Durante mucho tiempo, la modalidad postal posibilitó el placer de jugar al ajedrez a personas que por distintas razones tenian dificultades para competir, como podía ser su profesión de farero, vivir en una población pequeña, o padecer alguna enfermedad. Lo peculiar de su disputa ha dejado para la posteridad no pocas joyas escondidas de personajes desconocidos como el caso que reflejamos a continuación.
Imbaud – Strumilo
Correspondencia 1922
1.e4 d5 2.exd5 Cf6 3.Cc3 Cxd5 4.Ac4 Cb6 5.Ab3 Cc6 6.Cf3 e5 7.d3 Ag4 8.h3 Ah5 9.Cxe5 Axd1 10.Axf7+ Re7 11.Ag5+ Rd6 12.Ce4+ Rxe5 13.f4+ Rd4 14.Txd1 Re3 15.0–0 Cd4 16.Tde1+ Ce2+ 17.Txe2+ Rxe2 18.Ah5+ Re3 19.Tf3+ Rd4 20.Af7 Cd5 21.c3+ Cxc3 22.bxc3++