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Ponemos rumbo a un aislado y tranquilo territorio. Nos sumergimos en la cara más montañosa de Soria, estamos en el Valle del Tera. Al fondo, presidiendo el amplio valle nos encontramos la Sierra Cebollera con sus imponentes 2.000 metros de altura. Sus suaves lomas fruto de la erosión glaciar son refugio de hayas y robles. Sus arroyos y riachuelos riegan este lugar conocido como la Suiza soriana. Y ya os podéis imaginar por qué lo llaman así. Es un paraje que desborda naturaleza por los cuatro costados. Es todo un bello cuadro de montaña y verde pasto.

Fotos: Diego Dal Santo.

De hecho, este bonito lugar era zona de descanso de la nobleza de la región, ¡y no nos sorprende! Pero, sin duda, por lo que es más conocido este rincón, es por ser el sitio ideal para elaborar una mantequilla de calidad.

Estamos casi a 1.200 metros de altura, esto junto a las duras condiciones climáticas y la abundancia de agua, hace que aquí crezca un pasto ideal como alimento para las vacas. Gracias a este nutritivo pasto su leche se convierte en la materia prima ideal para elaborar mantequilla de primera.

Una mantequilla que antaño se elaboraba de manera totalmente artesanal. El pasado lechero de este rincón soriano se nota en todo el valle. En honor a este gran producto se ha creado la Ruta de la Mantequilla. Y además su elaboración esta controlada por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida «Mantequilla de Soria» www.mantequilladesoria.com

Tengo el gran honor de poder compartir una mañana con Espe, Visi y Nati, vecinas de Valdeavellano de Tera. Ellas son conocedoras de todos los secretos para elaborar la mantequilla como se hacía antaño, con la receta artesanal.

Para empezar necesitamos la nata que se obtiene con el reposo de la leche. Una vez acidificada o fermentada, se bate en este recipiente especial de madera, es un manzadero. Y no es nada fácil, es un trabajo totalmente manual. ¡Hace falta mucha maña para elaborar la mantequilla! Reconozco que no fui de gran ayuda, no es nada fácil.

Después se va amasando hasta obtener el producto final, en forma de rollo. Cada manteca, como llaman aquí a la mantequilla, tiene su dibujo. En casa de cada ganadero se firmaba el producto de una manera. Espe nos explica orgullosa que en su casa siempre ha visto dibujar una media luna a sus mantecas.

Aquí os dejo el programa de cuando pasamos por este bonito valle.

 

 

 

En estas fechas nuestro ajetreo diario se detiene por unos días y llega el momento de estar con nuestras familias, de largas comidas y tertulias y también de paseos tranquilos que además de muy entretenidos, suelen venir muy bien para bajar esos tentadores bocados de más de turrón y otros irresistibles dulces navideños. Un plan muy bonito es el del paseo de Plentzia, y más si el tiempo nos acompaña como en estos días. Vamos a seguir el transcurso de su ría, tiene muchas curiosidades que seguro que os sorprenderán.

Plentzia no se entiende sin su ría y viceversa. Las formas de sus corrientes de agua, mareas y aluviones ondulantes van formando la silueta de la villa y de su paseo. Caminamos siguiendo el recorrido que forman sus plátanos, ahora en reposo, a un lado nos acompañan las pequeñas embarcaciones que cohabitan con las aves que se posan en estas aguas ricas en vida.

Fotos: Iker Eraso.

Estamos en la desembocadura del río Butrón. A este caudal lo ven nacer los montes de Bizkargi y Mendigana. En sus 30 kilómetros de recorrido lo van nutriendo afluentes del monte Sollube, hasta dar a morir a esta villa. Ya a la altura del castillo de Butrón al río lo vemos lento y cargado de meandros. En Plentzia se convierte en ría con sus cambios de caudal, según las mareas, y repleto de aluviones. Es muy interesante la marisma de Txipio, al otro lado del paseo donde se encuentra la estación del metro. Un lugar que sin duda merece la pena conservar. Las marismas son ecosistemas únicos y escasos en Euskadi, que poseen unas características geobiológicas muy singulares. Se encuentran repletos de vida de organismos muy curiosos adaptados a frecuentes e intensos cambios de salinidad.

La marisma y todas las orillas de la ría son los lugares preferidos de las aves para posar y alimentarse.

Para llegar hasta esta marisma hay que pasar por el inconfundible puente nuevo de la localidad. Se trata de una pasarela muy singular de 150 metros de largo, diseñada por el arquitecto Javier Manterola y construida en el año 1991. Se ha convertido en todo un símbolo de los plentziatarras. ¿Sabíais que antiguamente existía otro puente en este mismo lugar que fue arrasado por las crecidas del Butrón cuando las inundaciones de 1983?

Las mareas no solo son las responsable de la rica vida de sus orillas y marismas, también fueron importantes antaño para la industria. Muy cerca del frontón nos podemos encontrar una antigua y sorprendente itsaserrota o molino de mareas del siglo XV. ¡Qué ingenio la de nuestros antepasados! Energía 100% renovable y limpia. Se aprovechaba el flujo de las mareas con la fin de mover esta rueda. En pleamar se cargaba de agua el molino y con la bajamar se ponía en funcionamiento.

En el paseo a la altura del Gazteluondo aún podemos encontrarnos con la piedra que utilizaban los antiguos para moler los cereales. Pero este no era un molino común, trabajaba con cinco pares de piedras, cuando lo habitual era utilizar dos. Lo más sorprendente es que se mantuvo en funcionamiento en la margen derecha de la ría hasta 1960. Qué bonito sería recuperarlo ¿verdad? El último molinero que lo vio en funcionamiento fue Félix Echeita Zugasti.

Seguimos recorriendo el paseo en dirección a la costa. Dejamos atrás el puerto donde aún se atisba el pasado pesquero de esta villa. Plentzia fue puerto importante para la pesca de la ballena. También hubo astilleros de carácter familiar. Fue ya a finales del siglo XIX cuando comenzó a convertirse en lugar de veraneo de la provincia, sobre todo de los habitantes de Bilbao. Belleza no le falta. Terminamos nuestro bonito y tranquilo recorrido en la gran bahía de Gorliz y su precioso arenal. Volveremos, aún nos quedan muchos lugares por visitar. Pero eso ya será el año que viene. ¡Eguberri on! 

Visitamos a nuestro vecinos más occidentales para ir en busca de una de las grandes reinas de las aguas del Cantábrico, la anchoa. Para ello ponemos rumbo a la villa de Laredo. Es de esos lugares que no se olvidan con facilidad. Una bonita composición de montes, mar y una gran bahía de arena dorada. Su playa es la mayor de todo el litoral cántabro con más de dos kilómetros de arenal.

Fotos: Diego Dal Santo

Su bahía es espectacular y muy turística. Pero nosotros nos vamos a perder por la Puebla Vieja. Son seis calles empedradas o ruas (como las llaman aquí), todas ellas a los pies de la iglesia de Santa María de la Asunción de estilo barroco. El santuario y todo el casco antiguo se encuentra al abrigo del pequeño monte de la Atalaya, un antiguo volcán que protege a la población de los vientos del norte. Sin duda, merece la pena adentrarse en el casco antiguo y perderse por sus calles, para conocer la arquitectura de sus palacetes y casonas. Para mi, ¡toda una sorpresa!

Laredo data de la Edad Media, incluso se puede atisbar en ocasiones la antigua muralla. Y es que esta villa tiene una larga y extensa historia. Aunque a priori pueda sorprender, ya que se encuentra lejos tanto desde el punto de vista cultural como geográfico, este es un lugar muy vinculado al reino de Castilla. La razón es que fue utilizada como salida al mar de este reino.

Aunque, sin duda, la reina indiscutible de este territorio es la anchoa. No todas las anchoas son iguales, las del Cantábrico, caladero sostenible, son las mejores para la conserva. Su elaboración es todo un arte que en ocasiones se transmite de generación en generación.

¿Pero sabíais que la formula de la anchoa en salazón proviene de Italia? A finales del siglo XIX comenzaron a llegar a los pueblos costeros del Cantábrico como Bermeo, Santoña y también Laredo, italianos, casi todos ellos sicilianos, que se dedicaban a la salazón de la anchoa. Cuando llegaron a nuestras costas vieron la gran calidad y también cantidad (hace más de 200 años) de la anchoa para conserva y se quedaron a elaborarla.

Nosotros tenemos el placer de pasar una mañana con José Luis Ortíz y Fidel Ortíz de la conservera Codesa, es una de esas empresas familiares vinculadas desde siempre a la mar y la anchoa.

Esta empresa familiar se encuentra a escasos kilómetros del puerto, eso hace que en una misma mañana se pueda dejar el boquerón en los depósitos, donde irán perdiendo agua y grasa e incorporando sal. Tras estar unos meses curándose se va sacando a medida que se va necesitando y aquí es cuando el trabajo manual toma protagonismo.

Las responsables de que la anchoa sea ese gran producto gourmet son en parte las fileteras, meticulosas trabajadoras o más bien artesanas. Sus trabajos son minuciosos y necesitan de manos cuidadosas y con experiencia para limpiar y recortar a la anchoa. Tanto es así que en esta empresa podemos saber que filetera ha estado detrás de cada anchoa.

Claro está, no podía faltar el aceite de oliva, parte importante para que la anchoa coja su sabor tan característico. Y tras estos cuidados, ya está la rica anchoa, la reina de Cantábrico, lista para ser degustada. Y atentos a unos trucos muy útiles que nos dan Fidel y José Luis para saber si efectivamente lo que estamos probando son anchoas de calidad y sazonadas a pocas horas de ser pescadas. La anchoa no tiene que estar marcada por la espina, tiene que tener un color rojizo y se tiene que curvar, pero que no doblar. Y en boca, tiene que tener todo el sabor del mar.

Si queréis saber más, aquí os dejo el paso de Agroviajeros TV por los términos de la reina del Cantábrico:

 

Nos perdemos por la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. Enclavada en un remanso del Golfo de Bizkaia, es, sin duda, uno de los lugares más bellos de nuestra geografía. Sinuosos acantilados, blancos arenales a los pies de marismas, ríos y bosques, todo ello bajo la atenta mirada del bravío Cantábrico. Este lugar es parada obligatoria para el viajero y no solo por ser uno de los corazones ecológicos más importantes de Euskadi, sino porque aquí además podemos conectar con la naturaleza; sentir el agua, escuchar los cantos del viento, dejarse llevar por el ir y venir de las mareas, oler y saborear la «kresala», … No somos simples espectadores, nos da la sensación que nos convertimos en parte del paisaje y de la naturaleza.

Este rincón de Bizkaia, debido a su extensión y su alto grado de conservación, tiene el honor de ser el humedal más importante de Euskadi. Desde el punto de vista ecológico y también del paisaje, es un tesoro único que los bizkaínos no podemos dejar de cuidar y mimar. Fue declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco en 1984. A mi me gusta acercarme en cualquier época del año. En verano, claro está, es un paraje que apetece, sus playas y sus aguas ¡son de película! Pero también es bonito venir hasta este sorprendente estuario, ahora. El viento, la lluvia y el frío le aportan un halo misterioso muy interesante.

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Las mareas y también los pequeños arroyos que nos encontramos en toda la desembocadura van cambiando el paisaje de este bonito estuario, casi casi a diario. Y más tras un fuerte chaparrón como el que nos cogió. En pocos minutos las aguas de este pequeño rio canalizado de la playa Laidatxu (Mundaka) cogieron una velocidad sorprendente. Son cosas que solo puedes ver en esta época del año.

Pero el gran protagonista de este valle es el rio Oka que nace en el monte Oiz y se transforma en ría al llegar a Mundaka. No es muy largo, unos escasos 17 kilómetros, pero aún así le da tiempo a que sus aguas junto con las del mar y la arena con la que se va topando vayan formado un lugar lleno de vida.

Como os podréis imaginar aquí tenemos muchos tipos de vegetación. Y es que nos encontramos ante tipos muy distintos de suelo. Está el bosque atlántico con robles, castaños, incluso arces y sauces que comparten protagonismo con las plantaciones de pinos y eucaliptos. Después se encuentra la costa rocosa donde abundan las encinas, con ese bonito contraste que forma el verde oscuro de sus hojas y el gris claro de las piedras. Y finalmente nos encontramos con los vegetales que viven en las marismas, acostumbrados a la sal y a los cambios de la bajamar y pleamar. ¡Un paisaje muy rico! Y eso que todavía no hemos hablado de la fauna.

Las aves son las reinas de este pequeño territorio. Tanto es así que fue uno de los motivos más importantes para proteger el Urdaibai. Se da la circunstancia que estamos en el recorrido migratorio de muchas aves que viajan entre Europa y Africa. Pero este lugar no solo les gusta para descansar a las aves de paso, hay muchas que eligen este lugar para poner sus nidos, no nos extraña. ¡Es ideal! Si os acercáis hasta aquí os explicaran todas sus curiosidades en el Urdaibai Bird Center. www.birdcenter.org

Y si tenéis suerte podréis avistar a aves como la garza real, la espátula, el cormorán grande, el colimbo grande, la garceta común, el martín pescador y otras muchas. Especies normalmente difíciles de ver.

 

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Otro de los puntos interesantes es la Torre Madariaga. Es un centro donde aprender todo sobre nuestra biodiversidad y la importancia de su conservación. ¡Muy acertada su ubicación! Un plan muy bonito acercarse a conocerla. www.torremadariaga.net 

 

Un lugar que no necesita presentación es Mundaka y su famosa ola izquierda, la mejor del Europa en su categoría, según los entendidos. Se encuentra dentro del top 10 de olas. Nace en la barra de Mundaka y termina en la playa de Laida, puede llegar a alcanzar los 4 metros de altura y los 400 metros de largo.

Si nos acercamos aquí en época de competiciones de surf podremos encontrar auténticas estrellas internacionales de este deporte surcando sus aguas. www.mundakakosurftaldea.com.

Frente a sus costas está situada la isla de Izaro. La roca ocupa el centro de la desembocadura de la ría, aunque pertenece a Bermeo, se encuentra más cerca de Mundaka, a 2,2 kilómetros. Ambas localidades han mantenido a lo largo de la historia varios enfrentamientos acerca de sus límites territoriales. Aunque hoy día pertenece a Bermeo las verdaderas dueñas y señoras de Izaro son, sin duda, las aves marinas que allí anidan, la más común es la gaviota argéntea.

Sobran motivos para visitar este rincón nuestro de los más espectacular, también en esta época de lluvias y frío. Ya que a mi entender, lo más bonito de Urdaibai es el continuo cambio de colores y matices de luces en el cielo, agua y arena. El mar es cambiante y caprichoso y también las nubes y el cielo. La lluvia lo inunda todo de un gris intenso pero de repente,… sale el arco iris. En pleamar el agua inunda arenales y rocas con sus olas y corrientes pero de repente,…, llega la bajamar. La Reserva saca a relucir de nuevo su vida, nacen pequeños islotes, nuevas playas y toda la vida molusca que se esconde bajo el agua vuelve a surgir. Si os acercáis hasta aquí tenéis que hacerlo para todo el día y contemplar así el cambio de este lugar. ¡Hay que venir para verlo!

 

 

El pasado domingo se celebró el Día Europeo del Enoturismo. En Euskadi tenemos la suerte de tener varias rutas de vino donde elegir y además muy diversas entre ellas. Una con mucha solera y que a mi me encanta, es la de Rioja Alavesa. Todas las épocas del año tienen algo que hace que estos parajes te atrapen. El otoño quizás sea en este rincón alavés la estación más romántica. Después de la exuberancia y el apogeo de la vendimia, llega el momento de la calma. La vid poco a poco se va preparando para dormir una larga temporada, comienzan a aparecer los tonos ocres, los rojos otoñales, marrones intensos que hace que no puedas dejar de contemplar este paraje.

Esta bonita postal lo conforman 13.500 hectáreas de viñedo y cerca de 400 bodegas, casi todas de origen familiar. Estas medias y pequeñas producciones transforman el paisaje y ¡lo hacen único! Son como balcones de formas ondulantes que rodean a las bodegas.

Lo mejor es perderse por sus estrechas carreteras, a cada paso encontraréis panorámicas como esta y os toparéis con todo tipo de diseños y arquitecturas incrustadas en el paisaje de manera casi magistral. ¡Imposible elegir una! Todas tienen algo especial.

No es casualidad que en menos de 315 km2 de superficie haya tan grandes bodegas y vinos. Estamos en un lugar privilegiado para el cultivo de la vid. Muy importante es el suelo. Nos encontramos en tierras de arcilla-calcárea, es de las mejores para que las cepas puedan absorber la humedad que necesitan. El hecho de encontrarnos al abrigo de la Sierra de Cantabria hace también que este lugar este protegido de los vientos del norte. Y claro está, no podíamos olvidarnos del buen hacer de sus gentes y su larga historia vinculada al vino.

Y es que en este lugar ha habido vida casi desde que el mundo es mundo. No os podéis perder el Dolmen de la Chabola de La Hechicera (Bilar). ¡Es increíble lo bien conservado que esta! La galería está compuesta por 5 losas mas las de cierre. Desde cualquier punto se divisa casi la forma original. En las excavaciones se encontraron numerosos objetos, además de restos humanos: hachas, trozos de cerámica, aros… Un lugar de culto, funerario,… quien sabe,… aquí es fácil dejarse llevar por la imaginación.

Una larguísima historia vinculada desde siempre al vino. En pocos sitios del mundo encontraréis una cultura vinícola tan profunda, larga y continuada en el tiempo. Las bodegas subterráneas de época medieval de su capital, Laguardia, los guardavíñas que salpican el territorio e infinidad de detalles relacionados con la vid dan fe de ello.

Aquí la variedad reina para los tintos es la tempranillo, el rosado se elabora con garnacha tinta y el blanco con viura. Pero quizás los vinos más afamados e internacionales sean los tintos de uva tempranillo, variedad autóctona, que en ocasiones se redondean con uvas como la graciano, también de origen local. Una de las grandes peculiaridades de los vinos de Rioja Alavesa es que sus jóvenes se elaboran mediante la forma tradicional de maceración carbónica. Un método que solo se da aquí y que cada día tiene más adeptos. Una forma de elaboración utilizada durante generaciones que le aporta unos aromas especiales y muy característicos. La gran diferencia es que los racimos fermentan enteros en los depósitos, cuando lo habitual en todo el mundo es que solo lo hagan las uvas, sin el raspón.

Terminamos nuestro bonito recorrido tomando ruta hacia la cara más montañosa de este paraje. Vamos a subir el Puerto de Herrera para dirigirnos a Urizaharra (Peñacerrada). Aquí os encontraréis con una de las mejores panorámicas de este lugar, se trata del Balcón de La Rioja. Siempre que me acerco a este rincón del sur de Álava, no puedo resistir la tentación de subir por la carretera comarcal A-2124 de curvas imposibles para deleitarme con esta estupenda panorámica. ¡Sin duda que merece la pena! A nuestros pies aparece la inacabable llanada de colores ocres, salpicada a cada rato de pueblecitos rodeados de viñedos.

 

Nada hace pensar que a pocos metros el paisaje se tornará en monte y bosque. Urizaharra pertenece a la Cuadrilla de Campezo-Montaña Alavesa y ¡se nota! Aunque no esté dentro de Rioja Alavesa, os recomendamos que os paréis a conocer este precioso manantial. Desde las profundidades de la tierra surge el Linares. Se encuentra dentro del recinto de la casa rural «Errota» que como su nombre sugiere alberga un molino. En la planta baja además tienen una panadería artesanal, otro motivo más para pararse en este tranquilo lugar de montaña. www.nekatur.net/errota

Regalarte unos días disfrutando de la brisa atlántica y clima subtropical en una de las islas de la Macaronesia, apetece. Y no sólo me gusta a mi, las Islas Canarias es uno de los destinos de playa estrella de los vascos. Pero después de unos días al sol, muchos no podemos resistir la tentación de ir a descubrir todos los secretos de estas afortunadas islas llenas de contrastes. Como todas las islas del archipiélago canario, Lanzarote tiene un paisaje y naturaleza únicos, cada isla es como un pequeño continente. A la de Lanzarote, la más septentrional y oriental del archipiélago, la llaman la isla de los volcanes. Y no es para menos, alberga más de cien volcanes repartidos por sus poco más de 840 km2. Las erupciones y ríos de lava de color negro intenso han ido forjando la arquitectura de esta fascinante isla. No hay nada como perderse por sus rincones de tierra volcánica.

Aunque a priori no lo parezca el interior de esta isla tiene una importante carga rural. ¡Y sobretodo vinícola! Me dirijo hacia el suroeste para llegar a La Geria, estamos entre los municipios de Yaiza y Tías, rozando el Parque Nacional de Timanfaya. El paisaje es impresionante. Estamos en una tierra volcánica de color regaliz profundo donde los lanzaroteños, generación tras generación, han sabido sacar el mayor partido a este paraje escaso de precipitaciones. En pocos sitios del mundo veréis una estampa parecida. 

Nunca antes había visto unos cultivos iguales. Pero ¿qué ha llevado a esta gente a cultivar la vid de esta manera? Los conejeros, como se les llama popularmente a los habitantes de esta isla, tuvieron la genial idea de excavar hoyos y rodearlos de pequeños muros semicirculares para proteger al viñedo del viento. Este ingenioso sistema ayuda además a proteger la humedad en la tierra, un bien muy escaso por estas latitudes. Aquí, sin duda, se demuestra ese dicho que dice eso de «si se quiere se puede».

No me resisto la tentación de conocer estos curiosos viñedos de cerca. Como se puede apreciar toda la tierra se encuentra cubierta de una fina capa de arena negra. Lanzarote ha sufrido grandes desastres naturales y algunos muy recientes. Una gran erupción cubrió entre 1730 y 1935 ¡un tercio de la isla! Una debacle que inutilizó sus mejores zonas de cultivo. Pero caprichos de la historia, es precisamente gracias a este manto negro de arena como consiguen preservar la humedad.

No solo el cultivo es diferente, también su uva es muy especial. Aquí la variedad reina es la blanca malvasia. Es pequeña, adaptada al medio y de gran calidad. Originaria de Grecia, es la variedad mediterránea más antigua que se conoce. Se oxida con facilidad, así que estas tierras son su gran aliada. Su vino fue considerado de los mejores del mundo y de reyes. Tanto es así que los caldos de estas tierras enamoraron al mismísimo Shakespeare. En tres obras del genio aparece mencionado. En Enrique IV se lee: «Por mi fe que habéis bebido demasiado vino canario. Es un vino maravillosamente penetrante y que perfuma la sangre antes de que se pueda decir: ¿qué es esto?«.

 

A nosotros desde luego que ¡nos encantó! ¡Es diferente y sorprendente! Un tour por sus bodegas es muy interesante. Existen trece bodegas adscritas a su denominación de origen donde poder elegir. www.turismolanzarote.com

Seguimos recorriendo la zona agro de la isla, ¡que es mucha! Esta isla no deja de sorprender. Pongo rumbo a los pueblos de Guatiza y Mala. Estamos en un cultivo de la cochinilla, del que Canarias fue un gran exportador durante la segunda mitad del siglo XIX. ¿Pero que es la cochinilla? ¿Y por qué fue tan valorada? Es nada más y nada menos que un pequeño insecto que vive en las tuneras. Este animal parásito era muy demandado en Europa porque con él se podía teñir de rojo los vestidos y dar color a la comida. ¡Qué curioso! Aunque su cultivo ha descendido desde el uso de colorantes sintéticos, se esta trabajando en su recuperación, ya que esta muy arraigado al paisaje y cultura de la isla.

Lanzarote es además cuna del gran Cesar Manrique. Un artista que supo ver en el paisaje todo su potencial y fue acérrimo defensor de los valores medioambientales. Su sello lo podemos encontrar en toda la isla, en cada esquina se nota su arte y espíritu. Si os acercáis hasta aquí no podéis dejar de visitar sus obras insertadas en el paisaje, son de visita obligada. Jameos del Agua, Mirador del Río o el Jardín de Cactus son algunas de sus obras más emblemáticas. Además esta isla también alberga el Parque Nacional de Timanfaya. Un parque de origen volcánico impresionante con más de veinticinco volcanes. Naturaleza volcánica al 100%.

 

 

 

 

 

 

 

 

La Rioja es una de esas regiones que de vez en cuando a todo vasco nos gusta visitar. Solo hay que darse una vuelta por Haro, Casalarreina o Ezcaray para darnos cuenta de que esta zona nos llama. En esa ocasión vamos a poner rumbo hacia la parte más oriental de la región. A cada rato aparecen sus famosos viñedos, estamos en tierra de vinos. Pero este paraje también es un lugar ideal para la fruta y la verdura. Por todos es sabido que la huerta y en especial la de los frutales aquí se da de maravilla. El clima pero sobre todo los aluviones que forman el Ebro y sus afluentes, dotan a este sitio de una tierra rica y fértil. Para comprobarlo en primera persona, nos dejamos caer por Rincón de Soto y nos perdemos entre sus espectaculares perales.

Allí nos encontramos con Sixto Cabezón, Técnico de la Denominación de Origen Protegida Peras de Rincón de Soto y Eduardo Pérez, su Presidente, son conocedores de todas sus virtudes y peculiaridades.

La pera de este rincón es fácil de diferenciar. Lo primero en lo que hay que fijarse es en el “ruseting”, una pequeña oxidación que se da en las frutas de las huertas a orillas del Ebro. De sabor también la podréis conocer porque son especialmente dulces, gracias a las oscilaciones térmicas a la que se ve sometida en verano.

Además prácticamente no utilizan insecticidas. Todos estos cuidados en el campo, el clima y las tierras fértiles del Ebro, hacen que nos encontremos antes una fruta distinta y que, sin duda, ¡nos gusta! Uno de sus mercados más importante es el de Euskadi y sobretodo el del Gran Bilbao. La época de recogida es de lo más emocionante, el almacén es todo un ir y venir de agricultores.

En la cooperativa somos testigos de cómo se almacena la fruta. Una buena conservación hace que podamos disfrutar de las virtudes de la pera todo el año. Aquí os dejo el programa desde donde comienza la parte de la recogida de la pera de Rincón de Soto. ¡EsPeramos que os guste!

Su entorno tampoco os defraudará. Nos han dicho que si nos acercamos a la localidad de Enciso daremos con los primeros habitantes de La Rioja. Estas piernas nos dan una pista, ¿estaremos viendo bien? ¡¡Sii!! Es un dinosaurio. Aunque ahora nos resulte difícil de imaginar, Enciso era un paraje ideal para que viviesen estos grandes reptiles. Gigantes como edificios o algo más pequeños estos animales de la prehistoria encontraron aquí un hábitat ideal para convivir

 

Aquí os dejo el vídeo completo de cuando visitamos este lugar.