No se hagan los suecos

https://www.youtube.com/watch?v=5egLxg_7mg0

HA tenido que venir Ikea a decirnos con su último anuncio lo que muchos ya saben, que a los chavales les sobran juguetes y les faltan horas de juego con los padres. Lo que no han aclarado es cómo paliar esa carencia cuando se tienen unas jornadas laborales infinitas y unas tareas escolares dignas de opositor a notario. También han olvidado los publicistas incluir una advertencia para que los espectadores no intenten repetir el experimento en sus hogares. Más que nada porque no sale. En el spot les proponen a unos niños escribir una carta a los Reyes y otra a sus padres. A los primeros les piden juguetes. A los últimos, que pasen más tiempo con ellos, les hagan más caso y jueguen más. Una vez se sequen la lagrimilla, si es que a alguno de ustedes se le cae, no se hagan demasiadas ilusiones. Igual le preguntan al suyo esperando que les reclame más abracitos y les suelta que lo que en verdad necesita es la nave de Star Wars, a precio de dron. La mía, sin ir más lejos, nos ha pedido, en primera instancia, que le llevemos a la plaza. Tras insistir, que también a la piscina. A la tercera intentona, que además quiere un neceser. “¿Eso es todo?”, le repregunto en plan Ana Pastor. “Y que sea verano para ir a la playa”. “Oye, que nosotros no tenemos superpoderes ni somos los Reyes Magos (al menos, no de forma oficial)”. “Pues entonces que me deis muchos besos”. Joé, ya me ha costado.

arodriguez@deia.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *