El arte urbano del polifacético artista Okuda San Miguel en el Camino del Norte

Cuentan que los peregrinos y peregrinas encuentran en el Camino del Norte el arte urbano de un polifacético artista cántabro llamado Okuda San Miguel, que realiza obras de grandes dimensiones, con geometrías dispares y tupidas policromías. La obra más elocuente y conocida de Okuda es el Faro de la localidad Cántabra de Ajo, que se ha convertido en la atracción de miles de turistas cautivados por este arte urbano; siendo uno de los lugares más visitados de la costa cantábrica en los últimos años. Esta creación artística de Okuda se denomina «Infinite Cantabria» y refleja su patrimonio natural mediante la representación, con formas geométricas y de gran colorido, de cuatro animales autóctonos de Cantabria: osos, lobos, buitres y cabras montesas.

Okuda San Miguel ha utilizado más de cien colores diferentes, que pueden contemplarse en el lado que mira a tierra, mientras que, en el costado del mar apenas existe policromía porque la luz de la torre sigue en funcionamiento y, según se dice, de esta forma no desorientaría a los barcos. El faro de Ajo de Okuda tiene puesta fecha de caducidad ya que en 2028 volverá a ser blanco.

Las obras de Okuda se pueden contemplar en multitud de espacios o edificios de todo tipo (en la foto, uno de los silos de las cercanías de Ajo) como fachadas de casas, silos y graneros, centros comerciales o fábricas e, incluso, inmuebles pertenecientes a los diferentes gobiernos o administraciones; todo espacio libre es válido para el arte urbano de Okuda San Miguel.

Numerosas son las localidades donde se pueden encontrar actuaciones de Okuda como Polanco con el retrato de José María Pereda; Torrelavega y su fachada de la oficina del paro; Miengo, con dos obras diferentes: «Totem» en la plaza Marzán y otra en el colegio Elsedo de Mogro, donde a petición de los alumnos, pintó un muran titulado «Oasis in Pandemic»; Camargo con su «The rest of the rainbow zebra» situado en el centro comercial de Bahía Real; Laredo, en su oficina de turismo (en colaboración con los artistas locales David Arranz y Esteban Camino) en homenaje a la Batalla de Flores; Santander con varias creaciones como la que se encuentra frente a la la residencia San Martín, la de la calle Río de la Pila o el mural situado en General Dávila representando «La Vinajera de Silió», el carnaval de este pueblo de Cantabria, imaginado por los artistas Okuda y Serzo que colorearon esta mascarada emparentada con los ritos celtas, los cuales también se celebran en numerosas localidades; y otras obras en varios pueblos como Reinosa, Ruerrero, Polientes, Somo, Camargo, o la rotonda de La Cuchía de Miengo.

En realidad, las obras de Okuda San Miguel se pueden encontrar en calles de todo el mundo: Estados Unidos, Japón, India, Mali, México, Sudáfrica, Perú, Chile, Brasil y a lo largo de toda Europa.