Lo suyo es que tratándose de una Inmortal, la partida termine con una magnífica victoria pero nunca a costa de una vergonzosa derrota. Sin embargo, en ocasiones, este honor también puede ser concedido a una partida terminada en Tablas y de entre estas, la que se lo merece sin lugar a dudas en primer lugar es la disputada entre Carl Hamppe y Philipp Meitner en Viena, 1870.
Hacía tiempo que buscaba dar con este magnífico encuentro del que la vaga memoria guardaba un grato recuerdo de mis años de juventud cuando era todo un ajedrezómano en el Club de Portugalete. Pero mi búsqueda era a tientas, pues desconocía todo lo concerniente a la partída: lugar, torneo, rivales, año…sólo sabía del resultado y la maravilla de su juego.
Por suerte para mi, hace unos dias, investigando asuntos relacionados con la física divulgativa, trabajando la figura de Lise Meitner, salió a la luz que su padre era un fuerte jugador de ajedrez y ¡Tate! Al ver quien era dí con la partida que hoy les presento y que merece la pena muestren a los jóvenes como ejemplo de tablas luchadas y no las que acostumbramos a darnos de carpintero.
¡Disfruten de esta extraordinario empate!
Carl Hamppe – Philipp Meitner, Viena, 1870
1.e4 e5 2.Cc3 Aquí tenemos la Apertura Vienesa jugada en Viena.
2…Ac5 3.Ca4 Axf2+ Aquí tenemos un ejemplo de lo peligroso que puede resultar no hacer caso de las reglas del desarrollo que desencadena los acontecimientos.
4.Rxf2 Dh4+ 5.Re3 Df4+ 6.Rd3 d5 7.Rc3 Dxe4 8.Rb3 Ca6 9.a3 Dxa4+10.Rxa4 Cc5+ 11.Rb4 a5+ 12.Rxc5 Ce7 13.Ab5+ Rd8 14.Ac6 b6+ 15.Rb5 Cxc616.Rxc6 Ab7+ 17.Rb5 Aa6+ 18.Rc6 Ab7+
Y se firmaron Tablas.