San Valentín

 

NIÑAS AFRICA
Millones de niñas siguen siendo sometidas a la mutilación genital femenina, que vulnera sus derechos como personas.

 

Enlazando los últimos coletazos de los coloridos carnavales y los primeros rigores cuaresmales esta semana llegará sanvalentín con toda su letanía de publicidad comercial para que manifestemos el amor al amado/a en su sentido más romántico, o no. La relación él/ella en sus múltiples variedades sigue siendo el dardo en el corazón. Así que nadie repara en que sanvalentín sea un invento, aceptando que su hipertrofia comercial produce pingües beneficios económicos y de paso ayuda a tener coartada para realizar las compras que no hicimos en enero y punto. Lo de la profundidad de la relación amorosa es otro aura.

Como fruto casi siempre de una relación él/ella con final no tan rosa ni sanvalentiniano, en lo que llevamos de año han asesinado a siete mujeres (otros hablan de 11 víctimas) por el hecho de serlo. Es la punta más visible de un iceberg de otras violencias, tanto físicas como sicológicas, no tan fatales pero sí bastante aniquiladoras.

El pasado sábado, anudado al calendario de celebraciones y días D tenemos oficializado el recuerdo a las mujeres que sufren alguna mutilación genital (MGF). Resección del clítoris, de los labios mayores, infibulación vaginal… y otras formas de mutilación que no producen ningún beneficio, sólo daño a las niñas/mujeres, causándoles hemorragias graves, infecciones, infertilidad, complicaciones en el parto y mayor riesgo de muerte de recién nacidos. En todo caso, es una tradición de iniciación trasformada en ultraje a la mujer sólo por serlo.

Doscientos millones han sido mutiladas genitalmente, principalmente en Sudán, Guinea, Djibouti, Indonesia, Gambia…. Países lejanos, cierto pero no tanto, porque aquí y allí los derechos de las mujeres son derechos humanos, y porque entre nosotros conviven personas que practican esta tradición entre sus hijas; en Cataluña el año pasado hubo 216 casos y según la Fundación Wassu-UAB  hay 17000 niñas en riesgo de ser mutiladas.

Hay rayos de esperanza. En Gambia donde está fuertemente arraigada (75%),  vinculada a la tradición y a los lazos familiares, han aprobado su primera ley contra la MGF con multas y cárcel para los implicados. Pero más que los castigos, el éxito ha llegado de la implicación de la población a través de «la transmisión del conocimiento en cascada» a todos los estamentos sociales, especialmente al sanitario que ha reducido sensiblemente su participación en las mutilaciones. O  preservando también el valor cultural que esta práctica tiene para ellos ofreciéndoles como alternativa un rito de iniciación sin mutilación. Gambia mejora, lentamente, pero mejora.

A pesar de este rayo de esperanza, para 2030 se calcula que aún 86 millones sigan sufriendo esta ominosa tradición patriarcal.

Un recuerdo para ellas, porque también tienen derecho a su sanvalentín rosa y de confeti.

Invitados e invasores

MAS VELO

Tengo amigos/as abstemios y proselitistas antialcohol, pero nunca he suprimido el vino en nuestros agradables encuentros gastronómicos. Tampoco ellos han hecho casusbelli del asunto, no beben y punto; incluso cuando acudo a su casa tienen el detalle de comprar una botella por si yo quisiera hacerlo. Invitada deseada, algo más que mera cortesía. En casa cuelgo un mapa de Euskalherria con siete territorios, pero no lo descuelgo cada vez que recibo visitas de no-nacionalista vascos, como ellos tampoco en su casa quitan los ornamentos de su querencia ideológica por mor de mi visita. Cortesía sí, pero sobre todo respeto. Mis amigos/as ateos no me recriminan que tenga símbolos religiosos como tampoco me molesta que ellos tengan los suyos, porque si no los admitiese no acudiría a su invitación ni sería su amiga; soy su invitada, no la invasora de su morada. Ni viceversa.

En Irán llevaría velo por ser mujer, así que me quedo perpleja cuando en Europa grupos de ¿refugiados musulmanes? en turbamulta realizan tocamientos a mujeres en reuniones multitudinarias. ¿No saben que NO es NO?¿quieren ser invasores en lugar de invitados?¿o acaso lo hagan porque aquí no les cortan las manos ni lapidan a las chicas que dicen SÍ?

El Islam es una religión no un problema y quizá el obstáculo esté en su exégesis integrista, en su/nuestra mutua incultura intransigente o en todo a la vez, por lo que es noticia la pudorosa cobertura de las partes pudendas de las Venus y demás bellísimas estatuas de los museos italianos por los que debía pasar la legación comercial iraní con su presidente Hasan Rohani; no solo esto, hasta han suprimido el vino en las comidas oficiales. ¿Cortesía?¿respeto?¿bajada de pantalones (con perdón)?. La respuesta no está en la pudibundez de Rohani que estudió en Glasgow, donde pudo hartarse de ver desnudos, en vivo y en estampitas. Seguramente le molestaría mucho más que las imágenes fueran vistas en su país: vamos, pura censura represivo-cultural. Todo sea por el negocio dicen franco-italianos, porque venderle armas y tecnología digital es el objetivo, aunque haya que poner taparrabos al mismísimo Poseidón. En Francia no han tapado estatuas ni eliminado el vino de la carta, directamente han eludido pasar ante estatuas libertinas y han eliminado la cena oficial, para no tener que comer sin vino francés, que vender armas es importante pero el lobby vitivinícola francés todavía lo es más que la pudibundez.

No quiero imaginarme que lo de Italia y Francia sea un prolegómeno oficial de nuestra dejación de lo propio. Pero si las élites comienzan por supeditar todo al negocio, está claro que estarán invitando al invitado a ser invasor.

Tal vez me equivoque y el señor Rohani mande desnudar algunas esculturas cuando le devuelvan visita. Quizá. ¡Inocente, inocente!!! me jalean.

Somos el 99%

POBRES

ERA el lema político del movimiento Occupy Wall Street, tan real que podríamos decir somos la pobreza sistémica cotidiana de andar por casa. No se trata de no tener para comer, sino de vivir en estado de penuria como sistema básico de funcionamiento que permita al 1% decidir sobre la vida y hacienda del restante 99%.

El 30 de enero celebramos el Día Escolar de la No-Violencia y la Paz con actividades dedicadas a fomentar la paz desde la Escuela. De niña soltábamos globos mientras formábamos la palabra PAZ en el patio, pero nunca pensé que generaciones posteriores tuvieran que seguir haciéndolo como reclamación, sino como celebración. Quizá porque creía a Gandhi, “la Tierra produce lo suficiente para satisfacer nuestras necesidades, pero no para colmar nuestras ambiciones”, y porque no conocía aún la hondura escéptica de Paul Valery, “la guerra es una masacre entre gentes que no se conocen, para provecho de gentes que sí se conocen pero que no se masacran”. Ahora, viendo reuniones como la de Davos y refugiados en Lesbos nos planteamos si fue antes la guerra que la pobreza o si a la inversa, la pobreza genera la guerra que produce pingües beneficios a unos pocos hasta hacer imprescindible el 30 de enero.

En el mundo de 2015 el 0,7% de la población disponía del 45% de la riqueza, mientras casi siete mil millones nos repartíamos (muy desigualmente) el 55%. En España, el sueldo del presidente del Ibex es 140 veces el de un empleado medio; mucho, pero una nadería si vemos que entre 2009 y 2015 se han duplicado los declarados multimillonarios españoles, donde veinte pudientes poseen más que el 30% de la población pobre, algo que lejos de menguar se acrecienta, pues en 2015 el patrimonio del 1% afortunado ascendía un 15%, mientras el del 99% restante descendía también un 15%. A esta paridad invertida de la crisis podríamos denominarla revolución de ricachones o directamente complot de estafadores, porque al tiempo tenemos paro disparado y contratos laborales entre la caca y la porquería. Desconozco las causas del vaivén petrolero de hace un año y ahora en rebajas de enero.

Dólar revalorizado, hundir a Venezuela, Irán también juega… sí, pero sigue sin casar el efecto cohete de la gasolina cuando sube el petróleo y el pluma del suavísimo descenso cuando el petróleo cae. ¿Lo decide ese renombrado 1% que posee más patrimonio que todos los demás humanos juntos? ¿Querrán más? Cómo explicarán en la Escuela que la paz no llega porque algunos no quieren más sino que lo quieren todo; y en la Escuela de los ricos ¿cómo argumentarán que por la paz han de seguir quitándole el mendrugo al pobre? Jodida casta que te quiero siempre casta, que ya queda menos para que se abra otra guerra. ¿Qué dónde? ¡Qué más da!, si los que la inicien no se van a masacrar en ella.

 

Indios y jefes

Bebe

Lo mismo que a mí me prohíben, ellos corren a hacerlo en cuanto lo necesitan. Recuerdo que en un tono similar se quejaba/explicaba hace casi veinte años su situación penitenciaria un preso de ETA con respecto a la elección de abogado, la redención de pena y otros beneficios penitenciarios a los que la cúpula dirigente militar/política les tenían prohibido acceder a los presos. Coincidió que encausaron a la cúpula de la autodenominada izquierda abertzale y todo fue buscar abogados solventes y recónditos procedimientos judiciales “españoles” para salvar el culo huyendo de las rejas. Claro, eran jefes, y aunque el preso quejumbroso perteneciera a la misma tribu, era indio, sólo un indio. Esta misma semana se ha repetido el hecho, casi idéntico de hace dos décadas, un acuerdo con la fiscalía para reducir la condena y eludir la cárcel; les ha bastado con pedir perdón y reconocer el daño causado. Me alegra que pida perdón quien jaleaba el asesinato y la extorsión, aunque solo fuera para salvarse de la trena, pero es difícil de entender que sea tan tarde y sobre todo que hasta hoy se lo hayan impedido hacer a sus presos rehenes.

El último año hemos oído hablar mucho de “la casta”, política y adláteres. La semana pasada, en el nuevo parlamento ha sido noticia todo menos la propia actividad parlamentaria. Las rastas de Alberto Rodríguez más que la presencia del comisionista “chorizo” Gómez de Segura, y los comentarios sobre piojos de Celia Villalobos más que lo que nos cuesta pagar a precio de oro su Cindy Crawford en horario laboral parlamentario. Ni pactos ni discursos, la noticia en primera ha sido el “bebé congresista” de Carolina Bescansa, una anticasta millonaria que con un acto tan impactante querrá reivindicar la maternidad, la igualdad de la mujer y la conciliación familiar…, pero si ella puede pagar por cuidárselo o una guardería a escasos pasos en el Congreso, ¿qué puede hacer quien le ha votado? Me pregunto si cualquier flamante mamá puede llevárselo a un viaje laboral profesional a Colombia o a Madrid o simplemente al juicio donde ejerce como abogada. En esta nueva tribu parlamentaria ella es jefe, no india del común, vamos casta-casta.

Y hablando de Congresos y castas, cómo se le motiva a estudiar y esforzarse a un joven para labrarse un futuro si en el circo parlamentario el nuevo domador-presidente ha sido lendakari sin abrir un libro y ahora tercera máxima autoridad del Estado. Ni Godoy fue tan exitoso en la cama.

Casta que hará como la izquierda abertzale, cambiarán cuando a ellos les obligue el zapato.

Casta nueva, así que feliz legislatura, que el teatrillo está servido.

Bisiesto cargado de buenos propósitos

PROPOSITOSLos mismos buenos propósitos que años anteriores. Dicen los expertos en comportamiento humano que en vacaciones hay más tiempo para pensar ennuestra vida y relaciones, y es cuando más decisiones de cambio solemos tomar. También tiene la vacación su lado oscuro porque a más convivencia más roces, de modo que los conflictos latentes afloran con mayor intensidad tras las vacaciones; en consecuencia enero es momento álgido en la petición de separaciones. Pero si una convivencia familiar tan intensa resulta difícil de digerir, incluso lubricada con amor navideño, y suponiendo que la separación no se consume, los reyes nos dejan el dulce carbón de las cosas a enmendar en el año nuevo. Ansias de cambio, del que enero es también paradigma, tal vez porque según los sicólogos los centros de satisfacción neurológicos están más preparados para la espera de la recompensa que para vivir la realidad alcanzada. Así que el periodo de toma de decisión de buenos propósitos sería el que más felicidad nos produjera, o sea, enero.

Por la paz, por el entendimiento entre los pueblos…, son seguramente anhelos sustanciales pero demasiado etéreos a escala personal, donde priman necesidades más cercanas como los kilitos adquiridos por el buen beber y mejor yantar hasta la barriguita más albóndiga que fofisana con principio de celulitis y papada cariñosa. Leo en Cabronazi una página de Facebook bastante rompedora: “Recordad, el 7 de enero a las 6:00 de la mañana hay que atrasar la báscula 5kgs”. Buen intento, pero poco realista al embutirse en el pantalón. Así que la dieta sin grasas ni azúcares y acudir al gimnasio son los sanos propósitos posnavideños. Claro que pasada la euforia endomorfínica de la toma de decisión…, pues que en abril ya habremos dejado el gimnasio, haremos deporte de levantamiento de vidrio y ¿el pantalón? no es problema, en rebajas venden tallas grandes.

Otro clásico es abjurar del tabaco, pero veo fumando a quienes lo prometieron en 2014. Un novedoso propósito, poco menos que incumplible, dejar de vez en cuando en off el WhatsApp; vamos, como comer chuletillas con cuchillo y tenedor sin chuparse los dedos.

Aprender inglés, jugar con los hijos, no cabrearse al volante, no discutir en la próxima fiesta familiar con el cuñado… propósitos loables, pero de dudoso cumplimiento.

Al homo sapiens no debiera suponerle demasiada expectativa aspirar a cumplir estos loables propósitos, pero ya se sabe que el año es largo y más este bisiesto con un día más para no cumplirlos, que no es mal aliciente, como me cuchichea mi subconsciente parlanchín.

En cualquier caso feliz 2016 de propósitos cumplidos o no, porque el placer está en proponérselos.