Cuando de preparar Celadas se trata, no hay cebo más tentador para el oponente, que ponerle a tiro la Dama en una futura Clavada, Descubierta, Enfilada, o cualquier otro truco evidente, todo sea que no caiga en la trampa por su juego deficiente. Ahora bien, sacrificar la Dama, ha de comportar la derrota del rival, no la propia, en consecuencia se debe advertir que, aunque todos seamos capaces de sacrificar una Dama ¡hasta sin querer! muy pocos logran obtener de ello el éxito correspondiente, cuál es, el Mate de corrido, como en esta miniatura.
Andrews – Janssens – Londres, 1864
1.e4 e5 2.d4 exd4 3.Cf3 Cc6 4.Ac4 Cf6 5.0–0 Ae7 6.Cxd4 Cxd4 7.Dxd4 d6 8.f4 b6 Con su octavo movimiento, las blancas han excitado el Principio Glotón del segundo jugador quien con ojos golosos ve la Dama conectada en diagonal con el Rey. De ahí su extraña respuesta que sólo tiene fundamento como apoyo de una futura clavada.
9.e5 d5 Las negras están eufóricas con su reacción central.
10.Ab5+ Ad7 11.exf6 Ac5 Y aquí se consuma la idea de b6. Pero…
12.Te1+ Rf8 13.fxg7+ Rg8 14.gxh8D ++