Bombardeos: cuitas de Cely por Bilbao y Gernika

La mano de Cely sobre una foto de ella y su madre

IBAN GORRITI

LA juventud de Marcelina Castro no fue de agua de Bilbao. La tragedia -escribió el sabio- es lo que muere dentro de una persona mientras vive. A esta nacida en el Regato, en menos de un año y medio, se le murió su hijo, Esteban, de 2 años y meses. Después, durante su segundo embarazo, su marido, el bilbaino Moisés Jiménez, de 24. Tan solo 18 días después nació Cely. «Mi madre me decía que se hizo tantas fotos conmigo siendo yo niña porque temía perderme también», relata Cely.

Por si fuera poco, comenzó la Guerra Civil. Madre e hija sortearon los bombardeos de la capital vizcaina. Vivían en Autonomía y cuando las sirenas anunciaban un posible ataque, corrían a «refugios que eran de muerte, hoy parecen de risa» -rememora-. Trataban de mantener el corazón vivo y sus ilusiones de futuro: «Las niñas íbamos con juguetes a un túnel en la parte de atrás de la plaza de toros y, más tarde, las amatxus nos llevaban la comida».

Las sirenas alertaban con «tres tonos». El primero era de acercamiento, el segundo, «más fuerte, que llegaban», y en el tercero, «caían ya». A Cely se le ha quedado el sonido de aquellas sirenas, como «de barco cuando hay niebla». El tercer tono era a lo bestia. «¡Increíble!». A pesar de vivir esos momentos de angustia superlativos Sigue leyendo Bombardeos: cuitas de Cely por Bilbao y Gernika