Milla de Berango. Adaptándonos al nuevo dolor.

Parece increíble lo que un cerebro (en mi caso de gama baja) puede pensar en los 5:38 minutos que duró para mí la milla de Berango.

Era la segunda milla que corría, la otra en julio y en Santurtzi: la milla de la sardina. Casi 10 seg menos, que parecen poca mejora, pero para estas distancias está muy bien. O al menos para mí. Un hombre que lucha contra su genética y la poca adaptación a determinados esfuerzos, cualquier mejora por pequeña que sea es un triunfo. Poco a poco se mejora o bueno dopándose que se mejora de golpe.

Los datos son los datos y eso me encanta. Es lo bueno (y lo malo) del atletismo, 3:14 son tres con catorce, no hay lugar para las suspicacias. Hombre hay factores que se pueden tener en cuenta (viento, lluvia, cuestas…) pero el crono como el algodón no engaña. Aquí no vale como cuando éramos críos que si el equipo no defiende o que si el portero es muy malo.

No sé cuando lo escribí, creo que en 2011 cuando hice la carrera de los Monegros, para hacer una cosa bien, hay que hacerlo antes muchas veces mal. En eso estamos, en experimentar y en aprender, siempre se aprende. Hay que correr con la mente abierta y leer bien los datos tras la carrera.

Cuando lo das todo aparece el dolor, da igual el deporte o el ritmo. Si lo das todo, el dolor acude a verte. Ayer viendo a Risto y su programa de sofás, vi a Enhamed Enhamed hablando (que bien habla dicho de sea de paso) del dolor que te produce la maratón del Ironman. No es mentira, pero no es menos cierto que correr una milla (un 200m, un 800 o un 1500m) te puede producir mucho dolor, otro tipo de dolor, pero dolor al fin y a la postre. Y a mí, el dolor que me encanta. Y la corta distancia te regala la posibilidad de inflarte a dolor. Correr al límite del umbral durante ese tiempo es una sensación grandiosa. Te sientes rápido. No quiero ni imaginarme lo que siente los buenos de verdad. Estamos en fase de adaptación tras muchos años en la muy larga distancia.

Hablaba de números, de datos… 5:38m o lo que es lo mismo correr a ritmo de 3:23min/km. Pasando el 800 en 2:28 que es casi mi marca de 800m (solo he corrido una vez, dicho sea de paso) y el sábado las curvas eran de 180º con lo que ello conlleva. Siendo el primer 400 el mejor a ritmo de 2:50, el 2º a: 3:29, el 3º a 3:32 y el último a: 3:36 y lo que queda hasta la milla a: 3:14. Está claro, a la vista de los datos; que no corrí con cabeza. Pero si alguien espera eso de mí, es que no me conoce… lo pongo en bromas pero lo tengo que trabajar. Contento, aún hay mucho margen, pero lo cierto es que tengo un objetivo y un plan para lograrlo.

Fotos cortesía de Atletismo Santurtzi
Fotos cortesía de Atletismo Santurtzi

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Con la camiseta de mi amigo y actual campeón de España de triatlón de larga distacia Sir. Richard Calle.

El viaje del tupper. Cuando menos es más. Reebok Spartan Race crónica 2.

Si bien es cierto que ya hice una crónica de la Reebok Spartan Race, creo que esta carrera se merece otra, mejor? ni mejor ni peor, algo más personal. Sin entrar en kms, obstáculos o barro. Como cuando ves una película de Almodovar, que tienes que darle otro visionado…

Para los que siguen este compendio de desventuras y demás dislates llamado Correr no es de cobardes desde el inicio (allá por el 2011), sabrán que estos dos últimos años han sido un quiero y no puedo, un intentarlo y que al final nada… Decía hace un par de posts que empezábamos de cero. Que todo lo vivido deportivamente (que no es poco) era pasado y nos poníamos a currar como un juvenil. Lo vivido este fin de semana hace que recupere esa ilusión, necesitaba un viaje así.

Me acuerdo del primer Ironman, con los Joseba, Txema, Arkaitz, mi hermano, la que entonces era mi novia y ya mujer… durmiendo en un albergue juvenil (menos por Walter y el Abuelo ;-)), aquello parecía San Fermín. Y nosotros a horas de debutar en la mítica distancia, apelotonados en habitaciones con literas. Las chicas por otro lado claro. O de aquel viaje a Niza… mi hermano en el suelo, nosotros en camas de 90 y de dos en dos, sin aire acondicionado… O volviendo de Calella a las 3 de la mañana tras correr, con el coche de la sociedad ciclista barakaldesa… Con un tupper.

Luego vinieron otros viajes, otras carreras, otro retos y otros objetivos. Ni mejores ni peores. Otros. No miento si digo que agradezco enormemente dormir en un NH, con su duchita y todo eso, pero los viajes de tupper tienen su aquel. Para volver a empezar había que volver a lo de antes, a la humildad, al llegar correr e irse, al coche, a la vasco-aragonesa, a la estación de servicio de Pina… al tupper.

El viernes según salí del trabajo, hice la mochila, justo dar un beso a mi hijo y rumbo a Manresa con mi compañero de fatigas ese día Aratz. Monumental Manresa. Llegar a las 21 largas. Dormir en un apartamento. Buscar un sitio donde cenar y acabar en un paquistaní o turco, comprando un bol de pasta por 3€. Unas cervezas debajo del apartamento y cenar mientras en la tele daban forrest gump. Levantarse y desayunar pan de ayer con comida que trajimos de casa, café caliente y a correr. Ni buffet libre ni zumo de mango. Aquí se viene a correr.

Llegamos a Les Comes, lo hicimos lo mejor que pudimos. Ducharnos. Coger el coche y camino a casa. Otras 5h largas. Parando en Pina, los monegros agotan. Bocadillo de gasolinera, coca cola para no dormirse y peajes. Bilbao nos recibe de noche. Hemos cumplido con el trabajo. Necesitaba algo así, aunque parezca utópico.

En lo deportivo también acabé muy satisfecho. Hacía tiempo que no era dueño de mi carrera. Dueño de mis decisiones: ahora me paro, ahora sigo, ahora aprieto, ahora guardo… Llevaba 4 o 5 carreras a remolque. Salía y con llegar ya era bastante. No, en la Reebok Spartan Race yo fui dueño de mi carrera. La verdad que acabé muy satisfecho. No forcé en absoluto y me guarde siempre algo. Hecho de no darlo todo fue que ayer y el lunes pude rodar a pie 1h. El objetivo era disfrutar, recuperar sensaciones, entrenar y mejorar-> todo cumplido. Lo cierto es que este tipo de carreras da pie a esto, a encontrarte contigo mismo y ver que eres capaz de superar nuevos obstáculos. Pensar que no eres capaz de saltar una vaya, que no eres capaz de sortear un río o subir por una escala… y luego si que lo haces. Se lo recomiendo.

De vez en cuando hay que situar al lector en la parte de la película en la que se encuentra, para que tenga una situación clara de la misma. Sobre esto va el post de hoy. Estamos como cuando empezamos pero mejor.

Banda sonora del post:

Otro vídeo del sábado:

 

 

Crónica de la Reebok Spartan Race Beast. Bienvenidos al Infierno.

En esta vida no hay que acudir a los sitios/personas con ideas preconcebidas. Eso es un error. Algo así, me pasó el sábado. Así comienza mi relato de la Reebok Spartan Race en su categoría Beast.

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3791m de desnivel positivo, 20`6km y más de 30 obstáculos. Solo esto, debería reflejar la dureza de la batalla de Les Comes. Batalla en el mejor sentido de la palabra, en el sentido espartano, ya que el compañerismo entre todos fue la tónica. Hablaba en la introducción de las ideas preconcebidas y me refiero a lo siguiente: me imaginaba una media maratón sobre tierra medio llana y «cuatro obstáculos»… para nada. El sábado pudimos disfrutar (y digo bien disfrutar) de una preciosa carrera de montaña y que por si no tenías suficiente, te regalaban la posibilidad de sortear más de 30 obstáculos. Correr empapado, correr con agua hasta las rodillas, con barro en los ojos… Esto es la Reebok Spartan Race: dureza y diversión.

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Muchos pensarán (yo mismo antes) que se trata de una carrera en clave de humor o del tan manido «postureo». Pues acudan el año que viene con esa idea y acabarán con unas agujetas más grandes que el caballo de espartero, incluso aunque no acudan con esa idea, las agujetas vienen con el precio de la inscripción.

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Si entramos a realizar una crónica más en detalle seguro que se me olvidan cosas. La verdad que para ser una carrera que me llevó sus 3h, los recuerdos son flases. Y esto es debido a que durante esas 3h la concentración fue muy alta, casi tanto como la capacidad de sorpresa de la organización para proponernos obstáculos. Los hubo de todo tipo: pasar ríos, saltar vallas, subir cuerdas, voltear troncos yruedas… Correr con sacos al hombro… Todas ellas diferentes y que hacían que cada paso fuese una aventura. No sé si más divertido que cansado, pero un reto constante.

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Una carrera diferente, muy bien organizada, dura, muy dura y que no miente cuando dice que una vez que la terminas, te siente un espartano. Bueno no sé lo que sienten los espartanos, pero si siento que la próxima vez que se me plantee un obstáculo, corriendo o en la vida, con trabajo y esfuerzo seguro que lo supero (o lo intento al menos) y si no lo supero haré 30 burpees ;-). Abstenerse gente a la que no le guste el barro, que no le guste subir repechos endiablados, que no le guste el alambre espino, que no le guste improvisar… y que no le guste pensar que cada paso la cosa solo puede ir a peor.

Aquí una pequeña muestra:

Acudí a «echarme unas risas» doy fe que lo hice y de regalo me llevé una experiencia única, una carrera sin igual, un entreno muy bueno cara a Lesotho y 3 o 4 moratones.

PD: Fotos y vídeos de la organización.

Agradecimiento a Onda Vasca. Despedida y cambio de rumbo.

Es de bien nacido ser agradecido. Y en este caso concreto, no son palabras vacías. Algunos sabéis que durante estos dos últimos años he estado colaborando en Onda Vasca en la Tarde en Euskadi con Begoña Beristain al frente pero con grandes compañeros como: Alfredo Irasuegi, Jon Martija, Julen Arrandiaga y como no con Iñigo Zabala.

La vida da muchas vueltas, en este caso para bien, y mi dedicación personal a esto se vio reducida. Es muy complicado compaginar todo (trabajo, familia, entrenos, viajes…) y en la última temporada mi calidad en el programa se redujo (aun más). Veía que no llegaba a unos estándares mínimos exigibles, al menos por mí mismo. Desde allí nunca se me ha reprochado o echado en cara nada, las cosas como son. Eran ellos mismos, los que suplían mis carencias. Por esto, este año he decidido dejarlo. Siempre he pensado, que es mejor dejar las cosas tu a que te inviten a irte.

Decía lo de agradecer porque es complicado que a una persona como yo, deportista mediocre y sin formación periodística, le dejen saltar al ruedo en un programa de esa magnitud. Aunque siempre estuvo Bego con el capote. Con más o menos éxito se pudieron sacar todos los programas durante dos años. Que no es poco…Hemos conocido a gente maravillosa, disfrutado haciéndolo, nos hemos reído mucho… Han sido dos años muy bonitos.

Alguno pensará que podría haberlo hecho en antena. Pero lo cierto es que, por un lado la decisión la tomé en Julio y por otro, no me considero ni la mitad de importante para dedicar un minuto a esto en el programa.

Decía que la vida da muchas vueltas y lo repito. Casualidades de la vida ha surgido la posibilidad de poder colaborar en Tele 7, en el programa de Objetivo Bizkaia. En la misma línea que el anterior y que esta bitácora. Un tío muy normal, de gama baja, contando sus andanzas. Evitando que la gente cometa lo errores que yo cometí (y que seguiré cometiendo) e intentando arrancar una sonrisa si se puede. La diferencia estriba en la periodicidad: aquí será una vez al mes y no una vez a la semana. Es por eso, que me puedo embarcar en esta nueva aventura. Igual es como el Bus de antena 3 que fueron dos episodios… pero al menos lo habremos intentado.

Lo dicho, muchas gracias a todos. En especial a Begoña por aguantarme y por darme esa oportunidad y a mi tocayo Iker Merodio, que si no es por el, ni blog, ni radio, ni ná de ná.

Os dejo el programa «piloto» de Tele 7. Y espero que sea de vuestro agrado, y si no… Recordad el precio: 0€ que no es canal +.

 

Crónica 10km Puente Bizkaia. Retomar los buenos hábitos.

Otra de las cosas que quedaron atrás en este humilde blog fueron las crónicas de las carreras. Salvo las dos o tres grandes pruebas, el resto pasaban al baúl de los recuerdos. Muchas de esas veces, por pensar que no fueron grandes pruebas, pero no hay que obviar lo que es esto: el blog de un corredor paquete contando sus andanzas. Es importante no perder nunca el norte. Si no miren a Marilo Montero.

El sábado a eso de las 7:30 ya estaba en pie. Hoy tocan los 10km del puente de Bizkaia. Teniendo en cuenta que la carrera era a las 10:30 y que de mi casa a la salida hay 10min, es una hora un poco temprana. Pero si tienes un niño de 16 meses sabes de qué hablo. Súmele que hemos empezado la guardería y con ello las enfermedades de transmisión pedagógica… y tenemos eso: una noche sin dormir y un madrugón guapo. Desayuno rápido, mis cereales, mi cafelito… y hacer tiempo por casa, limpiando vómitos y recogiendo aquello que pudiésemos.

Me planto en la recogida de dorsales con el tiempo suficiente para contar las típicas mentiras del buen corredor: solo que en mi caso cualquiera que lo oiga, se pensará que miento en mi contra…ya que siempre pienso que la cosa va a ir mejor de lo que luego es. Me pasaba en los exámenes. Típicas gestiones en el servicio, hay que salir descargado, calentamiento y listos para la salida. Veo caras conocidas, lo mejor es estas carreras.

Salida caótica, que si si que si no, pumm todos a correr. Salida lenta, es de las pocas veces que veo la cabeza de carrera hasta mediada la primera vuelta (de tres), bien es cierto que tengo una buena vista. Yo voy a 3:45 y delante no creo que vayan a más de 3:35. En los tiempos que corren, lento. El circuito era muy sencillo. Se iba por una calle y se volvía por la paralela. La ida picaba para arriba y la vuelta para abajo. Solo que había más tiempo subiendo que bajando. Cómo??? La subida era más tendida, la bajada era más corta y luego era llano. Por lo que estuvimos más tiempo subiendo que bajando.

Tres vueltas decía, de las que me sobró una, por lo menos. Sin ritmo desde la mitad de la segunda. Pesado y sin chispa. Bien de caja, bien de piernas… pero esa sensación de que no te entra la 5. Acabamos con dignidad lo que iba para test y se quedó en entreno. 4:04 de media, con una gran parte a 3:50, otra a 4:15 y vuelta a bajar un poco. Es lo que hay, el atletismo no miente. Vales lo que dicta el crono.

Aprendizaje: Hay que ser más realista con los ritmos objetivo. No vale lo que hicimos hace X meses o cuando iba a COU, eso delete, borradlo… Hay que jugar las cartas que te toquen ese día: calor, falta de sueño,… y adaptar el día a eso.

Material: Muy contento con las zapatillas Reebok One lite, pensaba que a lo mejor se quedaban algo pesadas pero para nada. Pantalón Reebok One de la misma colección verano, perfecto. Calcetines del HyM, ojo que parece broma pero están de cine y no sé si valen 1€. Camiseta de competición Victory Endurance, transpirable… normal sin incidencias.

Alimentación/ suplementación: Para una carrera de 10km no creo que sea importante hacer nada especial, incluso ni tomar un gel yo creo. Pero dado que había desayunado muy pronto y tenía miedo a llegar justo, me tomé un Energy up con cafeína mientra me tomaba un café antes de la salida. Lo que si suelo tomar es el Race Start que contiene L-Carnitina, que para algunos no vale para nada pero a mí me va bien, ambos de Victory Endurance.

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Hurrengo geltokia Spartan Race:

https://www.youtube.com/watch?v=CPYVbTqBVaQ