra social. La fórmula no hay que inventarla pero sin embargo, nos topamos de bruces con la cruda realidad y nos encontramos que quienes tienen que dotar de estos recursos que son las instituciones, a día de hoy no lo están haciendo. El Ayuntamiento de Bilbao ha congelado las partidas del presupuesto que atañen a la violencia machista, eso a pesar de la terrible evidencia de que este año hasta agosto, habían sufrido agresiones machistas en Bilbao un 30% más de mujeres. Exactamente 47.

Lo mismo el presupuesto de la Diputación Foral de Bizkaia el cual se ha incrementado sólo el 0,57%;  y en el Proyecto de Presupuestos del Gobierno Vasco esta partida se ha quedado prácticamente igual que el año anterior. Frente a esto  ¿saben cuántas mujeres han sufrido violencia machista en Euskadi en los primeros nueve meses del año? 3.126 según datos de Emakunde, es decir, 11 al día!!! Y repito, son sólo cifras oficiales.

Díganme donde están mirando los gobiernos que ahora detentan el poder, ¿a las Mujeres?, ¿a su integridad?, ¿a su dignidad? y sobre todo, ¿a sus vidas? Me temo que NO.

Porque la cruda y cruel realidad nos abofetea sin compasión y las mujeres sufrimos violencia machista todos los días, a todas horas, en todos los ámbitos. Una violencia intolerable que se cuela por todas las rendijas porque el machismo es así, lo impregna todo y pone en peligro nuestras vidas. Sí,  porque el machismo mata y viola y enjuicia a las mujeres que sufren la violencia machista antes que a los que la ejercen (mírese la Manada). Y además se regenera para oponerse de nuevas maneras disfrazadas a nuestra lucha feminista: el neomachismo es una prueba de ello.  Y mientras esta realidad no sea asumida, declaraciones institucionales y buenas palabras ya no son suficientes, ¿porque saben? Cada vez que se agrede, se ultraja o se asesina a una mujer, eso nos hace más vulnerables a todas las mujeres.

Y en este camino, mientras leemos estadísticas, salimos a la calle a manifestarnos y  asistimos a funerales y en definitiva mientras se nos hiela el corazón, el machismo campa a sus anchas. Así que hoy 25 de noviembre y todos los días del año, no nos vamos a cansar de decirlo: NOS QUEREMOS VIVAS y sobre todo no vamos a dejar de gritar ERASORIK EZ, ERANTZUNIK GABE.  De otra manera, esto no será más al fin y al cabo, que una danza maldita de hipocresía.

Nota: el video es la lectura de un texto propio, en parte recogido aquí, que se hizo el 25 de Noviembre con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres en el Teatro Arriaga organizado por el Ayuntamiento de Bilbao.