Esta sopa de rima fácil ha salido deliciosa, muy fina y delicada gracias a una receta francesa.
Con toque de mantequilla toma su sabor de las cebollas que doramos muy lentamente y antes de servir incorporamos queso rallado que gratinamos al horno.
Necesitamos un caldo base de gallina o de carne y aquí para hoy hemos elegido el segundo.
Siendo más fuerte de sabor, el queso a elegir es mejor que sea de sabor más suave, así que hemos rallado Emmental.
Sugiero para su degustación cómo elemento único aparte de la cuchara disfrutar con la reflexión de Michel Foucault (francés, lógicamente) que decía eso de …»J’ai décidé d’être heureux, c’est meilleur pour la santé» /He decidido ser feliz, es mejor para la salud.
Así que ahí estamos, esta semana a eso del mediodía me espera esta delicadeza para reponer fuerzas y seguir
Espero que os animéis con esta sopa Feliciana, es muy fácil y como tenemos que hacerla poco a poco relaja y te deja como una malva.
Necesito que si estáis dispuestos a preparar un “sopeo de salud» os pongáis el delantal.
Empezamos.
INGREDIENTES: 3 cebollas blancas medianas, 1,2 l de caldo (de carne o pollo), 2 cucharas de mantequilla, 3 cucharadas de harina normal, 1 cucharadita de azúcar granulada, 2 vasos de vino blanco seco, 30 gr de queso rallado, unas ramitas de cebollino, sal y pimienta.
ELABORACION:
Preparamos el caldo de carne:
En una olla express ponemos la carne de zancarrón, el agua, cerramos y a calentar a temperatura alta.
Una vez que empiece a salir el vapor, bajamos la temperatura y dejamos sobre 45 minutos.
Retiramos, colamos y reservamos
Preparamos la sopa
En una cazuela a fuego medio derretimos la mantequilla y echamos el aceite.
Incorporamos las cebollas que las tendremos cortadas en juliana y las cocinamos durante 15 minutos.
Añadimos la sal, la pimienta y el azúcar a fuego lento durante unos 35 minutos.
Vamos removiendo poco a poco para conseguir que se dore un poco la cebolla.
Agregamos la harina y dejamos que se cocine durante unos minutos (de 3 a 5).
Incorporamos el caldo hirviendo y seguido el vino blanco elevando la temperatura hasta rompa a hervir.
Bajamos la temperatura y dejamos que se cocine unos 35 minutos removiendo de vez en cuando.
Pasado este tiempo, probamos y rectificamos si es necesario con la sal y la pimienta.
Retiramos y reservamos.
Antes de servir precalentaremos el horno a 200º.
Echamos la sopa en los recipientes y en cada uno ponemos una cucharada de queso.
Colocamos los cuencos en el medio del horno sobre la bandeja.
Horneamos unos 8 minutos hasta que el queso se derrita.
Sacamos, espolvoreamos cebollino picado y servimos de inmediato.
Maravillosa sopa, muy especial, yo la estoy tomando esta semana y me encanta.
Espero que os guste.