Día de la Memoria e injustificable argumentación de Casanova

Domingo 11 de noviembre de 2018

En su día lo hizo Ibarretxe y ayer Urkullu que  ha pedido nuevamente perdón a las víctimas. La reacción de la prensa madrileña ha sido silenciarlo o decir como EL MUNDO que «Urkullu pone al mismo nivel las a víctimas de ETA y de los excesos policiales».

Igual la culpa es nuestra. La transición les salió muy barata a los asesinos y sus cómplices responsables de aquella tragedia del 36.Siguieron confortablemente contando sus historias, saliendo en las revistas del corazón, veraneando en Marbella, marcando la pauta. No había que mirar al pasado. Y no se miró, y los sobrevivientes de la guerra, el exilio y el franquismo tuvieron que seguir mirando al frente. Ya apenas quedan. Murieron en silencio, sin reconocimiento alguno y viendo a sus verdugos envejecer cuidando r amorosamente a sus nietecitos y disfrutando de lo robado.

Normal. Aquí no hubo un Nuremberg, como procedía. La gran culpable fue Inglaterra y Churchill. Franco les garantizaba luchar contra el comunismo y los republicanos estaban a la greña. Y no hubo justicia ante una sublevación militar de aquel calibre. Con herencia. Nos dejaron un Juan Carlos y un «atado y bien atado».

Ver pues el acto del sábado  es ver algo que se tenía que haber hecho ya en  1976.También con ETA, grupo  de iluminados que querían liberarnos matando gente y en su orgía acababan con todo lo que tenían delante. Y ahora también dan clases.

El sábado mismo, en la tertulia de Radio Euzkadi  en, el Parlamento de las Ondas salió Iker Casanova, antiguo jefe de Jarrai hablando de Cabacas y de la injusta justicia de la fiscal, de la judicatura como comparando el juicio de Cabacas con lo que a ellos les hacían. Fíjense que argumentación tan retorcida  y ridícula utilizó el tipo.

En general todos queremos que haya justicia en el juicio de Cabacas y que esos padres, por lo menos en eso, queden liberados de ese peso. De lo contrario no solo sería perder a su hijo, sino vivir con semejante estigma. Pero eso no tiene nada que ver con ETA. Un homicidio producto de una carga policial absurda, imprudente, desorbitada y  con resultado de muerte nada tiene que ver con comandos organizados para ir a secuestrar o matar. Pero esta es la mentalidad de este parlamentario de Sortu. Y eso que Egibar le había dicho minutos antes que «deslegitimar el terrorismo es rechazar la justificación sobre su necesidad». Pero Casanova la sigue justificando.

Para mí es un auténtico no deseable de la política  vasca. Justifica lo que hizo atacando burdamente a los demás de manera miserable.

Mientras Sortu no se libere de personajes de esta catadura moral siempre va a tener el dedo acusador de una sociedad que les va a recordar su ingominioso pasado.

 

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