La emocionante despedida de Jon Paul Aguirre a su Aita

Viernes 3 de mayo de 2019

El pasado jueves se celebró en la Iglesia San Andrés de Baiona el funeral de nuestro querido compatriota Paul Aguirre Larrañaga. Radio Euzkadi, DEIA y el Programa En Jaque recordó su figura tras su fallecimiento el pasado lunes. Paul había sido Presidente del Centro Vasco de Caracas y colaborador asiduo de la emisora clandestina Radio Euzkadi en Venezuela.

Una generación, no suficientemente reconocida se nos va, llevándose girones de nuestra historia de resistencia, persecución y silencio.

La Iglesia San Andrés, donde se celebró el funeral en euskera, francés y castellano, es un templo neogótico muy bello construido en tiempos de Napoleón III, siendo toda la ceremonia muy emocionante culminando con el “Agur Jaunak” en la despedida al féretro a las puertas del templo. Allí estábamos su viuda Socorro Salazar y sus hijos Amaia, Jon Paul y Jone Miren y su yerno Iñigo Camino, su nuera Vanina Roghe y su yerno Sebastien Anseno, así como sus nietos Josu, Raphael, Nicolas, Lorea, junto con otros familiares y amigos.

Pero es mucho mejor que leamos esta breve intervención de su hijo Jon Paul Aguirre desde el altar donde resumía toda una vida de trabajo y lucha y que a duras penas pudo terminar.

Chère Famille, chers amis.

Querida familia, queridos amigos,

Estoy seguro que Aita estaría muy emocionado viéndonos a todos reunidos aquí en su honor. En nombre de toda la familia, mil gracias por vuestra presencia hoy.

Aita fue un hombre bueno, alegre, generoso y querido de todos.

Aita vivió 91 años llenos y felices. Tuvo muchas vidas, vamos a recordarlas.

Aita nació en Bilbao, en 1927 en una familia de Durango. Al principio, la vida fue difícil para él. A los tres años, la enfermedad se llevó a su madre, y pronto le tocó vivir la guerra civil y los bombardeos en Durango. Afortunadamente, con la ayuda de la familia y del Gobierno Vasco, pudo venir de refugiado a Baiona y vivió con parte de la familia a unos metros de aquí, en el 50 Rue Bourgneuf.

Aita siempre guardó buenos recuerdos de sus años de juventud en Baiona. Siempre nos contaba como le tocaba dormir debajo del piano, sus aventuras con Txirri, y más tarde con Nano, Misson, René, y otros. Las historias de los tíos, los primos y toda la familia. En esos años, la familia permaneció unida y feliz.

Esa época definió lo que sería Aita toda su vida: humanista, honrado, curioso, abierto al mundo, emprendedor, aventurero, pero antes que todo, Vasco.

Al final de la guerra, Aita se fue a París y trabajó un tiempo allá, pero los tonos grises de la vida parisina no le convencieron. Así que decidió irse como muchos vascos a Venezuela.

Siempre nos habló de esos veinte días de travesía en aquel buque italiano, comiendo pasta en todas las comidas.

En aquellos tiempos, Venezuela era un país con mucho futuro y potencial. Los vascos como Aita participaron muy activamente en la construcción de Venezuela y pudieron vivir sus años dorados.

Aita empezó de topógrafo, ayudando a construir carreteras, todo eso hecho a caballo y a través del monte eludiendo las culebras venezolanas. ¡Eso sí era aventura!

Al de un tiempo, se lanzó plenamente en la aventura empresarial. Creó con éxito empresas en el sector de la construcción, y más tarde hasta fundó un hotel y un restaurant gastronómico. La verdad que le fue muy bien en los negocios.

Siempre nos contaba cómo una vez se vino de viaje con su familia trayéndose por barco desde Venezuela un Oldsmobile, aquel coche americano, enorme comparado con los coches de aquí. Imagínense el orgullo que debió haber tenido él que había sido refugiado de guerra unos años antes…

En esos años de exilio venezolano, el sentimiento nacionalista Vasco de Aita se desarrolló. Durante la dictadura española fue incluso miembro histórico de Radio Euskadi, que emitía desde Venezuela para que se pudiera escuchar aquí. Él era la voz francesa: «Ici Radio Euskadi, la voix de la résistance basque».

Fue incluso presidente del Centro Vasco de Caracas, en una época muy importante para los vascos de Venezuela. Es algo de lo que siempre estuvo muy orgulloso.

Con los años, Aita pudo cumplir su sueño: regresar con su familia a Euskadi. Lo hizo una primera vez en Hondarribia, en Jaizkibel, y una segunda vez en Baiona. Pudo regresar a la ciudad que lo vio crecer, pudo volver a ver a sus amigos de infancia, y aprovechar a tope de su familia, hasta el pasado lunes.

En todos estos años, Aita siempre fue bueno, cariñoso, recto, honrado, pero sobre todo alegre y feliz.

Todos los mensajes recibidos en estos últimos dos días confirman que Aita siempre fue muy querido.

Desgraciadamente, Aita se nos fue apagando, poco a poco.

En todos estos años, Mami siempre estuvo a su lado, haciendo todo lo posible y lo imposible para ayudarle.

Mami, gracias por haberte ocupado tan bien de él durante todos estos años. Aita, has sido el mejor padre que uno puede tener.

Has sido un gran hombre, bueno y generoso.

Gracias por lo que has sido.

Te queremos mucho Aita

Un comentario en «La emocionante despedida de Jon Paul Aguirre a su Aita»

  1. YO TAMBIEN LE QUIERO MUCHO Y LE RECUERDO, SOBRE TODO POR UNA EXPERIRNCIA DE TRABAJO,DE PUBLICIDAD PARA UN HOTEL QUE TENIA O TIENE.GRACIAS PAUL, SE VEIA QUE ERAS,ERES, UN HOMBRE BUENO E INTELIGENTE.Y COMO ERAS ERES , TAN GENEROSO PIDE A DIOS POR VENEZUELA EN ESTAS HORAS ACIAGAS PARA NUESTRA VUELTA, REGRESO, A LA DEMOCRACIA Y UN DIA NO MUY LEJANO,CUANDO DIOS QUIERA, LA PUEDAS VISITAR Y ENCONTRAR OTRA VEZ EN DEMOCRACIA Y LLENA DE PROSPERIDAD.HASTA LUEGO. GRACIAS.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *