Perseverancia

Tesón,, constancia, esfuerzo y superación de los fracasos aprendiendo de ellos son virtudes que al parecer no bogan al alza en nuestra sociedad de lo efímero, de la placidez y del culto al éxito inmediato sin aprender del fracaso. Coincidiendo con los fastos de la proclamación y coronación del nuevo monarca Felipe y las manifestaciones capitalinas pro/contra el evento, la vida en la corte y villa seguía su curso tratando de eludir los obstáculos que “la seguridad” de los nuevos soberanos y las ceremonias protocolarias ponían a los ciudadanos/as de a pie. En este mismo devenir temporal real en un emotivo acto se entregaban unos importantes galardones a prestigiosos científicos mundiales los Fronteras del Conocimiento.

Frente a la coronación y exaltación pública de la antigualla monárquica, en estos científicos se ha hecho una valoración de lo nuevo, de lo osado, lo atrevido y sobre todo del camino que sus descubrimientos nos abren hacia el futuro. Pero si estos son pasos tan importantes como decisivos para entender mejor la herencia genética, la inteligencia artificial, la observación ultramicroscópica, la música culta, la educación de niños/as o el cambio climático, es aún más destacable y reseñable la perseverancia de estos científicos distinguidos.

Pensamos en su inteligencia que damos siempre por supuesto y concedemos gran mérito a su preparación académica y técnica, pero de ellos y de sus currículos me quedo con su perseverancia, tesón, capacidad, esfuerzo por superar los obstáculos y contratiempos que se les interponían en el camino de hacer realidad su idea. Uno fue taxista antes de reconocido músico. “Tardé cinco minutos en concebir la idea básica del microscopio electrónico que quería, pero 20 años en superar los obstáculos hasta poder hacerla realidad”, confesaba un premiado. Un canto que compendia la idea del esfuerzo por levantarse tras el revés o la negativa inicial, unidos además por un nexo común entre todos los galardonados con sus conocimientos puestos al servicio de la comunidad.

Dicen de Felipe VI  que es el monarca mejor preparado de la historia de este reino, “tampoco es difícil”, pero de su esfuerzo personal solo sabemos que ha vivido entre algodones y que su perseverancia no era hipotética, sino que tenia la meta biológica/cronológica anunciada. No hay ningún mérito personal, ninguno en heredar genéticamente la corona en una monarquía. Mérito sí para quien forja en si mismo una idea y recorre el camino con tenacidad sin saber de cierto si al final está el éxito.  Ésta es la gloria del científico, hacer certeza de su meta perseverado día a día.

 

Deudas, hijos y herencias

Mal que bien y con pesarosa marcha zancajosa el viejo Borbón, bribón rijoso y achacoso,  deja en herencia a su hijo la corona. Claro está que éste no pagará impuesto de sucesiones  ni cualquier otro gravamen fiscal, porque los democráticos reyes españoles no pagan sino que sólo cobran del erario fiscal común.

El sábado asistí invitada a la boda de Aitor-Olatz&Olatz-Aitor, una pareja mucho más que encantadora. En 2013 disminuyeron un 9% los matrimonios en Euskadi. Así que, aparte del hecho mismo de casarse y de que además lo hagan en el espléndido marco de la iglesia de Elantxobe, que denota distinción y buen gusto, llama la atención algo ya habitual: la edad de los contrayentes, treintañeros maduros establecidos profesionalmente, en el entorno de edad de los matrimonios celebrados en Euskadi, entre 30-35 años.

En el paisaje bucólico de un Ereño primaveral, entre las decenas de invitados sólo pude contar dos niñas, un niño, una adolescente, varios veinteañeros y una nutrida y bulliciosa camada de treintañeros, amigos y compañeros/as de los novios. Algunos de éstos estaban casados y unos poquitos tenían hijos pequeños, la excepción. En el banquete los que necesitaban edulcorante eran mayoría. Nada que no siga el patrón medio de fecundidad y esperanza de vida en nuestra comunidad.

Escuchando a estos valientes jóvenes padres, la retahíla de quejas sobre raquíticos apoyos oficiales, la fiscalidad, guarderías, horarios, la dificilísima conciliación familiar-laboral… dan ganas de condecorar como héroes de lo cotidiano a quienes se embarcan en la progenie, un proceso vital reservado para osados o adinerados.

 Según el Eustat un varón vasco puede esperar vivir 79 años con 49% de probabilidad de casarse, mientras ellas vivirán 85,4 con 54% de probabilidad matrimonial, y lo más remarcable: tendrá un solo hijo.

Positivo, que la esperanza de vida aumentará, en 2025 para ellas hasta 88,4 años y para ellos hasta 82,6. Preocupante, la edad media de maternidad está en 32 años.

Para reflexionar, la fecundidad está en mínimos: 1,3 hijos/mujer, lejos del 2,1 necesario para renovación poblacional. Además, desaparecen los terceros hijos ¡No estamos para lujos!

Los porcentajes estudiados los vi representados entre la alegría y buen rollo de una boda feliz. La vida de casado/a no es siempre como la del primer día, pero…

Mientras los hijos se sigan engendrando bisabis, si no se favorece/estimula a los/las jóvenes para que la sociedad siga existiendo, ni deuda/déficit/crisis ni nádená, todo sobra.

Así que, zorionak a Olatz&Aitor, por valientes… y que sean muy-muy felices con hijos/as que les hereden.  

 

Oposiciones públicas amañadas

LAS oposiciones a rey, aclaro. Con su marcha cojitranca el Borbón I abdica la corona, pero no directamente en su hijo que para sucederle tiene que ser proclamado en Cortes por la soberanía popular; lo será en puritita farsa parlamentaria, porque cómo puede ser que el 90% de sus señorías den el sí cuando millones en la calle hace tiempo proclamaron el no más rotundo; o los políticos son una casta de privilegiados alejadísimossssss del pueblo que en realidad votan para que sus privilegios continúen o… ¿no les habrán amenazado con otro elefante blanco? Porque dicen que le llamarán Felipe VI en continuidad dinástica, aunque su corona se asiente en la legitimidad de las bayonetas del 36-39, bayonetazos que apuntalaron la Constitución monárquica actual ¿o fue a la inversa?

Así que al ciudadano de a pie le asaltan preguntas pedestres de mero sentido común. Si el rey es el primer funcionariodel Estado con los suculentos 8,2 millones de euros al año, ¿por qué no hay oposiciones al cargo con requisitos objetivos aparte del mero refocile en el útero real? Podría optar más de uno.

Hablan de sucesión monárquica. ¿La transmisión de la corona pagará impuesto de sucesión como los ciudadanos de sangre roja (de ira)?

Cosas del erario público. ¿Heredará el mantenimiento de las barraganas de su achacoso papá? ¿O las echará a la p… calle, sustituyéndolas como buen Borbón por harén propio y pago a escote?

Alto funcionario con sueldo público. ¿Sabremos lo que cobra y lo que cuesta mantener realmente su tinglado de familia real que crece y crece… y en qué emplea lo mucho que recibe?

 Berlusconi y Sarkozy fueron inviolables, les echaron y ahora responden ante la Justicia. Perdida su inmunidad, ¿responderá Juan Carlos Ipor sus desmanes, por ejemplo en la herencia del duque de Hernani o por su apoyo a Urdangarin o por el homicidio (¿asesinato?) de su hermano Alfonso?

¿Qué dirán ahora que son los miles de juancarlistas confesos (socialistas en especial) como subterfugio para no declararse abiertamente monárquicos? ¿Felipistas, como su añorado Felipe, míster X?

Curiosidad ecobiológica malsana, ¿vivirán de ahora en adelante más tranquilos y protegidos los elefantes, blancos incluidos?

La última autopregunta (maldad) real me la presta un empresario que tras fracasar ha recompuesto varias veces su modesta empresa. «Dicen que el futuro Felipe VI está preparado para reinar, y ¿para no reinar?».

«A qué tantas preguntas y preguntas democráticas nichorradas, con Franco había trabajo y menos explicaciones», se oye desde el fondo del Parlamento.

La verdad es que esta vasalla, súbdita, no espera respuesta alguna.

Segunda mano

Ser segundo no es ser de segunda, y ahí tienen a Raymond Poulidor “el eterno segundón”, que jamás ganó el tour de Francia ni tan siquiera llegó a vestir su maillot amarillo, pero que es admirado por su brillantísimo palmarés deportivo.

El Eibar S.A.D jugaba en segunda pero era una sociedad de primera, bien gestionada; y ahora en Eibar están de enhorabuena popular porque su equipo de fútbol ha ascendido también deportivamente a primera división. Felicidad armera sin matices y más alegres aún porque lo hacen sin deudas (excepciónmuyexcepcional en el mundo del deporte profesional, especialmente en el todopoderoso-omnipresente paraíso inmobiliario-balompédico). Lo han celebrado por todo lo alto en la plaza del ayuntamiento y en todas sus calles, pero hasta en esto son excepcionales, porque en su fiesta de celebración lanzaron confeti azulgrana “de segunda mano”.

El Barcelona, club de fútbol profesional derrochador por antonomasia, había comprado confeti a rebosar para celebrar un campeonato de liga que jamás llegó a sus vitrinas; los azulgranas eibarreses, inteligentemente, se lo han comprado a sus homólogos azulgranas barceloneses,  entiendo que a buen precio, a saldo, de segunda mano. Como de saldo, me dicen los entendidos, compraron los azulgranas eibarreses la mayoría de sus jugadores, quienes a pesar de haber cobrado (puntualmente, como corresponde a un equipo saneado y serio) el sueldo base mínimo que estipula la liga profesional, han dado un resultado de primera, con rendimiento óptimo tanto o mejor que el de quienes cobran millonadas por vestir calzón corto.

Tras analizar en el laboratorio 14 productos antiarrugas del mercado y comprobar sus efectos en 995 mujeres cobayas voluntarias, la Organización de Consumidores-OCU ha colocado como número uno del ranking por su eficacia a una crema del supermercado Lidl que se vende por tres euros, entre 9 ó 10 veces más barata que sus análogas. Todas prometen hidratación, rejuvenecimiento, desaparición de arrugas… y con todas el efecto va de decepcionante a frustrante, pero la campeona al menos lo vende al precio de su valor real, es decir, barato.

En el mundo de usar y tirar, la reutilización no es mala idea para ahorrar. Cuando escucho a algunos hablar del austericidio al que nos someten desde Europa y desde las instituciones, giro la mirada hacia Eibar y veo el ahorro bien administrado; no sé si Podemos, el “yes we can” obamaniano, pero la buena segunda mano en vez del derroche da beneficios. Se les puede augurar buen provenir a los eibarreses si en todas sus jugadas estratégicas deportivo-financieras siguen este patrón del no-derrochador, un segunda mano con hechuras de primera

Príncipes en pepitoria

Sea como medio de exaltación hacia la Jefatura del Estado que larga le queda porque los borbones viven mucho aunque renqueen, o bien por realzar sus diez años de casado, la realidad real del príncipe y su escuálida esposa es que son más asiduos en los medios públicos que al perejil de Arguiñano. Al egregio padre sus propios compadres de camada tardo-franquista fascista le denominaron “el supositorio” cuando su mentor y nuestro dictador de voz aflautada nos lo iba metiendo poco a poco y no precisamente con mucha vaselina.

Dicen las malas lenguas que “cambiará el lobo de lanas pero no de mañas” y que “aquello que de joven bien se aprende de mayor no se olvida” y hete aquí que estamos (re)viviendo algo similar cuarenta años después, pero con toda la parafernalia acompañante de medios de comunicación muchísimo más potentes que antes, ¡hasta el rey vejete tiene cuenta de twitter!  Dirán que a los críticos también se les oye, pero con sordina cuando no con mordaza y si no que se lo pregunten a Iñaki Anasagasti, a quien le retiran la palabra en cuanto medio oficial pueden y sus libros, donde coloca a la monarquía en su propio lodo-subético, son inquisitorialmente anatematizados y a ser posible ocultados-apilados en los anaqueles hasta llevarlos al Fahrenheit-451. 

Supongo cabalgando este hilo conductor histórico de nuevo supositorio real, esta semana pasada Felipe de Borbón ha venido a Bilbao a presidir la entrega de premios que concede la Fundación Novia Salcedo a la excelencia en integración profesional de los jóvenes, con los se reconoce la labor de particulares, empresas e instituciones en la inserción laboral juvenil. Seguro que en el núcleo de la decisión de invitar al príncipe y en el mismo acto había mucho republicano segúncuandoydonde. Con trabajo vitalicio desde la cuna y mantenido como parásito social, se me antoja difícil que entienda qué pasa por la cabeza de un joven sin posibilidad de empleo, pero aún así le invitan a presidir un acto totalmente ajeno a él y que como casi siempre culmina, “agotado por el trabajo”, comiendo “gratis” invitado evidentemente por el Círculo de Empresarios Vascos, que como otros gremios están a lo que caiga. Porque estando un Borbón de por medio siempre cae algo, una comisión por allí, un corretaje por ahí, una mordidita por aquí… no sé como aún no les han nombrado príncipes-presidentes honorarios del Athletic, probablemente sería la forma más rápida de ganar una copa, una liga o ambas dos al unísono.