Hacía tiempo que no disfrutaba tanto con un libro de Ajedrez como lo estoy haciendo desde el 1 de Junio cuando me puse a leer esta obra sin par.
Ya, la misma introducción del autor, esa parte de todo libro que se escribe sin demasiada esperanza de ser debidamente atendida por el lector y en terrible consecuencia es elaborada por lo general con calculada insipidez por el autor, engancha emocionalmente toda vez se arranca con el interrogante que a todos nos ronda por la cabeza cuando nos topamos con su título ¿Para qué otro libro sobre Fischer? Más todavía cuando reconoce que ha tardado tres años en su redacción definitiva, detalle que llama sobremanera la atención en una época en que los libros de ajedrez se despachan como churros a base de ordenata y ánimo de lucro.
Sus primeras páginas dedicadas al estilo de Bobby ofrecen de aperitivo unos diagramas magistrales, paradigma del modo en cómo va a desarrollar su novedoso tratamiento del tema, por medio de posiciones extraídas del juego real del genio estadounidense agrupadas en torno a claves que a la vez que permiten entender el juego del Maestro, sus tics, sus defectos y hasta sus errores, facilita como pocas obras de la especie aprender de su visionado e incluso preparar clases muy didácticas sobre temas profundos a monitores que aun poseyendo la capacidad de apreciarla, carecen del tiempo o la destreza de hallar ejemplos solventes para ilustrar su enseñanza. Tanto es así, que en esta quincena de Junio ya he rentabilizado la inversión pues su primera lección sobre el estilo me ha solucionado dos sesiones con mis discípulos, o sea, que el tiempo invertido en su lectura, aparte de deleitar mi espíritu, me ha ahorrado la preparación de clases.
El texto está organizado tomando como base explicativa no partidas enteras como suele ser habitual que pueden despistar la atención del lector en la variedad de elementos que concurren en su desarrollo de principio a fin, sino instatáneas muy bien seleccionadas cuyo diagrama puede seguirse sin necesidad de tablero, agrupadas en torno a cuestiones como la estrategia, la táctica, la búsqueda de sencillez, la estructura de peones…que permiten una asimilación compacta de los distintos aspectos que integran el juego de Fischer y de paso aprender cosas como cuándo se debe avanzar el peón de g y cuándo no, cómo convertir una inapreciable ventaja en decisiva, etc.
Huelga decir que su adquisición para la biblioteca en modo alguno supone relegar el legendario texto del propio Fischer “Mis mejores 60 partidas”. ¡Al contrario! Creo que juntos hacen una formidable pareja para el aprendizaje propio y la enseñanza de terceros. De hecho, estaba departiendo con mis amigos sobre la obra, libro en mano en Gallarta como ahora hago ante vosotros, que se me acercó el Gran Maestro Gabriel del Rio para que le corroborase tan buena impresión dado que tenía referencias del texto como una rareza extraordinaria.
La obra la podéis adquirir en la formidable tienda de ajedrez Jaque http://tienda.jaque.tv/index.php?route=product/product&path=52_58_72&product_id=165
Y tanto que disfrutas,
ya he tenido ocasión de ver TU libro, ya manchado por algún resto de café en la parte superior y poniéndonos en apuros a los mayores.
Además como nos comentaste que hay que leer las introducciones de los libros que en algunos casos son como manuales de instrucción para saborear mejor los libros. Yo lo he probado con algún que otro libro e incluso lo he entendido mejor.
Es verdad. Eso me pasa por dar clase en bares recordando los felices tiempos del antiguo Hotel de Portugalete.