Hace 25 años: Cuando Aznar invitó a Arzalluz a Génova 13

Sábado 1 de mayo de 2021

Con este título y esta foto La Vanguardia ha  publicado  hoy sábado  este trabajo de Ander Goyoaga.

La frase  de Arzalluz , mentada en el inicio, fue un rejón que el presidente del EBB lanzó a Felipe González por haber tenido paralizado el estatuto de Gernika desde 1982.Y la presencia del EAJ-PNV tenía tres motivos. Abordar o no el final de ETA, pactar con un partido histórico duramente enfrentado y de alguna manera cubrir el flanco nacionalista a CIU. Si el PNV no hubiera pactado con Aznar, CIU hubiera estado muy incómoda y el acuerdo al primer enfrentamiento hubiera hecho aguas.

El trabajo de la Vanguardia es éste:

Un 30 de abril de 1996 el PP y el PNV cerraron el apoyo de los ‘jeltzales’ a la investidura del primer presidente popular

ANDER GOYOAGA

El pacto Aznar-Arzalluz de 1996 dejó una frase que aún hoy se recuerda en la política vasca: «He conseguido más en 14 días con Aznar que en 13 años con Felipe González». El titular lanzado por el entonces líder jeltzale sintetizaba la confluencia de intereses que permitió una alianza hasta entonces insospechada que se resquebrajaría tres años después.

El pacto de investidura PP-PNV se terminaría de cerrar un 30 de abril de 1996, hace ahora 25 años, después de una intensa negociación que se dio por muerta en varios momentos. Los contactos habían comenzado al día siguiente de las elecciones generales del 3 de marzo de aquel año, en las que los populares sacaron 15 escaños al PSOE.

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Junto a Aznar y Arzalluz, en las negociaciones participaron algunos históricos como Jaime Mayor Oreja, Mariano Rajoy, Rodrigo Rato y Álvarez Cascos, por la parte popular, e Iñaki Anasagasti o Juan José Ibarretxe, por el lado jeltzale. Mayor Oreja y Juan José Ibarretxe, entonces vicelehendakari del Gobierno Vasco, llegaron al acuerdo definitivo un 29 de abril. El histórico pacto se selló un día después.

A diferencia del pacto entre PP y CiU, que se rubricó en el Hotel Majestic de Barcelona, éste se cerró en la sede popular de la calle Génova. Xabier Arzalluz lo explicó públicamente ante los medios de comunicación en la rueda de prensa que sucedió al acuerdo. “He venido aquí porque he querido. Me parece normal venir a la casa del partido grande, con el que hemos pactado”, indicó, tras señalar que los populares les habían ofrecido otras alternativas.

La comparecencia, en la sala de prensa de Génova 13, despertó un extraordinario interés. “Arzalluz hizo parte de su intervención en euskera y uno de los periodistas le preguntó si sabía dónde estaba. Arzalluz respondió: ‘Esto de aquí detrás son las gaviotas del PP, y este edificio, la sede del PP en la calle Génova. ¿No es así? ¿Usted cree que no sé con quién estoy pactando?’”, recuerda Iñaki Anasagasti, entonces portavoz del PNV en el Congreso.

El PNV sacó adelante aquel acuerdo con la oposición de algunos miembros de su Ejecutiva, buena parte de su base social y de su principal socio en el Gobierno Vasco. El Ejecutivo del lehendakari José Antonio Ardanza estaba sustentado por un Gobierno de coalición formado por PNV, EA y el PSE. El secretario general de los socialistas vascos y consejero de Justicia, Ramón Jauregui, vaticinó que el pacto crearía tensiones en el Gobierno de coalición.

En todo caso, un eventual apoyo a Felipe González era una vía muerta. Para el PNV era inviable continuar apoyando a un PSOE que vivía sus horas más bajas, acechado por varios escándalos de corrupción y por los GAL. Arzalluz subrayó en aquella rueda de prensa en Génova 13 que Aznar había acordado “sin complejos, de una forma que el PSOE no fue capaz”, al tiempo que recordó que en 1993 habían apoyado “gratis” a Felipe González.

Tras las elecciones del 3 de marzo, el propio González había garantizado un “discreto silencio” si PNV y CiU apoyaban la investidura de Aznar.

El pacto de investidura se cerró con acuerdos fundamentalmente en tres frentes: desarrollo del Estatuto de Gernika, una metodología acordada para el cálculo del cupo vasco («ni una peseta más, ni una peseta menos», se dijo) y acuerdos concretos como el surgimiento de la operadora vasca de telefonía Euskaltel.

Sin embargo, detrás del acuerdo había también intereses de fondo, tanto de populares como del partido jeltzale.

A pesar de que ha quedado para la historia la sensación de que los votos del PNV eran imprescindibles para la investidura de Aznar, lo cierto es que a esas alturas de la negociación no era así. Una vez que los populares cerraron sendos pactos con CiU y Coalición Canaria, la investidura de Aznar se garantizaba la mitad más uno de los apoyos del Congreso. En opinión de Iñaki Anasagasti, el PP hizo otros cálculos de fondo.

 “Mayor Oreja quería contar con el apoyo del PNV ante un posible escenario de negociación o no negociación con ETA. Además, al principio de las negociaciones, tras las elecciones, les interesaba que estuviéramos para condicionar a CiU. El propio Puyol y Duran i Lleida entendían que era un valor que el PNV estuviera en el pacto, y así lo habían pedido”, indica.

Además, en opinión de Anasagasti, Aznar pretendía tejer alianzas que facilitasen el rumbo de la legislatura y permitiesen trasladar una imagen pactista y abierta de un PP capaz de llegar a acuerdos plurales.

“En primer lugar, porque Aznar y su equipo no tenían ninguna experiencia de Gobierno. En segundo lugar, porque entendían que el pacto les daba un valor. Hay una anécdota ilustrativa de la importancia que Aznar daba al pacto con el PNV. Él mismo planteó una cuestión colateral que nosotros no habíamos puesto encima de la mesa: el traslado del Guernica de Picasso a Euskadi. ‘Voy a hacer todo lo posible para acercarlo al País Vasco y sacarme una foto con el Guernica en Bilbao, donde nació mi padre, porque eso servirá para pasar la página de la Guerra Civil’. Además, se dio la circunstancia de que Arzalluz era un maestro en la distancia corta y se los metió a todos en el bolsillo”, añade.

En la famosa rueda de prensa de Génova, el propio Xabier Arzalluz subrayó lo que desde su óptica aportaba su partido: «Ponemos algo más que cinco votos. Somos un partido antiguo, democrático, y en algunas ocasiones pisoteado por la derecha española».

El PNV, por su parte, tenía el convencimiento de que era mejor llevarse bien con el nuevo inquilino de la Moncloa, una máxima que se ha mantenido hasta ahora y con las únicas excepciones de las dos mayorías absolutas del PP.

En todo caso, había una segunda cuestión de fondo. Arzalluz la explicó 20 años después en un artículo publicado a colación de los rumores que, en 2016, ponían encima de la mesa la posibilidad de un acuerdo entre Rajoy y el PNV. Iñaki Anasagasti lo ratifica.

“El PP había sido muy agresivo con el PSOE con el tema de la negociación con ETA en Argel y los escándalos del GAL. Arzalluz lo que quería era involucrar a la derecha en que el tema de ETA podía tener una solución dialogada. Quería acabar con el bloqueo que existía, sobre todo teniendo en cuenta que en las negociaciones estaba Mayor Oreja, que terminaría siendo ministro de Interior. Arzalluz pensó que podía haber alguna vía para acabar con la violencia”, explica.

El entendimiento entre PP y PNV se terminó de romper en mayo de 1999, en el contexto del pacto de legislatura entre PNV, EA y EH que invistió a Juan José Ibarretxe, un acuerdo que sucedió a la declaración de Lizarra-Garazi y a la tregua declarada por ETA en septiembre de 1998. No obstante, el entendimiento que se había escenificado aquel 30 de abril en Génova se había empezado a resquebrar más de un año atrás.

4 comentarios en «Hace 25 años: Cuando Aznar invitó a Arzalluz a Génova 13»

  1. Veinticinco años después. El tiempo vuela. Memoria histórica para el psicoanálisis. S.XXI muy avanzado. El Estatuto 40 años después sin cumplir. Líderes como Arzalluz en el baúl de los recuerdos. Todo demasiado lejos y demasiado rápido como para seguir emocionado. Algo debería de cambiar y/o evolucionar. Alarma por la derecha, alerta por la izquierda. Hoy 1 de Mayo’ día del trabajador y la trabajadora. Del teletrabajo y de las colas a las puertas de los bancos y cajas de ahorro? Hay alguien ahí que nos Levante el ánimo?

  2. La politica es la linea mas larga (y posible) entre dos puntos.
    Y en el interin vamos desgastando los motores.
    Dios nos agarre confesados.
    Arre!
    Politika bi punturen arteko lerrorik luzeena (eta posibleena) da.
    Eta tartean motorrak higatzen ari gara.
    Jainkoak aitortuak harrapatu gaitu.

    Baina, harria ere higatzen da emeki-emeki…

  3. El pacto PP y PNV del año 1996 fue constructivo para la Nación vasca y el Reino español, es decir, acuerdo por el cumplimiento del Estatuto de Gernika y, para que Aznar llegase al palacio de la Moncloa como presidente con los votos del PNV, aunque no eran necesarios.
    ETA talde terroristaren (1975-2011) su-etena PPrako eta EAJrako albiste zoragarria izan zen.
    El presidente Aznar acercó a 300 terroristas de ETA a las cárceles de Euskadi.
    Más tarde, los crímenes de la banda terrorista ETA hicieron empeorar las relaciones entre ambas formaciones políticas, negándose el PP ha cumplir el Estatuto de Gernika.
    El Gobierno vasco y el Gobierno español en la lucha contra la banda terrorista ETA tenían el apoyo de los Gobiernos de Francia, Reino Unido, Portugal, Andorra, Gibraltar, Estados Unidos, Cataluña, Irlanda, Flandes, Tirol del Sur, Rusia.
    EAJk Konstituzioa betetzen du.
    PPk ez al du Gernikako Estatutoa betetzerik nahi?.
    La postura del PP/UPN en contra del Euskara (Gibraltar british) en Iruñea/Pamplona es corrupta, cobarde, neofranquista.
    PP/UPN (Gibraltar español) de Iruñea/Pamplona es fomentar el monolingüismo (Español) entre los ciudadanos.
    Iruñeko EAJk (Gibraltar british) elebitasuna (Euskara/Español) sustatu nahi du herritarren artean.
    Gora EAJ!. Aurrera EAJ!. EAJ herria zurekin!.

  4. Ni el Aznar de entonces estaba tan zumbado, ni hay un político de peso en el PNV que se pueda comparar con Arzalluz, ni de lejos.
    También se debe considerar que juzgar hechos pasados bajo el prisma de la actualidad deforma la historia.
    El actual Lehendakari fijó su política en ser el Lehendakari de todos los que viven en la CAV y en los pactos con diferentes.
    También puso muy por encima la capacidad de gestión del partido respecto del cuidado del sentimiento nacionalista.
    El relevo generacional, las dificultades enormes surgidas por la pandemia, la eterna crisis económica, las políticas rastreras del PSOE y la crispación ultra de la política española debilitan la sensación de buena gestión y su percepción positiva por una sociedad que sigue imparable su camino de pérdida de identidad.
    Por poner un ejemplo, EL CORREO ESPAÑOL abre cada día
    titulares en primera plana con mensajes trucados para incidir en una presunta pésima gestión tanto de la pandemia como de la vacunación, en su papel de diario de cabecera del españolismo en la CAV buscando el desalojo del nacionalismo vasco para imponer su ultranacionalismo español.
    La respuesta del Lehendakari suele ser tan «corecta», fria y miedosa que permanece la falsa sensación de «desastre» a pesar de los datos.
    No es la comunicación el fuerte de Ajuria Enea ni los que rodean al Lehendakari tienen vestigios del carácter del PNV de Arzalluz.
    Anquilisados, autocomplacientes y muy alejados de esa influencia en Madrid de la que Arzalluz hacía alarde.
    Y opuestos al carácter idealista,motivador, ilusionante y sobre todo incómodo de Ibarretxe.

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