VECINOS DE LA COMARCA SE OPUSIERON AL PLAN, AL IGUAL QUE LO HIZO UN COMANDO DE ETA. LA MUERTE DEL DICTADOR EN 1975 ACABÓ POR DAR AL TRASTE CON EL PROYECTO
Un reportaje de Iban Gorriti
LA movilización popular de Busturialdea frustró los planes de Franco de convertir lo que hoy es la Reserva de la Biosfera de Urdaibai en un canal edificado desde Gernika-Lumo hasta Mundaka con un megapuerto deportivo incluido. La oposición a este proyecto se gestó con curiosas actuaciones a finales de los años 60. El fallecimiento del dictador en 1975 contribuyó asimismo a dar el carpetazo definitivo a aquella faraónica iniciativa franquista denominada Plan de aprovechamiento de la ría Guernica- Mundaca y que podría haber llegado a ser una Marbella vasca.
El estallido de la Guerra Civil en 1936 había detenido un intento similar de canalización de las marismas que había proyectado el Gobierno de la República española en 1934.
Bien conoce todas las particularidades el investigador José Ángel Txato Etxaniz, del colectivo Gernikazarra Historia Taldea. “Hasta fecha de hoy ha habido como ocho proyectos de canalización. El primero con Fernando el Católico en 1476 cuando vino a Gernika a firmar los Fueros. Los reyes hicieron un proyecto”, pormenoriza el investigador. Y va más allá al evocar que la sensibilidad ecologista que fue de la mano de la política nacería a finales de los años 60 y concluiría a mediados de los 70 del siglo pasado.
Corría el año 68 y mientras París ardía con las históricas movilizaciones de mayo, la Diputación provincial franquista anunciaba sin miramientos un plan de aprovechamiento de explotación y construcción en la ría de Gernika hasta su salida al mar. “Querían desecar las marismas, construir un puente que iría desde Sukarrieta a Kanala, un puerto deportivo…”, resume Txato al respecto.
Meses después, en octubre, los José Allende, Francisco Letamendia Ortzi y Jon Larrinaga pidieron a Perico Ibarra que solicitara a su padre que les ayudara a recabar más información sobre este plan. En enero de 1969, este grupo comenzó a movilizarse contra lo que consideraban “un desastre” a todos los efectos en aquel privilegiado litoral vizcaino.
Cabe subrayar que aún no existía la Reserva de la biosfera de Urdaibai. Tras unas protestas, la policía encarceló a uno de aquellos jóvenes en el Centro Penitenciario de Bilbao, en Basauri.
“En la primera semana de enero, miembros de un comando de ETA entraron a la Casa de Juntas y robaron los planos del proyecto que estaban expuestos para la ciudadanía. Saltaron la valla y se llevaron todo salvo la maqueta porque pesaba mucho… ¡Esa fue la primera oposición al plan!”, recalca el integrante de Gernikazarra, quien evoca que “los periódicos no publicaron nada al respecto. Salvo la Gaceta, que editó algo en pequeño, el resto no quiso que se supiera nada”.
En marzo de 1969 cayó la dirección de ETA y el plan mastodóntico siguió, como el agua de la ría, su curso. Sin embargo, entre 1970 y 1971, vecinos de Busturia plantearon crear una asociación. Así nació Auzokideak o Auzokideok, al tiempo que se comenzó a construir la conocida como Torre de Paco, un restaurante y hotel del cocinero Francisco de la Fuente. “El propio ministro Fraga propuso construir con dinero propio un parador en la zona”, evoca Etxaniz. Así las cosas, y con una concienciación política y ecologista en evidente crecimiento, se registraron las primeras alegaciones con el fin de paralizar el plan.
COSTA NUCLEAR El año 1973 estrenó calendario con el recordado lema Zain dezagun Busturialdea –cuidemos Busturialdea–. “Aún no se utilizaba la denominación Urdaibai”, matiza el historiador. El movimiento ecologista había llegado para quedarse y dio un paso más al frente al recibir la noticia de que se quería construir una central nuclear primero en Deba y Ogeia –Ispaster– y finalmente en Lemoiz.
“La cosa estaba al pil pil y uno de los que comenzaron las protestas, José Allende, se opone a la costa nuclear”, asevera Txato. Las luchas continuaron. Y llega 1975, año clave: Franco muere y con él también desaparece el plan de la Diputación. “Hoy no sería posible un plan así porque la Reserva de la Biosfera de Urdaibai está reconocida por la Unesco y es, además, la primera y única en el mundo que tiene una ley propia”, concluye el historiador gernikarra.