Tras explicar los movimientos de la torre y el alfil, lo correcto es que se de a conocer la Dama. Es durante la clase dedicada a esta pieza, cuando podemos aprovechar para proponer al alumnado el “Reto de las ocho Damas”
Como todo ejercicio inicial debe graduarse su dificultad: Primero se pide a los alumnos – pongamos benjamines – que intenten colocar cuatro damas en el tablero sin que se crucen ni como torres ni como alfiles; Es decir, que sus rayos laser de fuerza no entren en contacto ni en vertical, ni en horizontal y tampoco en diagonal. A los alumnos que consigan colocar cuatro bajo estas directrices, se les anima a introducir una quinta Dama, luego seís, siete y finalmente que intenten ocho.
Si la clse es de más de siete años, lo normal es que todos lleguen a seís y varios a siete, hasta los hay que sin querer resuelven el problema antes de que toque recoger…Para quienes no lo consiguen en el aula, se les anima a que lo intenten en casa con ayuda de sus papis y abuelos o profes, y si lo desean te pueden traer la solución bien en lenguaje algebraico bien con un dibujo.
Para vosotros que ya estáis más creciditos os reto a que me averigüéis cuántas posibles soluciones hay distintas a este problema y quién fue el primero en dar la solución correcta.