8M: Memoria, Reconocimiento y Reparación

Decía Eduardo Galeano «El miedo de la mujer a la violencia del hombre es el espejo del miedo del hombre a la mujer sin miedo».

14 mujeres y una menor de 3 años han sido asesinadas por violencia machista en lo que va de año en el estado español: Mónica y su hija Ciara, Olga, Judit, Liliana, María, Manuela , Rosa, Ana, Lorena, Clara, María del Mar, María del Carmen, Alina y Concepción. Además, estos asesinatos han dejado 8 menores en situación de orfandad.

¿Quién recuerda sus nombres? Por eso, este 8M vamos a invadir las calles llenando todos los rincones de morado para recordarlas, pero sobre todo para exigir que de una vez por todas se acabe esta violencia que no cesa y que cercena nuestras vidas y nuestra dignidad. Es hora de afirmar sin ningún tipo de fisuras que las violencias machistas que sufren las mujeres por el mero hecho de serlo, todos los días y en todos los ámbitos de la vida, son una vulneración de los derechos humanos sistemática y estructural, es decir, organizada y establecida dentro del sistema patriarcal.

Hoy 8 de marzo, es el día en el que cristalizan las reivindicaciones de las mujeres en su lucha por la igualdad de derechos; en nuestra lucha para que se nos deje de matar y agredir sexualmente; en nuestra lucha por dejar de tener miedo (ese miedo del que habla Galeano) porque nos queremos libres y combativas pero sobre todo, nos queremos vivas. Y también es el día para frenar el avance de la derecha retrógrada y negacionista que quiere aniquilar todo lo conseguido hasta ahora. Pero las feministas estamos acostumbradas a resistir y nos van a encontrar de frente: por las que estuvieron, por las que están y por las que vendrán. Con nosotras, no van a poder. Lo saben, y tienen miedo.

Por ello, entre todas estas reivindicaciones debemos hacer el ejercicio de no olvidar a las mujeres que han sufrido y que sufren violencias machistas. Y también hay que hacer un reconocimiento expreso a las supervivientes. De ahí que sea necesario hacer Memoria histórica y colectiva, Reconocimiento y Reparación para las víctimas. Hay que acabar con esa vulneración de los derechos humanos que atenta contra la libertad y contra la convivencia provocando consecuencias gravísimas para las mujeres, sus familias y la sociedad en general.

Hay que luchar contra el olvido, realizar actos de reconocimiento y conmemoraciones públicas de reparación simbólica, hay que trabajar desde la perspectiva educativa y hay que materializar todo ello en nuestras calles, porque la memoria debe dejar huella en nuestras vidas cotidianas y en las de generaciones futuras. Y todo ello debe de formar parte de la agenda política feminista.

Hoy, como todos los días, es momento para ello. Yo ya me estoy anudando mi pañuelo morado y me voy a la calle. Nos vemos en cualquiera de los diferentes actos convocados por el movimiento feminista. 2020 volverá a ser un hito dentro de la lucha y la causa feminista. ¡No faltes hermana!

GORA BORROKA FEMINISTA!

Republicanas: las «rojas» rapadas

Mi abuela fue republicana, tengo el gran honor de decirlo… Algo que ella, en el largo periodo de la posguerra y hasta que llegó la democracia, tuvo que ocultar y quizás olvidar. También era compañera de republicano. Durante la guerra, mi abuelo fue apresado varias veces en el frente y encerrado en una cárcel. Cuando el bando nacional ocupó Málaga, mi abuela fue rapada y estigmatizada comomujer de un rojo”. Así y todo, tuvo el valor de ir andando y “luciendo” su condición de republicana, kilómetros y kilómetros para visitar a mi abuelo. Muchas veces llegaba y no le dejaban verlo!

X la tercera Rep

Ambos eran una pareja de republicanos a quienes la guerra partió en dos sus vidas y sus almas, unos jóvenes que no creían en el matrimonio y vivían juntos como compañeros. Su único hijo, mi padre, nació apenas un año después de haberse declarado la guerra. Cuando esta terminó, mi abuelo por alguna razón que ya nadie recuerda, volvió a su casa… Apenas unos días después, entraron en la casa y se lo llevaron delante de su mujer y de su hijo a la tapia del cementerio y allí lo fusilaron. Nunca se encontró su cuerpo. Yace seguramente para gloria de la memoria histórica que nos quieren arrebatar, en alguna cuneta, en algún barranco, porque recuerdo que allí en su pueblo de la serranía de Ronda había muchos, o vete a saber… Nunca lo buscaron!

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Imagínense a mi abuela, soltera que fiel a sus principios no se había casado ni siquiera cuando ya era madre, con un bebé de apenas dos años en la España fascista y vengativa de los años posteriores. Me imagino lo que tuvo que sufrir  para sacar a su hijo adelante y que nadie le señalara. Así que durante muchos, muchos años, todo fue silencio. Todo mutismo. La historia que les estoy contando, ni siquiera me la contó mi padre. Es probable que a él ni siquiera se la contaran para que no sufriera. Pero el dolor que sentí una tarde de verano cuando alguien del pueblo me contó todo lo ocurrido, fue como si leves alfileres de cristal se clavaran en cada poro de mi piel: todo el dolor acumulado durante años de silencio, afloró de golpe en apenas unos minutos.

Hoy de nuevo 14 de abril, Día de la República, quiero hacer un especial homenaje a esas mujeres anónimas, que lucharon por y para mantener la República y tuvieron la suerte de vivir en libertad hasta que el fascismo acabó con todos aquellos logros tan revolucionarios que se habían impuesto en una España en la que las mujeres apenas tenían derechos y necesitaban para todo, el permiso del padre o marido. Con la II República la situación de las mujeres comenzó a cambiar y además de conseguir el voto para ellas, se eliminaron privilegios que hasta entonces sólo tenían exclusivamente los hombres: se reconoció el matrimonio civil, el derecho de las mujeres a tener la patria potestad de los hijos e hijas, se suprimió el delito de adulterio aplicado sólo a la mujer y se permitió legalmente el divorcio por mutuo acuerdo. Curiosamente, durante este periodo republicano, se aprobó la equiparación salarial para ambos sexos.

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Así que sin dejar de nombrar aquellas valientes políticas que tuvieron el valor de enfrentarse a sus compañeros masculinos, que no por ser republicanos habían dejado de ser machistas, como Margarita Nelken, Victoria Kent, Clara CampoamorDolores IbárruriFederica Montseny, María Lejárraga y tantas otras, quiero hoy recordar especialmente a aquellas republicanas que lucharon fervientemente por unos derechos que tanto les costó conseguir pero que tan poco tardaron en perder cuando el fascismo y el machismo (que siempre van juntos), irrumpieron en sus vidas a golpe de fusilamientos y estigmatización, encerrándolas en casa a cal y canto durante más de 40 años.

Por ellas, hoy algunas estamos aquí escribiendo este relato. Por ellas…para que no caigan, aún más si cabe, en el olvido…

Mujeres valientes

 La auténtica Republicana: 

http://blogs.deia.com/xsermujer/2014/02/23/725/

Pasionaria, la gran olvidada: 

http://blogs.deia.com/xsermujer/tag/dolores-ibarruri/

Gerda Taro: «detrás» de Robert Capa:

http://blogs.deia.com/xsermujer/tag/gerda-taro/