José Luis Arauzo, doble superviviente

José Luis Arauzo fue testigo de los bombardeos sobre Durango y Bilbao durante la Guerra Civil y junto a su padre trabajó en la construcción del campo de refugiados de Gurs.

Un reportaje de Iban Gorriti

hay historias que surgen por vidas que se cruzan: una plaza de un pueblo francés de Las Landas. Comienza una conversación entre unos turistas y unos vecinos del pueblo Vieux-Boucau que celebran unos bonitos actos de Navidad. De pronto, los residentes sorprenden al comunicar que son “de Durango”. El padre de familia, de 86 años, es testigo superviviente no solo del bombardeo fascista de la villa vizcaina de 1937, sino también de los de Bilbao, y guarda en su memoria la vida de su padre Sabino, miliciano socialista de corazón que luchó con el batallón cenetista Sacco y Vanzetti, y con quien, curiosamente, pasó un año trabajando para el campo de refugiados de Gurs, antes de ser campo de concentración.

Sus recuerdos son historia viva. “Tengo mucho que contar”, previene José Luis Arauzo Pérez, hijo de María y Sabino, vecinos en 1936 de la calle durangarra Uribarri. “Vivíamos en las casas que aún están en pie frente al cine Zugaza”, detalla quien nació el 12 de junio de 1932.

Imagen de uno de los destrozos causados por el bombardeo sobre Durango en 1937. Foto: Gerediaga Elkartea
Imagen de uno de los destrozos causados por el bombardeo sobre Durango en 1937. Foto: Gerediaga Elkartea

Su padre era un escultor y ebanista. Según informa la Fundación Indalecio Prieto, Sabino fue afiliado a la Agrupación Socialista local y miembro de la UGT de Durango, donde ocupó diversos cargos directivos. Años más tarde, durante su exilio en Francia, estuvo internado en los campos de refugiados Saint-Cyprien (Dordoña) y Gurs (Pirineos Atlánticos) antes de que llegaran los nazis. El 3 de noviembre de 1939 fue trasladado al hospital de La Roserie en Biarritz. Fue uno de los fundadores de las Secciones del PSOE y la UGT en Oloron, donde falleció el 30 de mayo de 1950.

“Mi padre tiene esculturas que son conocidas en Durango”, enfatiza José Luis. Unas de ellas son las de Bruno Mauricio de Zabala y de Fray Juan de Zumarraga que hay en el pasadizo entre el pórtico pequeño de Santa María y que sale al hoy bar Les Villes. Su hijo, Alain, aporta que él cree que también lo son las de “los dos hombres que están en Ezkurdi sobre las casas del batzoki de Ezkurdi”. Otras, confirmadas, están en el cementerio. “Mi padre trabajaba en una cantería de Montorreta”, matiza. El día del bombardeo de Durango, por la tarde, José Luis estaba con su madre en Landako, en la zona llamada Puente del Diablo. “Allí, donde un tubo cruzaba el río. De pronto comenzó el ruido, y un hombre le puso la zancadilla a mi madre y caímos los cuatro. Lo hizo para salvarnos la vida porque venía un caza ametrallando. Vimos cómo mató a algunos a nuestro alrededor”.

Reunida la familia sin muertes, Sabino animó a su mujer a ir a Bilbao a donde unos familiares. Cuando bombardeaban en la capital, se refugiaban en un túnel de la zona de San Francisco. “Allí me hice un día daño corriendo durante una alarma y aún tengo una mancha en la pierna”, aporta. De allí, continuaron hacia Santander, donde la familia accedió a un barco de pesca al que subía tanta gente que “mi padre sacó una pistola y dijo que nadie más”. En el trayecto se les acabó el carbón, y quemaron puertas y todo lo que podían. Llegaron a La Rochelle gracias a ser remolcados por un barco francés. El periplo continuó en tren a Barcelona.

regreso a durango Una familia acogió al pequeño José Luis y los padres estuvieron en otra casa. “Iba a un colegio catalán y olvidé el español. Cuando volvió mi padre no se lo podía creer…”. Su siguiente destino fue unas colonias en el exilio galo, a 200 kilómetros de París. “Entonces mi madre tuvo carta de mi padre diciendo que acabada la guerra podía volver a Durango sin peligro”. En el pueblo encontraron su casa desvalijada y sin los importantes muebles fabricados por el padre. Tuvieron que alojarse en una de familiares en Kalebarria que “estaba aún un poco tocada por el bombardeo”.

A José Luis no le iba bien en la escuela La Villa. “El director franquista me pegaba porque llegaba tarde. Yo me había hecho monaguillo como excusa porque no me gustaba el colegio, le dije a mi madre para irme con mi padre, que estaba en Gurs”. Tras un año allí -antes de que los nazis lo utilizaran como campo de concentración-, estuvieron ayudando a trabajar y residiendo “en unas casas de madera” fuera del centro. Con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, les dieron la orden a los exiliados de “volver a España en 24 horas. Yo estaba sin papeles, y me llevaron unos amigos. Mi padre se quedó. Estaba enfermo del corazón, tuvo tres infartos…”. Murió en Oloron a los 45 años.

Aquellas situaciones le pasaron factura a José Luis. “Siempre tenía el temor de que llamaran diciendo que mi padre había muerto, como ahora sufro cuando mis hijos van de viaje… Se me ha quedado dentro”. A Sabino le trataron su dolencia en Biarritz. “Mi padre era muy seguidor de Indalecio Prieto, que también padecía de corazón y estuvo ingresado en San Juan de Luz. Alguien le habló de mi padre y envió a un doctor especializado en ello a que fuera a verle. En el tiempo que estuvo en Francia solo el PNV o el Gobierno vasco le enviaban como 200 francos para vivir”, explica, y va más allá: “Mi padre nunca nos ha hablado de nada de ello. Nada”.

José Luis conserva en su hogar de Las Landas sus recuerdos, como algunas pertenencias de cuando era niño en el exilio, que nadie borrará de su memoria. “En Reyes me regalaron un burro hecho con tinajas y no se lo doy a nadie, ahí está, como mis cuadernos de la colonia”, se emociona. Las esculturas de su padre siguen en pie orgullosas en su Durango natal.

Nuevo paisaje de Begoña La fábrica de Recalde

La que los vecinos de Begoña denominaban Fábrica de Recalde supuso el inicio de una transformación de este emblemático enclave hacia un perfil más urbano e industrial, que se prolongó desde 1878 hasta 1982

Amaia Mujika Goñi

LA anteiglesia o república de Begoña hasta su anexión definitiva a Bilbao en 1925 era un municipio de carácter eminentemente rural; un paisaje de verdes campas con huertas, frutales y viñas regadas por arroyos y regatos; de caseríos enlazados por caminos y estradas con la Casa de la República, las escuelas y el santuario; de lavaderos y fuentes, lugar de encuentro cotidiano de mujeres, y de tabernas y bodeguillas bordeando carreteras y calzadas por donde llegaba la vendeja a la villa. Un ámbito de vida tradicional que, condicionada por su proximidad a Bilbao, acogía dentro de sus límites, además de los conventos y casas de campo de la burguesía bilbaina, talleres y concentraciones extractivas y fabriles originadas tras la revolución industrial (Minas de Larreagaburu, Santa Ana de Bolueta, S.A. Echevarría y la Fábrica de Tabaco) con sus correspondientes bolsas de población obrera para las que se erigieron las primeras barriadas de casas baratas. Un nuevo paisaje en el que gradualmente se fue diluyendo la frontera entre lo rural y lo urbano, entre tradición y modernidad.

Entrada principal de la fábrica de Recalde en Begoña.Foto: S.A. Echevarria
Entrada principal de la fábrica de Recalde en Begoña.Foto: S.A. Echevarria

Uno de los protagonistas de este nuevo paisaje, en el que las verdes campas dieron paso a las chimeneas y además entendida como paradigma de modernidad, fue la fábrica de Recalde, origen de la industria siderúrgica S.A. Echevarría y para los matsorris simplemente la fábrica. Desde su origen en 1878 y aún después de su cierre en 1982 será parte y arte de la transformación urbanística y social de los barrios de Las Calzadas y Uribarri en Begoña. Considerada como modelo productivo y promotor de nuevas formas de relación social, la instalación fabril será percibida por sus trabajadores como algo propio y familiar en cuya gestación y transformación participaron compartiendo un destino común. Esta interrelación entre fábrica y comunidad, cambiante en el tiempo y no siempre amigable, contribuyó a configurar una identidad colectiva de barrio que a pesar de su desaparición física, sigue estando presente.

La S.A. Echevarría en Begoña La acería de Recalde, la fábrica para los begoñeses, tiene su origen en el taller de estampación de chapa litografiada (hojalata para botes de conservas) creado en 1878 por el herrero alavés José Echevarría Ascoaga (1811- 1896) en los terrenos del desaparecido caserío chacolí Chaquilante situado en la vaguada del Polvorín limítrofe con Bilbao. La incipiente instalación fabril recibirá el nombre de Recalde por el riachuelo que atravesaba la propiedad y desembocaba en la fuente del mismo nombre en la carretera del Cristo a Begoña (actual Avda. Zumalacárregui) por la que se le conocerá hasta su desaparición un siglo después.

En 1886 los tres hijos del fundador se incorporan al negocio, despuntando la figura de Federico (1840 -1932), quien, entre otras iniciativas industriales y comerciales, liderará la empresa familiar, vendiendo parte del terreno a la Fábrica Municipal de Gas, adquiriendo otros nuevos en la planicie superior y diversificando la producción con sucesivas instalaciones mecanizadas; taller de galvanizado, de baldes y sartenes (1886-90), de clavo de herrar (1887) y herradura (1897), siendo las dos últimas el verdadero soporte de la acería de Recalde y por extensión de la futura empresa siderúrgica S.A. Echevarría. En 1898, interesados en producir acero de calidad controlada, instalarán el primer Horno Martin-Siemens del Estado, sustituido en poco tiempo por uno nuevo de doble capacidad, y dos trenes de laminación, uno de desbaste y otro de perfiles comerciales.

En 1902, Recalde, integrada por siete naves, una docena de edificios industriales y un laboratorio sobre la ladera, es ampliada con la adquisición de Hierros y Fundición Santa Águeda situada a orillas del Cadagua en Castrejana. La nueva factoría constituida por una fundición, una trefilería accionada por energía hidráulica, derivados de alambre y un taller de clavos se completará en 1924 con un alto horno de carbón vegetal y una batería de coque de la sociedad Les Fours Lecocq, conectándose con Recalde mediante un ramal ferroviario y una tubería de gas. Entre ambas fábricas reunirán una plantilla de 313 trabajadores y una producción anual de 2.500 Tn. Entretanto, el 11 de febrero de 1920 Echevarría se constituía en S.A. y los ensayos de los ingenieros Mario Herrán y Santiago Vallhonrat lograban la producción de aceros especiales comercializados bajo la marca HEVA. Su alta calidad, premiada en las exposiciones nacionales e internacionales de 1925, 1929 y 1930, acelerará su implantación, monopolizando el mercado nacional de los aceros destinados a construcción, herramientas y automoción.

La Anexión El 1 de enero de 1925 Bilbao anexiona en su totalidad las anteiglesias de Begoña y Deusto. Tres años más tarde la S.A. Echevarría es declarada Industria de Utilidad Pública, anulando cualquier plan urbanístico que la ciudad tuviera sobre Recalde al tiempo que permitía a la fábrica expropiar los terrenos rurales adyacentes, sobre los que actuará hasta bien avanzada la década de los sesenta, ocupando paulatinamente toda la superficie de la planicie entre la Avda. Zumalacárregui, el antiguo cementerio de Mallona y el camino de Trauco, devorando los caseríos Calzadas, La Estrella, Echechiquerra y el campo de fútbol Cruce Verde de la Sociedad Deportiva Begoña que desde 1947 se había trasladado a Mallona. Sobre este último Echevarría levantará un espacio de recreo para sus trabajadores con ambigú, frontones, juego de bolos y cancha para los torneos de fútbol, baloncesto, balonmano y hockey que integraban el Club Deportivo Echesa hasta que a mediados de los sesenta la ampliación de Forja y Estampación obligará a cerrarlo trasladando la sede social y las competiciones deportivas al grupo de viviendas F. Echevarría, en Basarrate, a donde también se llevó el economato que estaba en el Callejón del Gas.

Entre 1939 y 1959 la autarquía económica y el fuerte intervencionismo gubernamental implantado por la dictadura empujarán a Echevarría a paliar los bajos salarios asumiendo la previsión asistencial y social de los trabajadores y sus familias con el fin último de cohesionar la plantilla y conseguir una mayor productividad. Se creará la Mutualidad de Asistencia Médico Quirúrgica y el Servicio de Asistencia Social que integraba la formación básica y especialización de los trabajadores y sus hijos con becas de estudios, colonias y la creación de escuelas de aprendices, la financiación para la adquisición o la construcción de vivienda de alquiler, la Caja de Previsión, el Día del Jubilado y el C.D. Echesa con más de 15 modalidades deportivas con el objetivo de impulsar los valores de esfuerzo y disciplina entre los jóvenes. El Club de Montaña estará integrado a partir de 1954 por hombres y mujeres, reflejo de la incorporación femenina a Echevarría en labores de secretaría y administración.

En la década de los sesenta, con una plantilla de 5.349 productores y a pesar de la política de innovación en tecnología y productos (inoxidables, refractarios y resistentes al calor) y de las sucesivas ampliaciones del espacio fabril, Recalde y Santa Águeda eran instalaciones obsoletas y constreñidas, situación agravada en el caso de la primera por el gran impacto medioambiental generado sobre Bilbao. Una atmósfera que envolvía la ciudad con el humo de sus cinco chimeneas, el golpeteo constante de los martillos de forja y las minúsculas partículas de carbón que impregnaban la ropa cuando llovía. Esta situación, unida a la promulgación de un Plan Siderúrgico Nacional (1964-72) de modernización y competitividad del sector de los aceros especiales, empujó a la S. A. Echevarría a construir en la vega de San Miguel de Basauri la Ciudad del Acero (1967), una moderna planta siderúrgica automatizada con una capacidad productiva inicial de 300.000 Tn., una plantilla joven y técnicamente preparada y una clara apuesta por la tecnología e innovación en I+D. Una apuesta continuada en el tiempo que le ha permitido llegar al presente bajo la marca Sidenor siendo un referente en producción y desarrollo de tecnologías en el sector europeo de los aceros especiales.

La crisis La crisis energética mundial de 1974 unida a la baja competitividad y sobrecapacidad de producción del acero vasco sorprendió a Echevarría sumida en una grave situación de duplicidad de producción y plantillas, abocándola a un Plan de Saneamiento en 1979, a incorporarse a Aceriales S.A en 1980, al cierre de Recalde en el 82, a la venta por secciones de Santa Águeda en el 84 y a una reducción de plantilla con la eliminación de 3.723 puestos de trabajo entre 1978 y 1981, la mayor parte en Recalde, con el consiguiente conflicto laboral que se sumó a la difícil situación socio-económica y política que vivía el País Vasco.

Tras el ingreso de España en la Unión Europea, el 31-12-1988 se constituyó el grupo industrial público Aceros del Norte ACENOR S.A. (a partir de 1991, Sidenor) en el que la S.A. Echevarría se integrará, circunstancia que supondrá su desaparición efectiva como empresa y su vinculación con la familia fundadora.

A pesar de que el cierre de Recalde estaba establecido para diciembre de 1978, los talleres de mantenimiento, control y tratamientos y el tren de doble dúo en laminación siguieron funcionando hasta 1982. Dos años después se procedía al derribo y desguace de los saqueados pabellones de hierro y ladrillo, de las chimeneas y del resto de las instalaciones supervivientes con la única excepción de la chimenea del tren de doble dúo, que se erigió a partir de 1987 en icono de la fábrica enterrada en el actual parque municipal de Etxebarria.

Humilde recuerdo para cien años de historia industrial.

Mucho queda por contar de Recalde y lo aquí relatado solo son retazos de la memoria individual y colectiva de un tiempo y una realidad vividos por sus trabajadores que hemos materializado en este artículo y en la exposición Dohaintzak 2013-2018 Donaciones que, hasta el 24 de febrero, se puede disfrutar en el Museo Vasco de Bilbao, para que no sean olvidados.

El desaparecido grafiti de aquel teniente coronel

Descubren que el carabinero irundarra Antonio Ortega, Director General de Seguridad del gobierno de Juan Negrín, se encuentra enterrado en una fosa común de Alicante

Un reportaje de Iban Gorriti

el histórico frente de Villarreal contó con un grafiti de la época que voceaba a quien lo leía: Un fusil no vale nada si no hay un pico junto a él. La cita es de Antonio Ortega Gutiérrez, un histórico carabinero comunista vecino de Irun que tras una trayectoria militar que ascendió hasta coronel acabó fusilado en Alicante el 15 de julio de 1939. Según ha podido saber DEIA, su cuerpo espera a la dignidad en una fosa común del camposanto de aquella ciudad. Como curiosidad conocida durante la contienda fue presidente del Real Madrid Foot-Ball Club, denominación de la entidad durante la Segunda República.

Cita original de Antonio Ortega en el frente de Villarreal.KUTXA FUNDAZIOA
Cita original de Antonio Ortega en el frente de Villarreal.KUTXA FUNDAZIOA

Aunque su biografía está al alcance de todos a golpe de tecla en internet, nuevos documentos indagados por Jimi Jiménez, miembro de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, aportan importantes datos que permanecían silenciados entre legajos franquistas.

La sentencia de muerte de Ortega y el libro de actas del cementerio de Alicante que ha cotejado sacan a la luz pormenores esclarecedores de su periplo y entrega antifranquista durante la guerra del 36. Consultado sobre si se procederá a exhumar la fosa en la que está su cuerpo, Jiménez matiza que “no se le conoce familia que pudiera solicitar la exhumación. Tal vez podrían salir sus restos si la familia de algún otro enterrado allí pide la búsqueda de su pariente”, ilustra el técnico de Aranzadi. Lo cierto es que el lugar de la fosa sigue sin tocar desde hace casi 80 años, como prado de hierba en el cementerio alicantino.

El procedimiento sumarísimo de urgencia de Antonio Ortega Gutiérrez, por su parte, detalla “las vicisitudes que vivió, sus grados de sargento, teniente… sus destinos”, agrega el antropólogo durangarra. Gracias a esta búsqueda, a partir de ahora se sabe que Ortega fue procesado antes de la Segunda República siendo sargento de carabineros y expulsado del cuerpo “por motivo de contrabando de armas” relacionado con la Sublevación de Jaca y por asalto al Gobierno civil de Donostia. “Que por ser elemento rabiosamente izquierdista fue readmitido en carabineros al instaurarse la República, siendo ya teniente al iniciarse el Glorioso Movimiento Nacional”, dictamina el texto franquista datado en 1939.

A partir de entonces, intervino en la defensa de Irun como uno de sus referentes “luchando contra las fuerzas navarras”. Ortega, nacido en un pueblo de Burgos, desempeñó el cargo de gobernador civil en Donostia. Mandó a las primeras milicias vascas en el sector de la Ciudad Universitaria donostiarra y ascendió a coronel en la 40 Brigada Mixta y después en la 7ª División.

Aunque las credenciales consultadas no lo citan, Ortega pasó después a la zona centro (Madrid) para asumir el mando de la Columna Vasca. Allí, sería director general de Seguridad del gobierno de Juan Negrín, presidente de la Segunda República en 1937.

Detenido en 1939 Siguiendo con la fuente franquista consultada, también fue destinado a Valencia donde fue director general de Seguridad entre mayo y julio de 1937. Su disposición continuó como jefe del 6º cuerpo del Ejército Republicano hasta mayo de 1938, fecha en la que fue ascendido a coronel y nombrado jefe de un cuerpo del Ejército, cargo que ocupó hasta el final de la guerra. Con la llegada del franquismo, Ortega llegó a Alicante “para embarcar y huir al extranjero, siendo detenido en el puerto”, apostilla el acta. Fue detenido el 13 de abril de 1939.

Por un “delito de adhesión a la rebelión” y por apoyar “la causa marxista” sufrió un consejo de guerra que falló condenar a Ortega a la pena de muerte el 12 de junio de 1939. A las cinco horas del 15 de julio siguiente fue fusilado con “cadáver reconocido” de aquel nacido en Rabé de las Calzadas en 1888, “hijo de Víctor y Ángela, casado y padre de cuatro hijos, de cabello entrecano, piel morena, cejas al pelo, nariz grande, cara redonda y de talla 1,630”, según el expediente procesal.

Jimi Jiménez valora que Ortega fue “una figura importante”. Argumenta que existe un grafiti de la época sobre una zona que estaban fortificando en el frente de Villarreal en la que aparece su frase “un fusil no vale nada si no hay un pico junto a él”. “Para el carabinero era tan importante el arma en la guerra como la labor de quien construía trincheras. Valoraba el trabajo en equipo, aquello que no se ve, y que, al menos en fotografía, ha trascendido hasta hoy”.

Nobel saridun euskalduna René Cassinen bizitza eta lanak

René Samuel Cassin baionarrak pertsonen eskubideak munduan finkatzea jarri zuen bere bizitzaren xedetzat. Beretzat, pertsona bakoitza sakratua zen eta bere eskubideak Estatuen eta mugen gainetik kokatzen zituen

Jean-Louis Davanten erreportajea

René Samuel Cassin Baionan jaio zen 1887ko urriaren bostean, udaletxetik bi urratsetan dagoen Ducéré karrika txikian. Renéren ama, Gabrielle Dreyfus, Baionakoa zen, aita Azaria Cassin Nizakoa. René lau haurretarik hirugarrena. 1891ko irailean, Baiona utzirik, familia Nizan plantatzen da. René lau urteetara doa. Oporrak amaren gurasoekin hartuko ditu Baionan, lagunak eginez. Bi aldeetarik israelitak dira: gizonak erlijio gutikoak, emakumeak fidelago, eta Renék bere bar mitzva egin du 1900ean.

Batxiler diploma 1904an bildurik, zuzenbidea ikasten du Aix en Provenceko fakultatean. Soldaduska 1906an: ofizial-gaien taldeko lehena sailka-tzen da, baina puntu hori ez diote libretean sartzen, agian judua delako, amaren aldetik Dreyfus alsaziar leinukoa kapitain sonatua bezala: 1914an gerlara joango da soldadu soil.

1908an zuzenbideko lizentzia lor-tzen du, baita historiakoa ere. Parisen biziko da lan xume batzuei esker, zuzenbidean aurrera ikasiz. Doktoregoa 1914an erdietsiko du, eta agregazioa 1919an. Bien artean gerla egin du.

1914ko irailean Marneko guduan parte hartzen du; bere kuraiagatik kaporal izendatzen dute. 1914ko urrian Lorrainan larriki zauritua da. Elbarritua denez, armadatik aske dago. Marseillako Simone Yzombard ikasle lagun ohiarekin ezkontzen da 1917an Parisen. Bikote gaztea Aix hirian plantatzen da.

1918an, UF Frantziako gerlari ohien elkarte nagusia sortzen du, eta bururaino gidatuko du bakearen alde. Gerlarengatik jasaniko kalte pertsonalen ordain eskubidea Estatuari onarraraziko dio. “Nazioko haurzurtzen aita” deituko dute. 1919an, agregazioa erdietsirik, Lilleko unibertsitatea hautatzen du, gerlak gehienik kaltetu duena delako. Hor zuzenbidean irakatsiko du, 1929an Pariseko fakultatera izendatua izan arte.

1921ean, UF elkartearen izenean, Cassinek Genevan frantses eta aleman gerlari ohien bilkura bat antolatzen du. Elkartea SDN delakoaren zerbitzuko jartzen du: Société des Nations hori, 1920an sortua, Genevan kokatua, ONUren arbasoa dugu. Haatik ahulezia bat badu, ez txikia: Amerikako Estatu Batuak ez dira hor sartu.

1924ko irailetik, Frantziak SDNean duen ordezkaritzan dago Cassin. Erakundea etengabe sostengatzen du. Nahi luke “Nazioen erakunde juridikoa” bilaka dadin. Moralki indartzea aholkatzen dio, gero “nazioarteko polizia organiko baten sortzea, ahalaz airekoa”, bai eta 2armen kontrolatzeko Batzorde iraunkor baten biltzea, botere handiak horri emanez”. Gerlako frantziar adituek baino lehen, Cassinek asmatu du hegazkinek geroko gerletan nolako indarra hartuko zuten.

1926an, Frantziaren sostenguz, Alemania SDNean sartu da. Maluruski 1929an New Yorken hasi den krisiak erdiz-erdi joko du, langabeak milioika eginez. Hitler gobernura heltzen da 1933ko urtarrilaren 30ean. Abian alderdi bakarraren diktadura finka-tzen du, lehen kontzentrazio guneak eraikiz oposizioko alemanentzat.

1933ko irailean, SDNeko egoitzan, Cassin antzerki harrigarri baten lekuko gertatzen da. Aleman judu bat Alemaniako gobernu berriaren akusatzaile agertzen da, bere juduei egiten dien pertsekuzio bortitza salatuz. Erantzunez Goebbels, propagandako ministroa, tribunara igotzen da, ondoan dituela hogei bat mutiko gazte, pistola sakelean: “Ikazkina bere etxean nagusi da. Estatu subirano bat gara; gixolot horrek dioen guzia ez da zuen asuntua. Nahi duguna egiten dugu gure sozialista, pazifista eta juduez, eta ez dugu kontrolik behar, ez gizateriaren, ez eta SDN honenganik”.

Gerra badator Cassin txunditurik dago. Herritarrei bizitza nahi bezala ken dezakeen Estatu ahalguzidun baten ideia ez dezake onar. Berak jendea oroz gainetik dauka. Eta bortizkeria barneko legetzat daukan “Estatu terrorista” bat ingurukoekin ez da eztikiago ariko. Cassinek argi du munduko bigarren gerla datorrela SDNa eta demokrazia handiak ez badira azkar mugitzen!

Abisua abisuaren gain ematen du, baina debaldetan. SDNa ahulduz doa, Frantzia eta Britainia Handia beti atzeraka dabiltza Hitlerren aurrean, utzikeria batetik bestera labainduz. Munichen Txekoslovakiaren suntsiketa onartzen dute. Laster Hitler Polonian sartuko da, munduko bigarren gerla piztuz. 1940ko maiatz-ekainetan aleman armadak Frantzia eta Britainia Handikoa xehatzen du Polonian ikasiriko blitzkrieg gerla-tximistaz. Iheslarien uhinetan, Cassin Baionara heltzen da ekainaren 18an. Biharamunean de Gaulle jeneralaren deia aipatzen dio lagun batek.

Ekainaren 24 arratsean Donibane Lohizunen azken ontzi britainiarra hartzen du emaztearekin, lehen etsaiak Baionara heltzean. 29an de Gaullek bere urgazle gehien izenda-tzen du. Londresen egonen da hiru urtez, gero Aljeren urte batez. De Gaulle eta Churchillen arteko hitzarmena idazten du; testu horretan oinarritzen da Frantzia Librearen eta Erresuma Batuaren arteko aliantza. Cassinen eskutik dator halaber Irujo-de Gaulle hitzarmena: Frantses Indar Libreen baitan, eusko gudari talde baten eraketa hitzartzen du. Churchillen debekuak tratua deseginen du, Francori mundu gerlan sartzeko ai-tzakiarik ez ematearren.

Cassin BBCtik usu mintzo da. Frantses Inperioko defentsa kontseiluko idazkari iraunkorra da, eta gero Frantses Kontseilu Nazionaleko hezkuntza eta justizia komisario / ministroa. Frantzia Librea ordezka-tzen du nazioarteko bilkura batzuetan, bereziki 1941eko irailaren 24an, Aliatuek Atlantikako Kartaren testua sinatzen dutelarik.

Aljer utzirik 1944ko abuztu hondarrerantz, ikasturte berrian zuzenbide zibilean irakasten hasiko da berriz Parisko fakultatean. Bestalde kargu handirik beteko du, beti justiziako eta kulturako gaietan: Munduko Alian-tza Israelitako presidentea 1942tik, UNESCO erakundearen sortzaileetarik da 1945ean Parisen, eta hor Fran-tziaren ordezkaria 1958raino, ONUko Giza Eskubideen Batzordeko lehendakaria, frantziar Estatu Kontseiluko presidente-ordea (1944-1960), fran-tziar Kontseilu Konstituzionaleko presidentea, eta Europako Giza Eskubideen Gorteko lehendakaria 1965etik. 1947an Académie des Sciences Morales et Politiques delakoak kidetzat hautatzen du, eta berantago bere lehendakari.

1947 urtean, Eleanor Roosevelt anderearen babesean, Giza Eskubideen Aldarri Unibertsala zirriborroan idazten du, eta idazki hori, zuzenketa gutirekin, ONUko biltzar nagusiak onartuko du Parisen, 1948ko abenduan. Cassin Aldarri horren aita dugu.

1959ko urtarrilaren zortzian, Cassin behin-behineko Batzorde Konstituzionaleko burua izanez, horren aurrean zin dagi de Gaulle Errepublikako presidente berriak. 1960an zuzenbide zibileko irakaskuntzatik erretiratzen da: lan horretan ari izan da 1919tik (Lillen 1929ra arte, gero Parisen).

1966 hondarrera, Pariseko egoitzan Piarres Charrittonen bisita bat har-tzen du: Piarresek hegoaldeko euskaldun iheslari batzuen laguntzera deitu nahi zuen, Frantziako gobernuak kanporatzen baitzituen. Hona elkarrizketa horren istorioa, 2009an frantsesez igorri zidan gutunetik itzulia: “Frantziako euskaldun apez bezala agertu naizenetik, atera jin zait harrera egitera, ene harridurako kantu hau abestuz: “Boga, boga, Marinela!… Bai Indietara!…” eta hasiera hori argituz erran dit: “Aitzina! Aitzina!… Azalduko dizut…” eta kontatu dit nola Baionan, haren sortetxean, Baionako etxe on guzietan bezala, neskameak eta inude / hazama guziak euskaldunak zituzten, eta holaz berak entzun eta ikasi zituen lehenbiziko kantuak euskara hutsezkoak zirela. (…)”.

1968ko abenduan, Oslon, Cassinek Bakearen Nobel Saria ukaiten du. 1969ko ekainean hil zaio Simone emaztea, bere urrats guzietan artoski bezain sotilki lauzkatu zuena. Bera Parisko ospitalean itzaliko da 1976ko otsailaren hogeian. 1987ko urriaren bostean, sortzeko mendeurrenean, haren hautsak Panthéonean sartzen dituzte, Mitterrand Errepublikako presidentea delarik, eta Chirac gobernuburua. Legelaria, legegizona, Montesquieuk finkaturiko hiru botereen banaketa gain-gainetik zainduz, politikatik bazter egon da beti, eta gizadi osoaren abokatutzan ari izan.

Pertsonen eskubideak Bere bizitza xede bakar baten zerbitzuko jarri du, pertsonaren eskubideak mundu mailan finkatuz, legeztatuz eta nazioartean zainduz. Pertsona bakoitza sakratua zaio. Horren eskubideak Estatuen eta mugen gainetik jarri behar dira. Horretarako Estatua ez dugu absolututzat onartu behar. Horren indarra mugatu behar da, boterea gainetiko eta behetiko erakunde batzuekin banatuz. Gainetik Estatuak bere nagusigoaren zati batzuk nazioarteko justizia bati utzi behar dizkio; pertsona bakoitzak horren legeei eta auzitegiei dei egin dezake, jendearen funtsezko zuzenak zangopilatzen direnean. Justizia horren zerbitzuko legoke nazioarteko polizia bat, ongi armatua.

Beheretik, Cassinek “probintziak” indartzen ikusi nahi lituzke, honako izkirio honek erakusten duenez: “Cassinentzat, euskaldun edo bretoi nortasunaren garapenak Europaren bateratzea ez du oztopatzen. Aitzitik biak bat datoz. (…) Europa egiazki egin dadin, dio Cassinek, Estatuen indar soberakina hautsi behar da eta probintzien indarra gotortu (…)”.

Heren munduarentzat, deskolonizatzea aldarrikatzen du 1945eko udan. Orokorki populuen autodeterminazio eskubidearen alde dago, baina bemol garrantzitsu batekin: “Estatu mikroskopikoen ugaritzea ez du gustukoa, haien ezin bizia eta inperialismoen janizagatik”. Aterabide federalistak nahiago ditu. Gandhi bezala, bortizkeriaren etsaia da, haatik ez osoki. Pazifismo hutsa arbuiatzen du, populu borrokalarien jokoa egiten duelako. Gandhiren satiagraha nekez onargarria zaio mundu mailan, gizona eta gizadia diren bezala ezagutuz. Munstroei bidea zabalik utz lezake. “1936an, Hitlerren aurka aski goizik mugitu gabez, gerlaren piztera bulkatu dugu”.

La consulesa de ‘Vasconia’

La irunesa Felipa Domínguez Taguada pudo ser la única mujer miembro de las Milicias Vascas Antifascistas (MVA)

Un reportaje de Iban Gorriti

‘Domi’, en la entrevista que publicó ‘Estampa’. Foto: Benítez Casaux (’Estampa’)
‘Domi’, en la entrevista que publicó ‘Estampa’. Foto: Benítez Casaux (’Estampa’)

el papel de la mujer aún es motivo de investigación en aquella guerra del 36 que no fue ni civil ni únicamente española, sino incivil y de aliados internacionales. Felipa Domínguez Taguada pudo ser la única muchacha integrante de las Milicias Vascas Antifascistas (MVA) que se gestaron en Madrid y Barcelona. Sin embargo, también pudiera ser que junto a ella hubiera más. El estudio para conocer más datos, como el tiempo, no se detiene.

La asociación Sancho de Beurko ha sido quien ha puesto el foco en la existencia de esta enfermera de Irun que fue entrevistada por la publicación de la época Estampa bajo el apelativo de Domi y que en el reportaje posaba sonriendo con una pistola. “Nuestra Domi no puede sino ser Felipa Domínguez Taguada, la única chica que responde a ese diminutivo de las siete que formaban parte del comité de milicias de Irun. Las otras seis eran Gabriela Zuazo del Tuero, Francisca Estomba Ayesta, María Luisa García Berrio, las hermanas María y Juana Arregui Urteaga y Benita Sánchez Laso”, detalla Guillermo Tabernilla, miembro de Sancho de Beurko, quien va más allá en su reflexión: “Es la única mujer de las Milicias Vascas Antifascistas, por el momento”.

Y es que, ¿quién dice que entre aquellos grupos de personas que evacuaron de Irun por la frontera y que regresaron en tren, vía Francia, a la España Republicana y entraron por Catalunya no había más mujeres? “Recordemos que en las milicias de Irun había las siete citadas”, enfatiza Tabernilla.

Partiendo de su relato, es muy probable que el paso del tiempo, y quedar relegadas al anonimato, “salvo a Domi, las ha invisibilizado a todas”. El periodista que hizo la entrevista fue Eduardo de Ontañon. El texto comienza descriptivo: “La vasca rubia. La rubia de la Cruz Roja. La consulesa de Irun…”. Tras el golpe de Estado, el 20 de julio de 1936 Felipa ya se presentó voluntaria para curar de urgencia a heridos en el frente. Entre las primeras vendas y bombonas de oxígeno un hombre se extrañó al verla allí. “¿Qué haces aquí sola? ¿No tienes miedo?”, le espetó. Ella, “ingenua”, detalla la divulgación, les respondió: “No he tenido tiempo…”.

Y no quiso perder tiempo en el hospital. Supo que un miliciano estaba herido y acudió monte arriba junto a dos soldados. Entre zarzas consiguió llegar al “exangüe”. Estampa aseguraba que durante los 54 días de asedio, la guipuzcoana no cesó en su entrega. “El médico que me habían mandado al botiquín se me volvió loco”, valoró al cronista.

Sabedora de que la ocupación facciosa era inminente, Domi buscó una pequeña lancha para pasar a Iparralde. Una vez, en tierra en paz, en el Estado francés no hizo caso a su familia, vecinos y compañeros que le pedían que se quedara allí. “Mientras haya un trozo de tierra nuestra donde se pueda luchar, allí estaré”. De ese modo, pasó a Barcelona, donde estaban sus paisanos formados en columna vasco-catalana, “también conocida como Ramón Casanellas en homenaje al comunista catalán fallecido en 1933”, ilustra Tabernilla. Y de allí a Madrid. Según Ontañón, “aquí, sus episodios de heroína de la independencia se repiten. Aseguran que consiguió ella sola dar una segunda vida a medio centenar de heridos y ante un fascista que le denunció”.

Su periplo continuó, según Estampa, en Brunete. “La actividad de Domi lo abarca todo. Sus vascos parece que andan quejosos, sin una dirección firme, sin una voz conciliadora. Domi la adquiere. Les habla, alienta. Lo necesario es luchar. Ella se encarga de resolver lo demás”.

Felipa llega al Madrid sitiado de 1936-1937. Habla con Manuel Irujo y con el militar Ortega, con quien va a Sevilla, a un hospital de sangre. “Se presentó voluntaria para la transfusión de sangre a un herido”. “Me ofrezco esa vez y cincuenta que hiciera falta”, aseguró.

El periodista le cuestiona lo siguiente: “¿Y por qué es eso de concretar en tu título consulesa de Irun? ¿Por qué? Si eres consulesa de toda Vasconia…”. El reportaje continúa: “Domi ríe, un poco avergonzada”.

La curiosa respuesta no se hace esperar: “¡No, hombre, no! Me llaman la consulesa de Irun porque todo vasco, sobre todo de allí que se presentaba en Madrid, solía tener la atención de venir a saludarme. Y claro, si no tiene recursos o le hace falta dirección, yo le atiendo siempre”.

El encuentro entre Eduardo de Ontañon, Felipa y el fotógrafo Benítez Casaux pone fin con declaración de intenciones ideológicas: “Yo era de Izquierda Republicana antes del 19 de julio, pero ahora soy comunista; por menos no lucho”.

A este respecto, Tabernilla hace un inciso. “Sobre la cuestión de las mujeres y los diferentes roles que los partidos de la España republicana les asignaban ya han corrido ríos de tinta. Solo añadir que el PCE, donde terminaron muchas, incluida ella, al producirse una ascenso tremendo de este partido, promulgaba que fuesen retiradas del frente y relegada a un papel secundario. Desde luego no parece el caso de Domi”.

Hoy vuelve a ser una realidad aquella enfermera por vocación que sirvió con el doctor Gayano en el hospital de Txarodi, desde donde se desplazaba al frente siempre que se le requería y quien acabaría vistiendo el uniforme de la Sanidad Militar del Ejército de la República, como aparece en las fotografías. En cuanto a la que se le ve de civil con una pistola en sus manos , la revista puntualiza la imagen con un pie de foto que enuncia: “El entusiasmo de Domi son las armas, pero no sabe más que curar”.