Reconozco que no tengo el don de la oportunidad, seguramente tampoco lo busque. El fin de este blog es comunicar, y no estar en el candelabro, como dijo aquella miss. Y que este post meses atrás hubiese tenido más impacto. Pero uno hace las cosas cuando quiere o puede. Aviso que es un tema un poco de «nivel intermedio» de conocimiento del deporte y la comunicación, pero que creo que se puede extrapolar a todos los ámbitos de la vida. Pelotas, enfurruñaos, amargados, mentirosos y gente buena, hay en el deporte y en la pintura (creo).
Arranco este relato con un incidente (para mi entender, gracioso) que nos sacudió en verano. El nocillagate. No me voy a poner a explicarlo en su totalidad, porque aquí lo hacen mejor. Si lo quieres resumir mucho, pero mucho mucho: A una persona conocida, muy mediática en redes sociales, le lanzan un gancho para promocionar una marca. El que le lanza el gancho, ni es de nocilla ni nada, solo buscaba ver su reacción. La reacción, se puede ver en el artículo, «pica» el gancho y se pone a promocionar el producto en sus cuentas. Al de un tiempo, se destapa la farsa y empieza el show. Por un lado los ultra seguidores y por otro los que estaban esperando un traspiés, para darle con todo. La reacción del protagonista no la valoro, porque me parece que se sale del tiesto.
No voy a juzgar yo, la actitud de Josef Ajram, protagonista de esta historia. Ni a la persona, ni al personaje. No es santo de mi devoción y he tenido la ocasión de compartir con él cierto tiempo. Un recurso que utilizan algunos fenómenos en las redes es: te caigo mal, porque no me conoces, solo conoces al personaje. Bueno, no es mi caso, las ideas políticas y de carácter social que tiene, pues no son santo de mi devoción, pero ni es el momento, ni es el lugar. Ni por su puesto, como se verá, la forma de trabajar la difusión. Tampoco creo que nadie me haya visto nunca meterme con él. Y mira que tuve ganas con aquél vídeo que hizo, medio en bromas, medio en serio riéndose de los que empiezan (los kalenjis). Cada uno, es como es, no lo comparto, pero lo respeto.
Voy a tratar de analizar las respuestas. Digo tratar, porque es difícil, cada uno tiene una postura y ésa, es legítima. Qué había ganas de darle? se sabía aquí y en la china. Que lo ha puesto a güevo, eso es más dicutible. No me parece lo más grave que haya hecho. Los que le atacan con criterio, a los que atacan por atacar no puedo defenderlos, se agarran a que se trata de un vende humos y que con esto queda desenmascarado. Que podría vender cualquier cosa siempre que se lleve algo al bolsillo? Seguro. Y que se vale de su fama en redes sociales para vendernos lo que sea? Pues también. Hasta aquí no creo que haya mentido. Pero supongo que como cualquier modelo que anuncia una cerveza que no bebe o unos pantalones que no se pone.
En mi opinión, no creo que haya hecho nada mal. Nada mal, para su forma de ver la vida ojo. Si lo ves como un maniquí. Él se vende como modelo o como cartel publicitario. Se aprovecha de su fama y la rentabiliza. Como tantos. El problema que veo yo, es que cuando haces de tu vida una publicidad constante, no puedes vender hoy nocilla y mañana nutella, hoy colacao y mañana nesquik, hoy orbea y ayer cannondale, hoy isostar y ayer multipower, hoy corremos descalzo y mañana con unas nike… Porque una cosa es ser modelo y otra cosa vender tu vida a modo de reality. Si te inclinas por lo segundo y ésta, está llena de contradicciones, pierdes credibilidad. Y es esto lo que se muestra en esta trama, a mi parecer. Pero nada más… de ahí a insultar dista un abismo. Incluso habrá gente que no lo vea como yo. Pero yo no doy credibilidad a perfiles así en cuanto a lo que material se refiere. Pero tampoco a un super pro. Hay otros perfiles que son mejores (como el de Rodrigo Rorro Morath, de foroatletismo por citar algún medio). Tampoco entiendo los que critican esto y hacen un retuit o comparten un anuncio de una marca para entrar en un sorteo, ya que están haciendo lo mismo. A menor escala. Están demostrando que si a ellos les hubiesen hecho la oferta, lo hubiesen cogido.
Otro foco de críticas viene por un numeroso grupo, no pocos, que ven en el Josef deportista, un fracaso, un farsante, un vende humos y por tanto, no podría ser nunca imagen de nada o recibir patrocinios. Y que estos deberían ser siempre, para aquellos que ganan carreras, porque son los que se lo merecen. Aquí ya se puede entrar en debate… si yo tengo un bar y quiero poner un anuncio, no lo haría en este blog, lo haría en el marca. Esto lo leen cuatro y el marca miles o millones. Pese a que a veces la calidad del marca sea cuestionable (como este blog, dicho sea de paso). La fama de Josef se ha fraguado en las RRSS, algo que está al acceso de todos, de los profesionales también o de los que tienen grandes resultados y ningún patrocinio. En igualdad de oportunidades, quién tiene la culpa, el que pudiendo trabajar su política de comunicación no lo hace o el que lo hace?. Si eres un gran atleta y las redes sociales, blog, youtube…son gratis y no los aprovechas, quién tiene la culpa Josef o tú? Otra cosa es que solo haya una bici para patrocinar y se la den al hijo del gerente de Orbea, ahí entendería las críticas. También se ha instaurado la falsa creencia de que porque soy bueno, me tienen que dar todo… y si le dan algo a un corredor peor se produce un error que debo corregir a cualquier precio y si no, le hago saber al mundo que éste es un paquete.
En el caso concreto del triatlón se ha instaurado una postura, que al menos a mí no me gusta. Para defender a X tengo que atacar a Y. Para defender a los profesionales tengo que atacar a un equipo de barrio, integrado por chicas que sale en los medios. Podrás estar a favor de una cosa, sin estar absolutamente en contra de la otra… Hay gente que se siente más identificada con un determinado colectivo y otros con otro. Hay gente que le gusta Mozart y a otros Juan Magan. Yo puedo sentir mayor curiosidad por la vida de Frodeno (vencedor del Ironman de Hawaii) y mi mujer por un colectivo que hace triatlones sprint, quedan por atrás, pero su perfil es más parecido al suyo. Pero ninguno de los dos, tiene más razón que otro. Y más, puedes ser de Frodeno y no atacar a Pepito Perez. Y lo más importante, lo que diga Frodeno estará bien o mal, según que diga, no quién lo diga. Que parece que si un «élite» dice que comer tubulares es bueno hay un colectivo que se pone a comer tubulares mañana mismo y además atacaría, a los que comemos carne. Creo que hay que sumar y no restar. Y también creo que Pepito Perez no le quita nada a Frodeno.
Sin más, todo esto son reflexiones, seguramente no tenga más razón o menos que cualquiera. Básicamente porque son opiniones. Otra cosa sería, que se recurra a la mentira, ahí no hay justificación. Ser Pepito Perez y decirle a los de Orbea que eres Frodeno, eso no hay quien lo defienda.