Hallazgos Inafantiles en la reglamentación ajedrecista

En la reciente entrada titulada “Mate Ilegal” comenté de pasada que hacía tiempo no me sorprendía un hallazgo infantil. Como quiera que han sido varios los amigos interesados en saber más sobre estos “Hallazgos infantiles” me he puesto manos al teclado, al juzgar que estos “Hallazgos infantiles” son en buena medida más debidos a una insuficiente instrucción por nuestra parte, sea en explicación, sea en supervisión, sea en corrección, que a la capacidad del infante de cometer travesuras sobre el tablero. Sea entonces que su mera enumeración, se antoja beneficiosa de cara a recordarnos a todos que dar clase no supone únicamente pasar de un concepto a otro; es preciso ejercitarlo, comprobarlo y si es necesario, corregirlo sin esperar a que acontezca en una partida de campeonato como viene siendo habitual.
Durante mi dilatada carrera docente ajedrecística he ido tomando nota de ciertos errores cometidos por los escolares cuya recurrencia merece la pena sean aquí expuestos, para en la medida de lo posible, evitarlos. Sin embargo, empezaré diciendo que estos, los “Hallazgos infantiles”, no son burdos errores; tienen mucha trastienda, de ahí que los haya coleccionado en estos años:
-Regreso regio a casilla inicial: acontece después de que el rey sea por fuerza mayor o propia voluntad desea enrocar. La casilla inical parece funcionar como una Puerta tele-transportadora.
-Enroque con dama: Consiste en enrocar con dama en vez de con rey. No se sabe la ventaja de este movimiento, pero es un paso en pos de la igualdad.
-Enroque extralargo: Consiste en enrocar de largo desplazando al rey tres casillas en lugar de dos, para que esté más protegido.
-Desenrocar: consiste en retornar rey y torre a su posición inicial; suele acontecer cuando las cosas se ponen feas en h7.
-Ingeniosa defensa contra Mate Pastor: consiste en colocar mal en su posición inicial rey y dama. Cuando el rival se dispone a dar mate en f7 descubre que su oponente le captura la dama con su dama. Hay ocasiones en que la ofuscación causada por ello es tal, que el oponente no acierta a recuperar la dama con su alfil.
-Coronación en espera: sucede cuando uno de los bandos espera a que le capturen la dama para coronar dama. Se dan dos tipos de coronación en espera: la más evidente es aquella en que el peón alcanza la octava fila pero se queda el peón varios turnos hasta que el rival se apiada de su indigencia y accede a cambiar o capturar la dama. Otra forma en que se da esta curiosa circunstancia puede pasar desapercibida al ojo poco entrenado y acontece cuando un bando sube su peón hasta la séptima fila para entonces frenarse en seco y ponerse a avanzar un segundo peón con la misma intención anteriormente comentada. Cuando el rival no parece colaborar para sacar dama, es entonces que aparece sobre el tablero el caso de la dama Kamikaze.
-Coronación en Palacio: este fenómeno del todo lógico aparece cuando un peón alcanza octava y se saca dama en d1 o d8. El procedimiento en ocasiones se ejecuta a cuatro manos: quien corona entrega el peón a su oponente que no tiene reparos en colocar la dama que tiene capturada al otro lado del tablero.
-Captura con peón en cuarta desde la segunda fila: consiste en capturar algo en la cuarta fila con peón, dado que el peón al inicio puede mover dos casillas. Pueden darse dos casos: con movimiento combinado con pasito de torre y pasito de alfil; o directamente dos casillas en diagonal. Lo cierto es que, tal y como explicamos el movimiento del peón, no es mala idea.
-Captura al paso de Alfil: consiste en capturar un peón de torre que haya abandonado su casilla inicial avanzando dos casillas con un alfil que todavía esté en su casilla inicial. Evidentemente si el peón come en diagonal como el alfil y puede capturar al paso, con más razón el afil que es más alto.
-Dos por uno: es con mucho el caso más conocido y por ello mismo corre peligro de extinción. Consiste en avanzar al inicio de partida dos peones una casilla; como se puede avanzar un peón dos casillas…
-Captura a distancia: consiste en capturar una pieza rival sin desplazar la propia a la casilla donde se encontraba aquella, como se hace con las pistolas o la fotografía.
-Captura al paso caducada: consiste en capturar al paso varias jugadas después. Como es opcional, se opta por capturar cuando conviene…
-Captura especial de caballo: consiste en que las piezas sobre las que salta el caballo son capturadas, algo de daño deben sufrir al pasarles por encima el animal.
-Ahogado a voluntad: consiste en declarar al rey propio “ahogado” porque no tiene donde mover sin atender al resto de piezas. De este modo un buen método para entablar con el Campeón del mundo es salir con a3 para que de inicio la partida oficial acto seguido reclamar medio punto.
-Dama Centauro: consiste en mover la dama como caballo. Así mueve de verdad en todas direcciones.
-Jaque a la dama: acontece cuando se avisa a la dama de estar en peligro. Esta gentileza del todo perjudicial para los intereses del bando que avisa, sólo se explica por el placer que en algunos jugadores provoca exclamar ¡Jaque!
-Sustitución de piezas que valen lo mismo: consiste en cambiar un caballo por un alfil propio porque valen lo mismo; por supuesto, esta operación se hace durante el turno y avisando al oponente.
-Anotación tuerta: consiste en anotar la partida, pero únicamente los propios movimientos. ¡Que el rival apunte los suyos!
-Reclamación de tablas por repetición de movimientos propios: consiste en hacer tres veces el mismo movimiento. Los movimientos del rival no cuentan porque eres tu quien reclama tablas.
-Reclamación de tablas por ser los alfiles de distinto color: consiste en llegados a un final con un alfil cada uno, reclamar tablas porque son de distinto color. En este asunto pude darse dos casos, a saber, que los alfiles sean de diagonales de distinto color o que no. En el segundo caso también se reclama porque uno es blanco y el otro negro. El resto de piezas no supone un problema para la reclamación. Por lo demás, se desconoce el motivo de por qué se espera normalmente al final para reclamar el medio punto.
-Reclamación de tablas por 25 movimientos: consiste en contar los movimientos propios y también los del rival. Esto es un contrapunto a la anotación tuerta.
-Hostigamiento de rey: acontece cuando un rey está mate pero tiene ocasión de acercarse al rey rival para darle jaque y asustarlo. Es habitual en el mate del Cochinillo (Rey y torre contra rey).
-Jaque a posteriori: aparece cuando un jugador da jaque al rival pero este en vez de repeler el jaque se deja una pieza en su siguiente movimiento; entonces, primero se captura la pieza y se vuelve a dar el mismo jaque. Este recurso es mejor que el truco táctico del Molinillo.
-Mate sin Jaque: este curioso fenómeno aparece por sorpresa y consiste en capturar con el puño cerrado al rey rival que estaba amenazado desde la jugada anterior en el mejor de los casos al grito de ¡Mate!
-Mate de continuación: aparece en finales cuyo procedimiento mecánico para dar mate es bien ejecutado por el bando fuerte, salvo cuando permite continuar al adversario tras darle mate. Es entonces que se comprende lo dicho por Woody Allen sobre la eternidad: que es demasiado larga, sobre todo hacia el final.
-Mate Fantasma: aparece cuando se anuncia mate sin que lo sea y el rival acepta su derrota. Y es que es cierto eso de que no se pierde hasta que se abandona.
El Mate Ilegal: es aquel mate que aparece con una secuencia de movimientos ilegales.
Y por último, el Jaque Mate definitivo: se da en dos movimientos consecutivos de un mismo bando; primero se lleva la pieza a la casilla desde donde amenaza al rey rival exclamando ¡Jaque! Para acto seguido capturar al rey del oponente diciendo ¡Mate! Es evidente que si Jaque mate se dice en dos palabras, son precisos dos movimientos para efectuarlo debidamente. ¡Im! ¡Presionante!

Ofrecimiento de Tablas

Después de muchas partidas ganadas y perdidas, después de haber hecho tablas sin querer por insuficiencia de material o por repetición de jugadas, es decir, después de haberse forjado en la lucha sin cuartel disputando las partidas a muerte, descubre el principiante que en el ajedrez, como en cualquier combate puede llegar el empate, mediante un pacto entre los adversarios.
Huelga comentar, la poca gracia que le hace al mate que los jugadores esquiven su singular presencia, pero así como en ocasiones la mejor jugada es el abandono, hay posiciones donde las tablas, tras una buena partida es el resultado más justo, cuando ambos bandos han perseguido la victoria, lo han intentado con todas sus fuerzas y aún así, no se ve el modo de vencer sin correr riesgos innecesarios. Es típico de posiciones cerradas o forzadas, donde de jugarse de otro modo, se pierde. Este ofrecimiento de tablas, es quizá el más digno, claro que comer y rascar, todo es empezar, y una vez descubierta esta posibilidad que ofrece el juego de pactar el empate, algunos convierten el ofrecimiento de tablas en la meta de su juego y cualquier motivo sirve para proponerlas.
Así hay quien las ofrece por miedo al rival que suele disfrazarse de respeto de modo aun estando mejor; por apuros de tiempo en el reloj; por no saber ganar una posición ligeramente superior…o por haber pactado el resultado de antemano, práctica penalizada por los árbitros y que no está bien vista por la comunidad ajedrecística.
En cualquier caso, el ofrecimiento de tablas tiene su particular ceremonia: Sin ponernos tiquismiquis en si el encuentro es un Campeonato del mundo o es un torneo por equipos donde han de intervenir árbitros y capitanes, lo básico que debemos saber es que: el ofrecimiento de tablas lo ha de proponer el bando que acaba de realizar la jugada; que la propuesta debe explicitarse nada más efectuar su movimiento en el tablero. Ante el ofrecimiento, el otro bando puede declinar la propuesta educadamente de palabra o maleducadamente prosiguiendo el juego. Durante su turno puede sopesar cuanto desee qué hacer, si aceptar o declinar la propuesta de tablas; lo que no se puede hacer, es jugar y aceptar las tablas.

Del Arbitraje Escolar

Hoy por hoy, no existe dentro del Colegio arbitral la categoría escolar para designar a un árbitro. Ello no es óbice para distinguir dentro de la propia actividad arbitral el registro escolar, del federado, dado que los matices y componentes que concurren en dicho ámbito nos facultan para abrir este campo dentro de nuestra esfera competencial. En otras palabras, aunque no exista la categoría de árbitro escolar, sí se da el fenómeno de la competición escolar, y por ende, hemos de distinguir un arbitraje específico para dicha competición separada, que no yuxtapuesta, al ámbito general del arbitraje.
Separada en el sentido de “distinguida” para reforzar las peculiaridades y características que han de regir el arbitraje escolar, más no yuxtapuesta al arbitraje general, pues ninguna de las decisiones que se tomen en el ámbito de la competición escolar, pueden entrar en contradicción con la norma general. En todo caso, ha de contemplarse el arbitraje escolar, bien como un complemento al arbitraje general, en el caso de ciertas normas específicas, o como un grado rebajado de la potencialidad del arbitraje general.
AGENTES QUE INTERVIENEN EN LA COMPETICIÓN ESCOLAR

En la competición escolar, inciden distintos vértices que no aparecen en el arbitraje general, y que paso a comentar:

– NIÑO/A: Desempeña la función de jugador, pero a diferencia del arbitraje general no podemos contemplar a éste, como un sujeto plenamente responsable, pues detrás de él, hay otras figuras que le tutelan, además, se ha de tener en cuenta, que el jugador escolar, está en pleno proceso de aprendizaje, tanto del juego, como de la normativa, y en consecuencia, habremos de cuidarnos mucho en no ser severos en el cumplimiento de todas las leyes, o de alguna de ellas.

– MONITOR: Detrás de los jugadores escolares, lo normal es que haya un responsable cualificado a tal efecto y con la debida titulación de monitor, cuyas funciones pueden ir desde un sencillo acompañante, hasta un entrenador, pasando por abogado defensor, delegado, capitán… Es función del monitor, representar al jugador y tramitarle la inscripción, velar por el buen hacer del árbitro, presentar las reclamaciones, supervisar que las actas lleguen a su debido destino y de forma correcta, el rellenado de las mismas, etc. Pero sobre todo, la función más destacada es la de instruir al jugador en la correcta técnica del juego y en las leyes que lo rigen. Por consiguiente, es su obligación no enviar niños y niñas al campeonato escolar, sin la debida formación en dichos conocimientos. Además el monitor, debe dar ejemplo a su alumnado y acatar las decisiones arbitrales, aun cuando éstas les sean desfavorables a sus intereses y realizar las protestas de forma argumentada y respetuosa.

– COLEGIOS: Aunque no siempre, la mayor parte de las veces, los jugadores escolares representan a colegios. Por consiguiente, el árbitro debe tener muy presente, que detrás de cualquier jugador, hay una institución, con capacidad muy superior a la que tiene un club, a la hora de tomar alguna medida disciplinaria sin que antes haya sido suficientemente confrontada con su delegado o responsable técnico del colegio, pues no sería la primera vez que se hace una montaña de un grano de arena. Por su parte, hemos, también, de ser conscientes, que el colegio tiene, no solo derecho, sino también obligación para con su jugador, como es trasmitirle todas las notificaciones oficiales, así como su debida inscripción, licencia….

– FAMILIARES: Los familiares son la figura de cara a la competición, en principio más irrelevante, en cuanto tales. Sin embargo, a la sazón, resultan los más problemáticos, pues no gozan de los conocimientos suficientes como jugador, ni como monitor ni como árbitro, y suelen intentar hacer las veces de todos ellos a un tiempo. Por ello, el árbitro nunca debe dejar pronunciarse a los padres, en ningún caso y ha de mantenerles lo más lejos posible de la partida, y de la sala de juego.

– DIPUTACIÓN: La Diputación, que es la que patrocina normalmente los encuentros escolares, y la que otorga los permisos para que los jugadores en edad escolar puedan participar en éste o en otro torneo, entrega a todos los colegios y a todas las federaciones, un manual con una normativa escolar general, y en algunos casos, algunos apartados específicos, al margen de las leyes de la federación. El árbitro de competición escolar, debe estar al tanto de ésta legislación de la Diputación para velar por ella y hacerla cumplir, no sea que un cualquiera, externo a la organización federativa, deje en evidencia carencias nuestras en este sentido.

– FEDERACIÓN: La Federación es en quien la Diputación ha delegado la dirección técnica del torneo escolar. Es éste organismo el que se ocupará de indicarnos a los árbitros, los parámetros, grados y niveles en que debamos desempeñar nuestra competencia. Es a ella a la que nos debemos en primer grado, pues es ella, la Federación la que tiene la potestad de nombrarnos y destituirnos en nuestras funciones. Nuestros informes arbitrales, es a ella, y solo a ella, a la Federación, a la que debemos entregárselos, para que use de ellos como bien juzgue oportuno.

– ÁRBITRO: El árbitro de la competición escolar, ha de tener presente todos los aspectos referidos anteriormente, y buscar un equilibrio de todos los agentes que participan. Por consiguiente, lo primero que ha de hacer el árbitro, es velar por la buena marcha técnica del torneo, por el cumplimiento de la normativa escolar de Diputación y las leyes de la FIDE.

PROPIEDADES DEL ARBITRAJE ESCOLAR

Ya he adelantado más arriba, que cuanto se diga del arbitraje escolar, no puede entrar en contradicción con la norma general. Así pues, todo cuanto diga a continuación
se supone ya del árbitro, sólo que en éste caso lo remitimos a la competición escolar.

– IMPARCIALIDAD: Todos los agentes arriba mencionados, deben percibir del árbitro una total e impecable imparcialidad. Por ello no recomendamos que se dedique al arbitraje escolar en ámbitos elevados, monitores muy conocidos, dado que ello generaría una comprensiva desconfianza hacia su persona, independientemente de su pulcra actuación.
– LABOR DE JUEZ: El árbitro debe hacer cumplir las leyes que le han sido dadas si bien, con la consabida coletilla de interpretarla según los casos. En este sentido, el árbitro tendrá como leyes, las de la FIDE, que regulan el juego técnico, las de Diputación, que regulan la competición escolar, y las que se escriban y publiciten matizando las anteriores, para cada caso concreto, todas ellas en grado de complementariedad desdeñando aquellas que entren en contradicción.

– LABOR DE NOTARIO: El árbitro dará fé de que cuanto consta en la documentación que entrega a la Federación ha sucedido tal y como ordena la legislación vigente, y como se refleja en las actas, pues a fin de cuentas, él personifica en la competición los intereses de la Federación y de la propia Diputación.

– LABOR COMUNICATIVA: El árbitro debe hacer las veces de comunicador, de cuanto sea relevante para la buena marcha de sus funciones. A este respecto, conviene que antes del comienzo de cualquier competición, reúna a los delegados para recordarles la normativa vigente o cualquier excepción a la norma general, para que a su vez, éstos se la den a conocer a sus jugadores. También es preciso tener presente, que ante cualquier dificultad o imprevisto, la mejor herramienta para evitar males mayores o innecesarios, es la buena comunicación de cuanto sucede a los delegados, obviamente con la debida discreción y evitando alarmismos.

– LABOR PEDAGÓGICA: Muchas veces nos encontramos con jugadores que aún están aprendiendo todos los recovecos del ajedrez. En buena lógica, no se le puede pedir el mismo conocimiento de las leyes, a un benjamín, que a un cadete, ni a un monitor que empieza, que a uno que lleva varios años en la competición escolar. Por consiguiente, el árbitro habrá de distinguir a quién le aplica la ley con severidad, de a quién le llama la atención, y otras medidas que tengan por objeto, no el castigo sino la pedagogía para futuras competiciones.

– LABOR DE PSICÓLOGO: El árbitro no debe olvidar que está trabajando con el segmento más delicado de cuantos hay en la competición, pues nos enfrentamos a padres inexpertos que desean, comprensivamente, que su hijo gane, a monitores no suficientemente experimentados que desean que su discípulo gane, a colegios que desean ser campeones, y a niños y niñas que de por si ya desean ganar, y que a veces, sucumben ante tanta presión. Por tanto, el árbitro cuando se dirija a los escolares, debe hacerlo con el mayor tacto posible, teniendo muy en cuenta, que si ya los jugadores están nerviosos por la competición misma, los jugadores escolares lo están aún muchísimo más debido a todo lo anterior.

– AUTORIDAD: El árbitro en la competición es la máxima autoridad. Pero la autoridad debe ir acompañada de asentimiento y respeto. Ciertamente, por ser árbitro, en principio ya se es la autoridad, pero de ahí a que se lo reconozcan los demás, va un trecho muy grande. Para que dicho trecho sea más estrecho, es importante, que el árbitro no vacile externamente, no cambie de opinión continuamente, mantenga su criterio, aunque por dentro nade en un mar de dudas, se debata en un sinfín de matices, etc. Si no desea que esto le ocurra a menudo, mientras la experiencia no le dote de dicha facultad, el mejor antídoto es saberse bien el reglamento, por una parte, y por otra no expresarse inmediatamente despues de que te hagan una reclamación, sino tomándose el tiempo suficiente y a solas, para emitir un determinado fallo.

LEGISLACIÓN DE LA COMPETICIÓN ESCOLAR

Al margen de lo que cada temporada nos remitan la Diputación y la Federación, con su normativa e indicaciones respectivas, el arbitraje escolar debe manejarse en una gradación pedagógica según edades, niveles de conocimientos, y su relevancia deportiva.

– POR EDADES: Se supone que las categorías por edades, responden en su mayoría a los niveles de conocimiento adquiridos por el grueso de cuantos concurren bajo dicha categoría. En consecuencia el nivel de exigencia en benjamines será muy inferior al requerido en cadetes, y establecerá el mínimo de la competición escolar cuando se trate de las fases previas de dicha categoría. Los mínimos de la categoría benjamín en las competiciones clasificatorias, será el siguiente:
o Darse la mano al comenzar y finalizar la partida.
o Pieza tocada, pieza movida.
o Pieza soltada, pieza dejada.
o Noción de ahogado.

Para los alevines, aparte del mínimo establecido a los benjamines, en las competiciones de clasificación, se les puede exigir también:
o Captura al paso.
o Correcta normativa del enroque.
o Correcta coronación.

Para los infantiles, aparte de las siete normas requeridas en los capítulos benjamín y alevín, para las fases clasificatorias, sería oportuno incorporar la siguiente medida:
o Correcta anotación de las partidas.

Para los cadetes, aparte de los ocho puntos anotados de benjamín, alevín e infantil, para los torneos de clasificación sería recomendable
o Correcto uso y manejo del reloj.

– POR RELEVANCIA DEPORTIVA:
Para los torneos de clasificación ya hemos hablado en el apartado anterior y no conviene redundar en el asunto.

Para las fases finales, sería conveniente aumentar la exigencia en cada una de las categorías, de modo que en cada una de sus finales rigiese lo que es básico en la siguiente. En otras palabras que en la final benjamín, regiría los siete puntos del alevín; en la final alevín, regirían los ocho puntos del infantil; en infantil, regiría los nueve puntos de cadete y en todas ellas, la interpretación del árbitro debería inclinarse más hacia el cumplimiento de la normativa FIDE que hacia la comprensión de la categoría en que se encuentra, si lo juzga oportuno.

ELEMENTOS DE LA COMPETICIÓN ESCOLAR

El árbitro debe velar por los distintos asuntos y personas que concurren en la competición, que paso a explicitar:
– SALA DE JUEGO: No es función del árbitro, en principio, poner los juegos, mesas, sillas y relojes, pero sí es obligación suya informar al director del torneo, de cómo quiere que se dispongan las mesas, las sillas y los relojes, así como si desea dedicar un espacio para el público, una sala de análisis, la mesa arbitral, la información, etc. Recomendamos al árbitro las siguientes indicaciones:

o Si la sala no es muy espaciosa, no dedicar sitio alguno a público ni a padres, impidiendo la entrada a todo aquel que no esté facultado como delegado.
o No se permitirá entrar en la sala ni se atenderán reclamaciones que no provengan de un delegado de la sala.
o Por consiguiente habrá de haber en cada sala un delegado no adscrito a zona alguna que atenderá a cuantos jugadores lo soliciten por no tener delegado.

– SOBRE DELEGADOS: Ya hemos descrito las funciones de los delegados, como capitán, como abogado defensor, como niñero, etc. pero el árbitro ha de velar por el buen comportamiento de los propios delegados, así les indicará que deben cumplir sus funciones, hacer respetar las leyes del ajedrez, no contestar de malos modos las decisiones arbitrales delante de sus alumnos, ayudar en el cumplimiento de las normas de la sala, y desempeñar su labor siempre desde detrás de su jugador, para evitar suspicacias. Por supuesto, les ha de recordar en todo momento, que si no reclaman los niños, ellos no pueden intervenir en la partida bajo ningún concepto. El niño reclama al árbitro, el árbitro atiende al jugador, y entonces y sólo entonces, el delegado puede intervenir para realizar ulteriores reclamaciones.

– SOBRE EL SISTEMA DE JUEGO: Se recomienda que el número de rondas no excedan en benjamines 4 rondas por día. En alevines, 3 rondas por día. Igualmente, se recomienda, por el bien del ajedrez federativo y escolar, que según vaya aumentando la seriedad, el número de rondas disminuya por jornada. En cuanto a sistemas de competición propiamente dichos, recomiendo:
o Liga para competiciones con no más de 12 jugadores.

o Copa, para no menos de 16 jugadores.
o Mundial, para no menos de 8 jugadores.
o Suizos, para no menos de 20 jugadores.

– SOBRE SISTEMAS DE DESEMPATE:
Los sistemas de desempate que usamos habitualmente, son completamente desconocidos para la mayor parte de padres, jugadores y colegios, por ello, conviene ser prácticos en este asunto y escoger el más fácil y sencillo para la comprensión de todos:
Para equipos: el resultado particular, el número de victorias, el holandés, etc.
Para jugadores: el resultado particular, el acumulativo, el número de victorias, etc.

– MATERIALES: El árbitro debe ser el primer responsable de los materiales de arbitraje e interesarse por aquellos elementos cuyo desconocimiento pudiera perjudicarle en la buena labor arbitral. Así pues, el árbitro debe estar familiarizado con las actas, planillas, relojes, piezas, letreros informativos, txartelas acreditativas, programas informáticos y cuantos elementos crea conveniente de cara a su buena labor arbitral.

– PRESENCIA ARBITRAL: El árbitro habrá de tener una presencia impecable en todos los órdenes externos e internos, como son vestimenta, limpieza, puntualidad, continua presencia en la sala de juego, prontitud en la atención de los jugadores, portar sus propias herramientas de trabajo como son leyes, manuales, portátiles, etc.