Historia de los vascos: El nacionalismo vasco en la democracia cristiana del siglo XX

Se cumple el cincuenta aniversario del acuerdo por el que se constituyó un equipo del Estado español dentro de los NEI de la democracia cristiana

Iñaki Goikoetxeta González. Bilbao

Aguirre, Leizaola y Landaburu, con personalidades europeas entre las que se encuentra Mauriac, Premio Nobel de Literatura. (SABINO ARANA FUNDAZIOA)

LOS Nuevos Equipos Internacionales (NEI) fueron constituidos oficialmente en Chaudfontaine, localidad valona cercana a Lieja, el 2 de junio de 1947. Su creación, tras la devastación y el trauma que laminó el continente europeo en la II Guerra Mundial, respondía a una doble necesidad. Se trababa de impulsar la construcción de la Unión Europea Federal como una estructura política con el objetivo de asentar la paz en Europa y resistir al expansionismo soviético, al tiempo que se agrupaba en los NEI a los hombres y partidos democráticos de inspiración cristiana.

Las reuniones previas a la constitución formal de los NEI se celebraron en París. La sede del Gobierno vasco, en varias ocasiones, sirvió de espacio para los encuentros preparatorios, en los que el PNV participó activamente desde sus inicios.

Muchas partidos contribuyeron a la formación del movimiento, debiendo destacarse el protagonismo de personalidades de referencia como Robert Schuman, Georges Bidault, Alcide de Gasperi o Konrad Adenauer, que se han significado como los padres fundadores de la Unión Europea. El sustrato filosófico que nutría a la organización era el personalismo comunitario, cuyos principales representantes eran Emmanuel Mounier y Jacques Maritain. El personalismo comunitario reivindicaba la centralidad de la persona como sujeto social por contraposición al individualismo liberal y a las ideologías colectivistas negadoras de las personas.

En una Europa fuertemente polarizada, en los albores de la guerra fría, los NEI se constituyeron como una tercera vía entre el autoritarismo y el fascismo y la expansión comunista que ya extendía sus tentáculos sobre media Europa.

En este contexto de posguerra, la amenaza estalinista se tornó en una obsesión. Su toma del poder de numerosos gobiernos de Europa central y del este, constituían un factor de referencia. Los comunicados conjuntos, propiciados por los vascos, contra el régimen de Franco contaron con reticencias, sobre todo de alemanes y austriacos que consideraban a la dictadura española un baluarte defensivo contra la penetración del comunismo. En este sentido, es preciso subrayar que aunque la mayoría de los demócratas cristianos se batieron en la resistencia contra el nazismo, otros se mostraron indulgentes con los regímenes fascistas que gobernaron en Europa e, incluso, algunos colaboraron con el ocupante alemán. Los NEI eran pues una organización pluralista que, aunque tuvo una actividad notable, no portaba la vocación de configurarse en partido político europeo. Se pretendía, esencialmente, construir una colaboración estrecha entre los diferentes grupos democristianos europeos.

DOCE PERSONALIDADES

En la fundación de los NEI se constituyó un Comité de Honor compuesto por doce prestigiosas personalidades europeas. Se eligió al lehendakari José Antonio Aguirre –presidente de la República Vasca- como vicepresidente de honor de la organización, cuyo presidente era el ex-primer ministro belga Paul Van Zeeland.

El Comité Ejecutivo de los NEI estaba integrado por representantes de equipos nacionales, conformado parcialmente por ministros en ejercicio, siendo nominado por Euskadi Francisco Javier de Landaburu, el único componente de una Nación sin Estado en dicho Comité Ejecutivo.

El Comité del Equipo Nacional Vasco de los NEI, que se reunía semanalmente en París, estaba conformado por Landaburu, Lasarte, Iñaki de Aguirre e Iñaki de Renteria. En 1948, tras amplios debates sobre la delicada cuestión alemana, la CDU fue admitida en los NEI y Landaburu compartió con Konrad Adenauer responsabilidades en el Comité Ejecutivo.

El PNV fue el único partido político del Estado que participó en el nacimiento de los NEI. En 1955 se aprobó la adhesión de Unió Democrática de Cataluña (UDC) a la organización.

Los NEI, en su vocación de crecimiento, abogaban por integrar a partidos con representación en todo el territorio del Estado. A comienzos de la década de los 60, Izquierda Demócrata Cristiana y Democracia Social Cristiana, partidos minúsculos creados en la segunda mitad de la década de los 50 y presididos, respectivamente, por los exministros de la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) Giménez Fernández y Gil Robles Quiñones entraron en los NEI.

Representantes de los cuatro grupos participaron, junto a otros, en el IV Congreso del Movimiento Europeo, el llamado Contubernio de Munich por la prensa franquista (5-8 de junio de 1962).

Los NEI y la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA) -creada en abril de 1947- conformaron la Unión Mundial Demócrata Cristiana (Chile, julio de 1961). Se constituyó, así, una asociación compuesta por partidos políticos democratacristianos y socialcristianos a escala mundial, cuya ideología se basaba en el humanismo cristiano.

Esta organización es la predecesora de la Internacional Demócrata Cristiana (IDC) que, desde 2001, se denomina Internacional Demócrata de Centro.

Tras la muerte del lehendakari Aguirre en marzo de 1960, Landaburu -vicepresidente del Gobierno vasco y representante más significativo del PNV en las relaciones internacionales- fallece en mayo de 1963. Jesús María de Leizaola, Manuel de Irujo y Joseba Rezola asumieron, tras el deceso, la representación internacional del partido.

Equipo del estado

El 2 de junio de 1963, mañana se cumple el cincuenta aniversario, en Barcelona, PNV y UDC -urgidos por los NEI que exigían un único equipo o representante por cada Estado- suscribieron un documento, junto a los dos grupos españoles citados, en el que exponían la voluntad de formar parte del Equipo del Estado español de los NEI.

Las reuniones entre estos cuatro grupos del Equipo del Estado, con objeto de debatir su representación en los NEI, no eran demasiado amistosas. Gil Robles alegaba que los únicos partidos de ámbito nacional eran los presididos por los exdirigentes de la CEDA republicana y reclamaba su protagonismo principal. No se alcanzaban acuerdos, por lo que el PNV seguía manteniendo la representación internacional en los órganos ejecutivos de los NEI.

El II Congreso de la Unión Mundial Demócrata Cristiana se celebró en Estrasburgo (septiembre de 1963). Gil Robles, observando a Jesús María de Leizaola en la Mesa Presidencial del Congreso, protestó airadamente ante el presidente del Congreso y primer ministro belga, Theo Lefèvre, por haber permitido sentarse en la mesa al presidente de un gobierno separatista.

El XVII Congreso Europeo de los Partidos Demócrata Cristianos (Taormina, 9-12 diciembre de 1965) tomó la decisión de crear la Unión Europea de Demócratas Cristianos (UEDC), organismo que sustituiría a los NEI.

En el Congreso, después de numerosas reuniones, no exentas de tensiones, la UEDC consiguió que se aceptara la representación de los cuatro grupos que formaban el equipo español tras el acuerdo sobre un documento -similar al suscrito en Barcelona el 2 de junio de 1963- que, aprobado en la madrugada del día 11, apenas sirvió para maquillar las exigencias de los democristianos europeos.

El Equipo español no desarrolló una acción política unitaria, salvo la organización de jornadas internacionales conjuntas democratacristianas, auspiciadas por la UEDC, que se celebraron en Montserrat, Valencia y Madrid, está última justamente, en enero de 1976, tras la muerte de Franco.

En 1977, ante la inminencia de las primeras elecciones legislativas del 15 de junio, Izquierda Democrática de Joaquín Ruiz Giménez -sucesor de Giménez Fernández-, y la Federación Popular Democrática de José María Gil Robles Gil Delgado, se unían creando la Federación de la Democracia Cristiana. En dichas elecciones, esta formación obtuvo un resultado desastroso. Recibió 215.841 votos (1,18% del total). No consiguió escaño en el Congreso. Tras ello, se disolvió en 1979.

De nuevo, solamente el PNV y la UDC permanecieron en la organización democristiana, con el aval de un notable respaldo popular en los comicios.

Ante la cercanía de las elecciones europeas de 1979, los partidos democristianos europeos crearon el Partido Popular Europeo (Luxemburgo, 8 de julio de 1976)

Pueblos europeos

El PPE se fundó, también con la presencia del PNV, estableciendo en el preámbulo de sus Estatutos lo siguiente: «El PPE es fiel a los ideales y a la herencia de los Padres fundadores de la unidad europea que como Schuman, Adenauer y De Gasperi, decidieron, en oposición a los regímenes totalitarios y después de una fratricida guerra mundial, hacer del todo imposible nuevos conflictos construyendo la unidad europea. El PPE inspirándose en sus valores espirituales y principios morales que encuentran en las raíces cristianas su más alta expresión, se compromete a completar la obra histórica de la unidad federal de los Pueblos europeos en una sociedad más libre, más justa, más democrática y pacífica».

El PPE, en el objetivo de obtener la primacía en el Parlamento Europeo ante la fortaleza numérica de los partidos socialistas, sobre todo en la medida que la ampliación de la Comunidad Europea concernía a países donde el PPE no encontraba grupos homologables, fue acogiendo a partidos conservadores y de derecha que desfiguraban el sustrato social y federal del movimiento y no creían en la Europa Federal. En este contexto, se produce la integración del Partido Popular español.

El PNV, ante este alejamiento del perfil progresista y europeísta del movimiento a cuya creación había contribuido y en el que había participado desde 1947, abandonó el PPE en julio de 1999. A esta decisión contribuyó el permanente y montaraz hostigamiento del PP español.

La salida definitiva de la entonces Internacional Demócrata Cristiana (IDC) tuvo lugar en Chile (octubre de 2000), cuando se exigió, en una operación vengativa urdida por el PP español, la adscripción del PNV a la estructura regional para permanecer en la Internacional.

Nuestro representante en el Congreso de la IDC de Santiago de Chile, Imanol Bolinaga, tras la votación y cuando el presidente de la mesa le concedió la palabra para su despedida, narró la trayectoria del PNV en el movimiento democristiano, finalizando su disertación con un emocionado Gora Euskadi Askatuta.

Este mensaje, que retumbó vibrantemente en la sala, encierra un significado profundo tanto en el pasado pero, sobre todo, hacia el futuro de nuestro proyecto político. La necesidad de constituir a Euskadi en sujeto político de la Unión Europea para garantizar su personalidad nacional y evitar su sometimiento, como la historia nos acredita, a los intereses de unos Estados que no habilitan espacios para las aspiraciones de libertad de sus Naciones.