
Miércoles, 25 de marzo, duodécimo día después del cristo. Lo confieso. Soy una fuera de la ley. En plan El Vaquilla, pero con las greñas más largas. He bajado al súper a comprar unos kiwis y, además de llenar dos bolsas de productos de primerísima necesidad, como donuts, patatas fritas, cacahuetes, galletas de chocolate, aceitunas y todo lo que he pillado con aceite de palma y grasas trans, he comprado un lápiz. Sí, ¿qué pasa?, un lápiz. Staedtler Noris HB2, para más señas. ¡A mí las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado! ¡Que me detengan! Espero un rato con las manos en alto, pero allí no aparece ni un munipa. Deben de estar todos muy ocupados multando a los gilipuertas que en la infancia se perdieron el episodio Dentro y fuera de Epi y Blas. ¡Que lo tenéis en YouTube! «Tú eres El Vaquilla, alegre bandolero», cantaban Los Chichos. Qué tiempos aquellos. Ahora los delincuentes son unos tristes que se recorren Bilbao de punta a punta para comprar una barra de pan.
PD: El lápiz ha sido todo un éxito. El crío ha batido su récord en cautividad: ocho multiplicaciones antes de que anochezca. Mañana me pongo un pasamontañas y bajo a por una goma Milan.
con la p.d. gran carcajada…..después he llorado…
gracias
Gracias a ti y mucho ánimo.
querida arantza
me lo he pasado bomba leyendo este blog y de hecho he publicado en mi face «emulando al vaquilla», con tu permiso
gracias por ese derroche humorístico que tanta falta nos hace ahora
Gracias a ti.
¡¡¡Genial!!!!
Muchas gracias.
Creo que apuntaré este día en el calendario, domingo 5 de abril…. infinitésimo día después del cristo. ¡¡Acabo de descubrir tu blog!!!
Ya sé lo que tengo que hacer nada más encender el ordenador por la mañana
Muchas gracias.
maldito overboking el que me espera mañana en eroski no quiero ni pensarlo
Arantza potxola recibe un consejo mio, no vayas a por la goma milan, asi te podras librar de un posible gomazo institucional. En mis tiempos existia un lapicero que si lo chupabas escribia como si fuera tinta y si no lo chupabas como lapicero de carbonillo, no te voy a contar como ibamos a casa sin decir tacos eramos unos bocanegras; pero a lo que ibamos no vayas a por la goma milan, coge la miga del pan aplastala bien que se endurezca y veras que servicio como borragomas. Porzierto diles a los hijos que no aprieten mucho al escribir para que no queden marcas y poder reutilizar el papel para otros escritos.