He leído tu artículo [Enlace roto.], e igual que otras veces que he leído algo que has escrito, me ha gustado mucho. Pero este comentario no es para alabar tu forma de escribir, sino para darte las gracias a ti, igual que tú das las gracias a un montón de gente en tu despedida del Athletic. Se dice que es de bien nacidos ser agradecido, y tú lo eres. Así que aprovecho para serlo también yo.
Tú llegada al Athletic me gustó porque eras el representante, junto con Toquero de lo que se puede lograr viniendo del «barro». Se puede considerar que vuestros casos son ejemplos para decir a los que siguen jugando en equipos no punteros, que siempre se puede llegar. El trabajo, el sudor, la honradez, el esfuerzo… siempre puede tener resultado positivo o recompensa. Que la suerte influye es evidente, pero sin todo lo demás la suerte no permite más que brillar quizá un poco. No es tu caso. Porque has podido convertir tu sueño en realidad y como bien dices en tu mismo texto, arriba citado, pero esta vez en euskara, «Ume bihurriaren ametsa», «Niri gertatu bazait, zergatik ez zuri?» (Si me ha ocurrido a mí, ¿por qué a ti no?)
Todos los años has dado lo que has podido, y sin partir de titular, en casi todos has conseguido desbancar al teórico primer jugador en tu puesto. Este año no ha podido ser. Desde mi punto de vista porque no has tenido ni medio minuto de oportunidad. Una pena. Pero eso sí, te vas, como viniste, como un señor, agradeciendo todo y a todos.
Suerte a donde vayas. Sólo suerte, porque como ya he dicho arriba, el trabajo, la honradez y la profesionalidad en tú caso, ya sé que van por descontado.
Por último, decirte que aunque te despidas del Athletic, el Athletic nunca se despedirá de ti porque vas a seguir en el corazón de todos los zurigorris como parte que eres, has sido y seguirás siendo de éste, tu club.