2.000 Generales en Venezuela, frente a los 1.400 en la Guerra Mundial y ETB sin enterarse

Martes 26 de noviembre de 2019

La democracia es un régimen de opinión pública y si a ésta no se le suministran datos, la realidad no existe. Es lo que pasa con los sesgados informativos de ETB. Un ejemplo. Este lunes el diputado Franco Casella, uno de los 120 parlamentarios de la oposición a Maduro, que estuvo el lunes en la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Vasco, no mereció un segundo de tiempo informativo a pesar de que posteriormente estuviera con la presidenta Bakartxo Tejería y le entregara la lista de diputados perseguidos e inhabilitados. En esa lista están la mayoría de esos parlamentarios elegidos democráticamente, denunciado el hecho además en una rueda de prensa en el Parlamento. Maduro quiere ir poco a poco inhabilitándoles para evitar que en enero Guaidó vuelva a ser reelegido como presidente de la Asamblea Nacional y por tanto presidente en funciones, que es lo que es y no un presidente “autoproclamado” como sangrantemente lo describe ETB. De un total de 167 diputados, la oposición tiene 120, y eso para Maduro es algo irresistible por lo que creó aquella Asamblea constituyente paralela, para anular la electa, y ahora los diputados chavistas han vuelto al Congreso para hacer la maniobra que he descrito. Vuelven por una parte a sus asientos la minoría chavista y Maduro, a la mayoría parlamentaria que le oposita, va inhabilitando a los elegidos democráticamente y que son mayoría. Esto y el informe de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet es lo que vino a denunciar este diputado que tuvo que pedir asilo en la embajada de Mexico y salir clandestinamente del país. Todo esto y mucho más es lo que Casella denunció este lunes en el Parlamento Vasco. Ni un segundo del valiosísimo tiempo de ETB para estas minucias informativas. Y eso que los venezolanos que viven en Euzkadi lo habían pedido por favor y se habían puesto en contacto con ellos. El desprecio y el abuso de posición dominante es lo que impera en ese ente público para abordar esta terrible situación.

Este martes Casella ha estado en Sabin Etxea con representantes de la Comisión de Exteriores del EBB liderada por Mikel Burzako. Venía acompañado por el jefe de logística de Guaidó, y por el jefe de ayuda humanitaria que ha trabajado en Cúcuta (Colombia) para que llegue esa ayuda a una Venezuela que ha perdido ya una población de cuatro millones de habitantes en la emigración forzosa, como toda la población de Uruguay. Los dos acompañantes también perseguidos. Y así como han estado en el PNV han visitado el PSE donde Begoña Gil, Miguel Ángel Morales e Inés Ibáñez de Maeztu les han atenido con interés.

La dictadura de Maduro se sostiene por el apoyo del ejército que tiene nada menos que dos mil generales, que es un dato que nos dice que, además de la inmensa ayuda de contrainteligencia cubana que ve en Venezuela su suministro petrolero, ha convertido el país en un narcoestado dominado militarmente. Hay que recordar que en la II Guerra Mundial hubo 1.400 generales, para todo un continente.

La Venezuela que generosamente recibió a nuestros padres hace 80 años al inicio del exilio no paga las pensiones a sus jubilados y tiene un salario mínimo de cinco dólares al mes y una situación estancada que Casella nos ha pedido no dejar de ayudar y solicitar para lo siguiente.

• Elecciones libres y democráticas y con Observación Internacional.

• Cese de la persecución política.

• Liberación de todos los presos políticos, encarcelados, maltratados y sometidos a una situación inhumana.

• Legalización de todos los partidos políticos.

• Libertad de prensa y de pensamiento.

Y dejar de monopolizar el miedo.

Sesenta países, entre ellos el estado español y todos los europeos, han reconocido al presidente en funciones Juan Guaidó. Que la UE y todos esos países sigan presionando para que haya elecciones cuanto antes.

Antes de salir para Madrid, han visitado la exposición del maestro venezolano Jesús Soto, artista y máximo exponente del arte cinético que triunfa en el Guggenheim.

3 comentarios en «2.000 Generales en Venezuela, frente a los 1.400 en la Guerra Mundial y ETB sin enterarse»

  1. GRACIAS.HAY UNA PERIODISTA PRESA E INCOMUNICADA HACE MAS DE 140 HORAS EN LA DGCIM, LA LLAMADA CONTRAINTELIGENCIA.

  2. ….también se dice que Venezuela es el país donde más aviones privados existe del mundo, en relación al número de habitantes, y en su mayoría deben pertenecer a esos «generales». Esto huele a dictadura militar.

  3. Nobleza Obliga

    En el país de Simón Bolívar hay instalada una asociación de bandas que hace ya tiempo dejó de tener proyecto político alguno, que vive entre mentira y mentira, entre amenazas, brutal represión, asesinatos, secuestros, torturas, robos, violación de domicilios etc. etc. y cuyo único objetivo es evitar a toda costa la existencia de un gobierno democrático, serio, de cuentas transparentes y economía normalizada.

    Esa “lumpen-burguesía” indigna e inmoral que desvalija la nación, no halla qué hacer con tal de seguir en la francachela depredadora. Para ello, las sectas mafiosas bolivarianas sustentadas por policías y militares corruptos que actúan como sanguinarias fuerzas de ocupación en su propio país, han secuestrado las instituciones, el dinero, la propiedad, los derechos y asesinan impunemente a los que protestan.

    Sin embargo, los gobernantes del continente tienen hoy una oportunidad única para ponerse al día con un país que tanto hizo por erradicar los totalitarismos en Latinoamérica, asumiendo como propia la causa de sus libertades. Es mucho lo que pueden y deben hacer los países democráticos para aislar y debilitar la tiranía chavista-madurista.

    Que uno recuerde, aquella Venezuela adeco-copeyana surgida una vez derrocada la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, siempre fue muy activa y generosa con la asignatura pendiente de la época: la democracia como sistema de gobierno. En este sentido, se puede decir con absoluto rigor y honor a la verdad que existe por ello una deuda pendiente con Venezuela y los venezolanos.

    Quisiera describir brevemente el actuar solidario democrático de los distintos gobiernos y pueblo de Venezuela, en tiempos tan denostados en estos días de «supuesta revolución».

    En aquella época, se originaron dos grandes proyectos políticos en Latinoamérica:

    El de Fidel Castro que ambicionaba sembrar la región de revoluciones guerrilleras y el del presidente venezolano Rómulo Betancourt que buscó expandir la democracia liberal a lo largo del continente. Mientras que poco (por no decir nada) bueno se puede mencionar del castrismo, el proyecto betancourtista se puso en práctica y sus resultados tuvieron efectos muy positivos dentro y afuera de Venezuela.

    A comienzos de los sesenta, Betancourt llamó a las pocas naciones democráticas del continente a romper relaciones con los países cuyos gobiernos no hubiesen llegado al poder mediante «elecciones libres, democráticas y que implantaran políticas totalitarias”. Para Betancourt, estos regímenes que ofendían la dignidad americana, debían ser sometidos a un riguroso cordón sanitario y erradicados mediante la acción pacífica colectiva de la comunidad jurídica internacional.

    Estos postulados pasaron a formar parte de la llamada Doctrina Betancourt e inspirados en ella, los sucesivos gobiernos rompieron relaciones diplomáticas, a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, con las tiranías de España, Cuba, República Dominicana, Argentina, Perú, Ecuador, Paraguay, Guatemala, Honduras, Uruguay y Haití. Estas acciones contribuyeron a que en la década de los noventa no quedara en el poder ningún dictador en América Latina, con excepción de Fidel Castro, quien como es harto conocido, se encargaría años después de controlar a Venezuela a través de Hugo Chávez.

    Venezuela desarrolló en aquellos años una muy digna tradición que permitió acoger a muchos que huían de las dictaduras de las naciones anteriormente mencionadas. Puedo relatar de primera mano, varios casos de exiliados (chilenos, uruguayos, argentinos y cubanos) con quienes mantuve largas y «esclarecedoras» conversaciones donde se incluían relatos que al día de hoy todavía me conmueven.

    La presencia de refugiados políticos se repetía en casi todos los ámbitos, en las universidades, en la prensa, en la TV, en los medios artísticos, en las agencias de publicidad, en la industria, en el comercio etc.. En todas partes invariablemente se encontraba uno con argentinos, cubanos, peruanos, nicaragüenses, paraguayos, ecuatorianos, uruguayos etc. etc. disfrutando de las libertades políticas y hospitalidad venezolana.
    Maduro se ha quedado solo, apoyado apenas en una camarilla de militares y civiles asociados a la droga y al control de las importaciones. Cuenta por supuesto con Cuba que utiliza al chavismo además de salvavidas financiero, como medio para influir en los organismos multilaterales de la región, algo que constituye una vieja afrenta para los demócratas del continente.

    Durante dieciocho años, los gobiernos de La Habana y Caracas manipularon el orden regional promoviendo la creación de instituciones paralelas (Celac, Alba, Unasur) para afirmar el poder de los gobiernos de la llamada izquierda latinoamericana y debilitar a la Organización de Estados Americanos (OEA). Afortunadamente, hace unos meses Mercosur sacó a patadas del organismo a Venezuela corrigiendo así un grave error.

    Venezuela es hoy un guiñapo de país, pasto de la mayor catástrofe económica, social y moral en los anales de su historia, es víctima de un delirante sistema fallido criminal y ladrón que desertizó lo que hasta hace apenas unos años alcanzaba cotas de envidiable prosperidad. Es el mismo «proceso» que paró el reloj en Cuba y ahora baña de sangre las calles de sus ciudades.

    Es urgente que los gobernantes de todos los países democráticos, pongan su mejor empeño para que Maduro acepte una (no me gusta la palabra) negociación para establecer las condiciones de abandono del poder.

    Ha llegado la hora de saldar esa deuda latinoamericana. La solidaridad con Venezuela no es solo por gratitud, es por reciprocidad, es por justa retribución con una nación de naturaleza libertadora y noble… y nobleza obliga.

    Cantaclaro

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