En el exilio, la comunicación del Gobierno vasco fue muy difícil por las mentiras de los franquistas. Dos iniciativas, una artística, Eresoinka, y la otra deportiva, la selección de fútbol Euzkadi, contribuyeron a luchar contra la desinformación
Un reportaje de Jean-Claude Larronde
Se lee en Euzko Deya: “Eresoinka es una palabra vasca que sintetiza los conceptos de canto, danza y acción. Así pues, Eresoinka es un resumen plástico y sonoro del pueblo vasco”.
Se crea Eresoinka el 22 de agosto de 1937 por voluntad del lehendakari José Antonio Aguirre quien escribe, hablando de Gabriel Olaizola: Llamando a un notable músico vasco, le hablé así: Es posible que nosotros no podamos salir de aquí. Pero por eso no ha de concluir la lucha, que quiero sea llevada también al campo artístico. Le encargo a usted salga inmediatamente para Francia y forme entre nuestros refugiados el coro más selecto posible.
Los miembros de Eresoinka no podían haber soñado con una directiva más prestigiosa: Manu de la Sota, presidente; Gabriel Olaizola, director del coro; Jesús Luis Esnaola, director del grupo de danzas; Enrique Jordá Gallastegui, encargado de los arreglos musicales; Antonio de Guezala, dirección escénica y decorados, y José Mari Ucelay, delegado de Bellas Artes.
Los ensayos tuvieron lugar en la localidad lapurtarra de Sara durante dos meses, en el otoño de 1937. Entre los 63 cantantes figuraban un tal Mariano González (el futuro Luis Mariano), segundo tenor, de Irun, con 23 años, y la contralto solista Pepita Embil, nacida en Getaria, entonces de 19 años, madre, algunos años más tarde de Plácido Domingo.
La primera etapa fue París, con cuatro espectáculos en la prestigiosa Sala Pleyel, los días 18, 19, 20 y 23 de diciembre, donde cosecharon un gran éxito. Había concebido Antonio de Guezala un cartel donde se leía: Eresoinka. Spectacles d’art basque. Figuraba arriba lo que sería el símbolo de la compañía, un hexágono con una hoja de roble con dos bellotas; tres personajes de perfil y un horizonte simbolizando el mar donde flotaba un barco de vela. En enero de 1938, Eresoinka se dedicó en París a preparar una larga gira. En Bélgica, actuó del 7 de febrero al 2 de marzo con trece espectáculos, la mayoría en Bruselas pero también en Gante, Amberes y Brujas. En este país aparecieron las primeras dificultades, porque aparte de la primera actuación en Bruselas, no se vendieron muchas entradas.
En Holanda, del 4 al 21 de marzo, Eresoinka actuó con diez espectáculos, especialmente en Ámsterdam y La Haya. Eresoinka volvió a París el 25 de marzo. Presentó quince espectáculos del 6 al 19 de abril, en el Teatro de París. El 10 de abril, la contralto solista Pepita Embil cantó por primera vez Aurtxo ttikia, creación de Gabriel Olaizola, la canción de cuna vasca.
Eresoinka fue a Londres para ofrecer en el Aldwich Theatre, del 13 al 25 de junio, 17 espectáculos. Inglaterra estaba en la vanguardia de la investigación sobre folclore. La agrupación disfrutó después de una semana de turismo en la capital inglesa. Pero todavía, a pesar del triunfo, los gastos eran superiores a los ingresos.
A partir del 4 de julio, los artistas de Eresoinka descubrieron su nueva residencia, el Château du Belloy, a pocos kilómetros de Saint-Germain-en-Laye, cerca de París. Se pudo tranquilamente preparar la gira por Iparralde prevista para septiembre, con dos representaciones en el Teatro Municipal de Baiona y una en el Casino de Biarritz. Eresoinka ofreció, en presencia del lehendakari Aguirre, un concierto de música sacra en la iglesia San Andrés de Baiona. La última función la dio el día 21 en Donibane Garazi. Esta estancia en Iparralde fue ocasión de reencuentros emotivos con familiares y amigos.
El otoño pasó en la calma del Château du Belloy. En las primeras semanas de 1939, realizaron 18 grabaciones sonoras. Muchas, como Agur Jaunak, Ama begira zazu, Boga boga, Akerra ikusi degu, Bigarren kalez kale, Aldapeko, Adio ene maitea, Goiko mendian, etc… quedaron como recuerdo clásico del repertorio vasco.
Eresoinka participó en el Aberri Eguna el 9 de abril en el Château du Belloy, en presencia del lehendakari Aguirre. El viernes 26 de mayo de 1939 fue la apoteosis en el Palacio de Chaillot, en compañía del grupo infantil Elai-Alai, ante 3.000 espectadores y en presencia del escritor François Mauriac, gran amigo de los vascos y de José Antonio Aguirre.
Pero algunos habían ya dejado la compañía, el movimiento se aceleró, y varios miembros se fueron a Venezuela. La disolución se produjo en agosto por motivos económicos. El 4 de diciembre de 1939, José Antonio Aguirre mandó una carta de agradecimiento y de felicitación al director, Gabriel Olaizola.
lA sELECCIÓN DE eUZKADI Se estudió la posibilidad de crear tal selección a partir de febrero de 1937, en conversaciones de José Antonio Aguirre con Melchor Alegría. No olvidemos que Aguirre había jugado 45 partidos con el primer equipo del Athletic entre 1921 y 1925 (entre sus 17 y 21 años). Por su parte, Melchor Alegría, entonces periodista deportivo, fue uno de los delegados del equipo Euzkadi en Europa y América. Se pensó enviar a Francia una embajada de futbolistas con un objetivo doble: dar a conocer en el exterior la situación política vasca (objetivo propagandístico) y recaudar fondos (objetivo humanitario). El primer partido se jugó el domingo 25 de abril de 1937, víspera del bombardeo de Gernika, en el Parque de los Príncipes de París. Euzkadi ganó 3-0 al Racing de París. Los tres goles los marco Isidro Lángara Galarraga, nacido en Pasaia, que había jugado en el Real Oviedo.
Junto a Manu de la Sota, que había sido presidente del Athletic, el jefe de la delegación era Ricardo Irezabal, vicepresidente de la Federación Española de Fútbol, quien había sido también presidente del Athletic.
El equipo jugaba con los colores de la ikurriña, camiseta verde con banda roja y pantalón blanco. El capitán de este equipo era Luis Regueiro Pagola, nacido en Irun, que jugaba en el Real Madrid desde 1931. El historiador Santiago de Pablo escribió: Aunque el Euzkadi representaba al Gobierno vasco y no al PNV, en la práctica, se identificó con este. En mi opinión, esta frase no es exacta. Lo que ilustra mi convicción, es que por ejemplo Luis Regueiro era republicano. Con ocasión de este partido, declaró este en la radio, alocución insólita en boca de un futbolista: ”Venimos de Euzkadi, donde nuestro gobierno que todos queremos y respetamos ha conseguido fácilmente que las ideas políticas y las creencias religiosas sean respetadas por todos”.
Se puede decir que se trataba de un Athletic reforzado. El Athletic había ganado la Liga en cuatro ocasiones -1930, 1931, 1934 y 1936- y la Copa cuatro años consecutivos, de 1930 hasta 1933. Muchos de los jugadores vascos habían sido internacionales con la selección española.
Otra gran victoria fue la conseguida el 23 de mayo, contra el Olympique de Marsella, campeón de Francia en 1936-37, por 5-2. La semana siguiente, Euzkadi conoció su única derrota en Francia, frente al club de Sète, bajo un calor asfixiante.
El equipo empezó su gira europea a principios de junio, perdiendo en Praga. En Polonia, el equipo jugó un único partido. En este país, muy católico, los jugadores vascos fueron tachados de comunistas y un segundo partido fue suspendido.
El equipo llegó a Moscú, vía ferrocarril, el 16 de junio. Su recibimiento fue apoteósico con ramos de flores y bandas de música. Es en este país donde recibió muestras entrañables de simpatía y hospitalidad por parte de las autoridades, pero también por parte de gentes sencillas. Desgraciadamente, tres días después de su llegada, el equipo se enteró de la caída de Bilbao. Es de destacar el partido en el terreno del Dínamo de Moscú, ante 90.000 espectadores, el 24 de junio, contra el Locomotiv. El partido finalizó a favor de Euzkadi por 1-5, con cinco goles de Luis Regueiro. También Euzkadi jugó en Bielorrusia, Ucrania y Georgia. El 15 de agosto, el equipo visitó una colonia de 500 niños vascos refugiados. Después, pasó por San Petersburgo, Helsinki, en barco hacia Estocolmo y en tren hasta Oslo. Jugó dos partidos en Noruega. El último partido en Europa fue en Dinamarca el 29 de agosto.
Así se acabó la gira europea de Euzkadi con catorce partidos ganados, dos empatados y cuatro perdidos. De regreso a Francia, Euzkadi fijó su residencia en Barbizon, cerca de Fontainebleau, a unos treinta kilómetros de París. En este momento se produjeron dos bajas que hicieron un gran daño moral: las de Guillermo Gorostiza y Roberto Echevarría. Estos dos jugadores no se atrevieron a decir a sus compañeros que abandonaban el equipo. Retornaron al País Vasco donde fueron bien recibidos por los franquistas. El resto de jugadores prepararon el viaje a América y se comprometieron a renunciar a la posibilidad de cualquier fichaje que en América se les ofreciera. La delegación vasca llegó a México D. F. después de varias escalas. Los primeros partidos en México, del 7 de octubre de 1937 al 9 de enero de 1938, se saldaron con ocho victorias, dos empates y dos derrotas.
Los jugadores llegaron a Buenos Aires el 20 de marzo de 1938. Quedaron en Argentina hasta el 4 de mayo, pero no jugaron ningún partido a causa de la oposición de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA). El bloqueo en Argentina provocó, además del agotamiento de los recursos económicos, la crispación del ambiente, por lo que algunos jugadores abandonaron el grupo.
El equipo llegó por segunda vez a Cuba; jugaron ocho partidos hasta el 31 de julio, con seis victorias y dos derrotas.
A principios de septiembre se supo que la FIFA dejaba de perseguir a Euzkadi gracias a la Federación Mexicana de Fútbol que lo había acogido en su seno.
La selección vasca fue admitida a participar en la Liga Mayor de México D. F. en la temporada 1938-39, una competición formada por siete equipos. Euzkadi jugó en esta Liga doce partidos del 27 de noviembre de 1938 al 7 de mayo de 1939: siete ganados, un empate y cuatro perdidos. Euzkadi terminó segundo detrás del Asturias, campeón de esta Liga.
En abril de 1939, cada jugador vasco recibió 10.000 pesetas, unos 10.000 euros de hoy. Parece poco como salario para dos años, mucho más si comparamos con los salarios de los futbolistas profesionales de hoy.
Euzkadi disputó su último partido el 18 de junio de 1939. En esa fecha, ocho futbolistas vascos jugaban ya en Argentina. Otros jugadores fueron fichados por clubes mexicanos.
En aquellos años trágicos, Eresoinka y la selección de fútbol de Euzkadi fueron dos embajadas originales y pacíficas que dejaron en muchos espíritus una profunda huella y dieron a conocer al mundo el pueblo vasco y su causa.