El recurso a la simplificación cuando estamos siendo sometidos a fuerte ataque es un tema conocido de la defensa experimentada; más todavía si se lleva ventaja material. Pero al ajedrez se juega pensando y no sirve emplear irreflexivamente los principios ajedrecísticos de estrategia; estos han de ayudar al pensamiento, pero no sustituirlo. Cuando empleamos los principios aprendidos de modo automático sin atender a los detalles de la posición acontecen sorpresas como la acaecida a las negras que juzgaron suficiente forzar un cambio de damas para ganar la partida y de inmediato la perdieron.
Tisdall – Lee, London 1981
1.d4 e6 2.e4 c5 3.Cf3 cxd4 4.Cxd4 Cf6 por inversión de jugadas estamos en la Defensa Siciliana.
5.Cc3 Ab4 6.e5 Ce4 7.Dg4 Cxc3 Esta salida de dama, es un motivo temático de contrajuego y guarda semejanzas con ideas de la Variante Winawer de la Francesa.
8.Dxg7 Tf8 9.a3 Cb5+ 10.axb4 Cxd4 11.Ad3 Db6 12.Ag5 Cf5 13.Axf5 exf5 14.O-O-O Dg6 Aquí tenemos a las negras jugando a forzar el cambio de damas que eliminaría el peligro del ataque blanco y de paso, dada la ventaja material tras la simplificación el resto de la partida sería un caminito de rosas…
15. e6 d5 No se podía tomar la dama en g7 por mate en tres tras 16 exd+; no se podía tomar 15…dxe por mate en una; no se podía tomar 15…fxe por mate en una; etc.
16. Txd5 Cc6 17. e7 Cxe7 18. Td8+ 1-0