Jesús María Echevarría ‘echeva’ fue un guardameta de una corta pero brillante trayectoria en las filas del Athletic
Un reportaje de Iban Gorriti
NO todo en la vida es fútbol, pero el fútbol sí es la vida de muchas personas. El año que viene se cumplen 50 años de la muerte de un futbolista. Falleció joven, a cinco días de sumar 46 años. Como su vida, su trayectoria deportiva fue corta, la de uno de los leones rojiblancos olvidados: José María Echevarría Ayestarán, Echeva. “Fue un hombre al que el mal de la posguerra le cortó de raíz la posibilidad de convertirse en uno de los porteros que el Athletic ha tenido a lo largo de su larga historia”, reivindica el vizcaino Carlos Aiestarán, autor del libro Echevarría, guardameta del Athletic Club 1938-1942 .
Su carrera deportiva empezó en 1933, en el campo de Fadura y, posteriormente, en 1935 -tenía tan solo quince años de edad- jugó un torneo con los de Acción Católica de San Ignacio contra los Agustinos de Portugalete, el Patronato de Sestao, la Catequesis de Santurce, Acción Católica de Las Arenas, Acción Católica de Erandio y los Diablos Azules de Lamiako. Fue en este torneo donde Echevarría se reveló como portero de porvenir.
La trayectoria rojiblanca del arquero tuvo su debut en 1938 y escuchó los tres pitidos finales en 1942. Aquella última temporada fue la más desastrosa de la historia del Barcelona, club que volverá a verse las caras el próximo sábado contra el Athletic en el Camp Nou en la final de la Copa. A falta de una semana de tal acontecimiento, Aiestaran recuerda en la publicación citada que el Barça fue campeón de la Copa de 1942 y pocos días después le tocó jugar el partido de promoción de la Liga, logrando vencer y continuar en Primera División.
Aconteció hace 73 años y, aunque parezca increíble a día de hoy, el conjunto catalán conformaba el vagón de cola de la competición con la Real Sociedad y el Alicante. Contra todo pronóstico, el 21 de junio, el Barcelona, después de una dramática prórroga, superó al conjunto vasco. El equipo blaugrana se erigió de ese modo en el primer club en ganar el título de Copa después de la Guerra Civil. Las dos veces anteriores en las que se midieron los bilbainos y los catalanes fueron en 1920 y en 1932. En la primera ocasión, el Barça ganó el título por 2-0, y en la segunda, fue el Athletic quien por 1-0 levantó la copa gracias a un gol de Bata.
Orgullo rojiblanco José María Echevarría Ayestarán (Algorta, 1920 – Leza 1966) vistió la camiseta rojiblanca “con orgullo y amor” -apunta Aiestaran- desde poco después de la finalización del Torneo Amateur de 1937, organizado por el Athletic Club, hasta los prolegómenos de la temporada 1942-943, campaña en la que sufrió una grave lesión. El infortunio ocurrió antes de dar comienzo el campeonato de Liga, en un partido amistoso jugado contra el Oviedo disputado en el campo de Buenavista. Una posterior complicación pulmonar marcó el inicio del fin de la carrera de Echevarría e, incluso, de su vida. El antiguo seleccionador de España, José María Mateos, calificó al guardameta vizcaino como “un gran portero de corta, pero brillante, trayectoria”.
El del barrio algorteño de Alango comenzó a jugar en el campo Fadura y en 1934, según diferentes publicaciones, pasó a ser reserva del CD Guecho como portero. Dos temporadas después, pasó al Athletic y llegó a ser finalista de la Copa en la temporada 1941-1942 contra el Barcelona. Con el mismo equipo fue campeón de Liga y llamado en cinco ocasiones por el seleccionador de España para partidos contra Francia, Alemania, Italia y dos veces contra Portugal. Solo fue titular frente a los lusos en Lisboa el 12 de enero de 1941.
Su último partido como rojiblanco lo jugó en noviembre de 1942, además de tomar más adelante parte en algunos partidos de Liga. Incluso los medios deportivos de la época llegaron a anunciar su regreso a los campos junto al león también enfermo Patxi Garate, de Durango, esperanza que no se cumplió. Echeverría falleció habiendo conseguido el Trofeo Zamora en la temporada 1940-1941, en la que el Athletic quedó subcampeón de Liga.
Echeverría fue el tercero y único varón de los cuatro descendientes que tuvo el matrimonio compuesto por Hilario Echevarría, de Bermeo, y Eugenia Ayestarán, de Algorta. En 1936, con el golpe de Estado militar contra la Segunda República que conllevó a la Guerra Civil, Echevarría pasó de jugar en el equipo de Acción Católica de San Ignacio a ser el portero titular del Neguri, en juveniles. Acabaría recalando en el Guecho, y en el Athletic.
Jesús María Echevarría contrajo matrimonio el 11 de octubre de 1965 con Garbiñe Vitorica en Algorta. El 20 de junio de 1965 nació su quinta y última hija, Aintzane. Tan solo nueve meses después Echeva falleció, el 25 de marzo de 1966. Concluye Aiestaran para su recuerdo: “Sus fotografías aún a día de hoy ocupan un lugar destacado en establecimientos de Getxo, particularmente en los de Algorta”.